tag:blogger.com,1999:blog-88699267118991382852024-03-16T19:53:07.830+01:00EL AMOR DESPUÉS DEL MEDIODÍA Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.comBlogger1153125tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-32608205789153923122023-12-31T23:51:00.006+01:002023-12-31T23:51:58.891+01:00NOVELAS DICIEMBRE 2023<p style="text-align: center;"><b><span style="color: red; font-size: large;"> Volvemos con un viejo formato</span></b></p><p style="text-align: center;"><b><span style="color: red; font-size: large;"><br /></span></b></p><p style="text-align: center;"><b><span style="color: red; font-size: large;">FELIZ 2024</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF41NztW9xiKTt-93lBxorBFpaSdPKey0a-YkOWcWCEGTpzgQGVe-43NVpUQMkV-E8MoW7QnNVMejOvUOD73pyxnF_7286oJ0j2UAicoxlYumGQ4qUrTF0ej6nkTonh1pDA5eZUjzTCTM586N2qMRrFejIsHB_GdGjIE6Su3LijPvREUkTu4R55R9ROk4/s550/9788490653104-la-pequena-dorrit-alba-editorial.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="369" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF41NztW9xiKTt-93lBxorBFpaSdPKey0a-YkOWcWCEGTpzgQGVe-43NVpUQMkV-E8MoW7QnNVMejOvUOD73pyxnF_7286oJ0j2UAicoxlYumGQ4qUrTF0ej6nkTonh1pDA5eZUjzTCTM586N2qMRrFejIsHB_GdGjIE6Su3LijPvREUkTu4R55R9ROk4/s320/9788490653104-la-pequena-dorrit-alba-editorial.jpg" width="215" /></a></b></div><b><br /></b><p></p><p><b>LA PEQUEÑA DORRIT</b>: He dedicado tres meses a esta novela, y esta vez he intentado que con menos complejo de culpa. La he ido leyendo tranquilamente a la par que caían como chuzos de punta las obligaciones diarias. Total, si sus contemporáneos tardaron dos años en leerla por entregas. Leída así uno va percibiendo con más detenimiento su estructura, como si empezara con la cara pegada al edificio y se fuese alejando poco a poco para descubrir cómo es toda la construcción. Hermósísimo final entre Arthur y Amy, a veces pienso que Dostoievski tenía en el corazón un pedazo de Dickens, junto a tantas otras cosas sin nada que ver.. Qué tesoro.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZh-_SFli-jVbxV-i_s4X0mzik_IBDkytm-AKWa0aaJirTHtEa41bXsA7nNOi2PkNc3J3kBsEedYL66RfXezeZXVXauA_QXucUIZ9i2AEKk3TJixQ216nH07Q4ioVpBbFvaqJLSvbOV_zlthLau3XY0ANl1qIWBzcqXUkuPJgkIaJ2JAj2Q0Qcoe1XrvQ/s939/poridentidad.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="939" data-original-width="624" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZh-_SFli-jVbxV-i_s4X0mzik_IBDkytm-AKWa0aaJirTHtEa41bXsA7nNOi2PkNc3J3kBsEedYL66RfXezeZXVXauA_QXucUIZ9i2AEKk3TJixQ216nH07Q4ioVpBbFvaqJLSvbOV_zlthLau3XY0ANl1qIWBzcqXUkuPJgkIaJ2JAj2Q0Qcoe1XrvQ/s320/poridentidad.jpeg" width="213" /></a></div><br /><p><b>ORLANDO</b>: <span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Finalizo 2023 encontrando otra puerta de entrada que creo puede deparar grandes alegrías. "Orlando" (1928) es una novela de una belleza e imaginación cautivadoras. Y además no sé muy bien por qué motivo suelo disfrutar especialmente de las traducciones de clásicos al catalán. Nunca me había acabado de llamar Virginia Woolf pero creo que ahora que tengo bastante leídos a sus coétaneos he entrado en esa sensibilidad literaria de las primeras décadas del XX en la que todo </span><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">parecía posible. Quiero dedicarle esto a los responsables de VOX en Valdemorillo sin cuya aportación cultural quizás no habría caído en la cuenta. Prometo estar así de alerta cada vez que señalen con el dedo.</span></p><p><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_UHw4GnFXpZkT4P0xPO_jiFo978gXzCrya1Kk4uyV0WsO5Vlznq7_N9fJ84Rbi-GCB8GkB_q-mAK2vcgplrq0aQoY82JGD95NmBGP9Arb8SuibIOju9ukNpx2UNZXaU88yZ-44JXO7wK5aSKXPnS8_-F0EsVODLxx2QZVSA88t0pgjJvYd3xUBA8SOkI/s445/51RfsIZaztL._SY445_SX342_.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="278" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_UHw4GnFXpZkT4P0xPO_jiFo978gXzCrya1Kk4uyV0WsO5Vlznq7_N9fJ84Rbi-GCB8GkB_q-mAK2vcgplrq0aQoY82JGD95NmBGP9Arb8SuibIOju9ukNpx2UNZXaU88yZ-44JXO7wK5aSKXPnS8_-F0EsVODLxx2QZVSA88t0pgjJvYd3xUBA8SOkI/s320/51RfsIZaztL._SY445_SX342_.jpg" width="200" /></a></div><p><br /></p><b>MIGUEL STROGOFF: </b>Notable título de aventuras a mi modo de ver un poco deudor de la estructura y personajes de "La vuelta al mundo en 80 días" pero en un contexto más agreste y trepidante. A mi que soy un trágico me fascina algo que sucede al inicio de su último tercio, por lo que su resolución me parece un poco una tontería. Pero bueno, hay que aceptar que Verne no era un trágico.<br /><br /><br /><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><br /></span><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8h4mKAwgVo6JI8sTUUPD9aKWMf_7HH1cetX2sgo1Ee-O1fvzzgfnRf_vTKJ7kRzebkawpsi2lVqSKtr-E3BR5uzEoHC4ckPh0sgpOuIH9ya5pzSEq17xkGuH1_LXK9FEOr-MDsc4v_xckXTrZPg5rQfigx5MCx3yTA_Rpc-J1zt9vkqR6-iDsgp0JEBY/s499/dickens.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="329" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8h4mKAwgVo6JI8sTUUPD9aKWMf_7HH1cetX2sgo1Ee-O1fvzzgfnRf_vTKJ7kRzebkawpsi2lVqSKtr-E3BR5uzEoHC4ckPh0sgpOuIH9ya5pzSEq17xkGuH1_LXK9FEOr-MDsc4v_xckXTrZPg5rQfigx5MCx3yTA_Rpc-J1zt9vkqR6-iDsgp0JEBY/s320/dickens.jpg" width="211" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><b>CUENTOS DE NAVIDAD</b>: Ya hace cinco años que me leí el famoso cuento de Mr. Scrooge y ahora me he leído "Las campanadas", que copia mucho de sus ideas y estructuras, como buen autor comercial que era, pero le añade una potentísima carga social y moral. Me iba a leer "El grillo en el hogar" pero lo dejo para otra ocasión.</div><br />Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-89176797397023597532023-12-24T23:41:00.003+01:002023-12-24T23:41:24.221+01:00TRES CAMARADAS<p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">El melodrama, además de otras cosas que hemos intentado apuntar en otras oocasiones, es un cine profundamente religioso, un cine sobre la fe. El melodrama trata sobre el Amor y sobre la Gracia divina que supone el encuentro entre dos personas en colisión contra el Tiempo y la Muerte. El melodrama tiene unos diálogos cursis pero porque cree firmemente en lo que dicen los personajes y los personajes lo dicen de verdad. El "Ordet" de Dreyer no es un melodrama pero habita la </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">misma dimensión trascendental que nuestro género. Los que se aman lo hacen desde una Fe inquebrantable en el Amor y las películas exigen al espectador otro acto de Fe: creerlo. Pero ¿es que acaso puede afrontarse la propia vida desde algo ajeno a esa Fe en lo que se está haciendo o lo que se está sintiendo?. Ya iremos a buscar a Bergman o a Pialat para que nos cuenten que nosotros no envejeceremos juntos pero ése no es el cometido de Borzage.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px;">"Three comrades" es otra de sus obras maestras, la segunda parte de una oficiosa trilogía sobre la Alemania de entreguerras que comienza un film menos conocido pero extraordinario llamado "Little Man, What Now?" y que termina "The mortal storm". Es conocido por tener a Francis Scott Fitzgerald en el guion, y es verdad que las escenas de la playa le hacen pensar a uno en "Suave es la noche" o aquel biopic de Henry King con Gregory Peck pero parece ser que,además de estar ya la playa en la novela de Remarque, la experiencia de Fitzgerald en esta película, y en Hollywood en general fue bastante desastrosa, y que el productor Joseph L. Mankiewicz lo emparejó con un guionista currante de la casa, MGM, conocedor de la profesión, y que él mismo le hizo la tira de cambios, para mayor irritación del afamado escritor. Pero fetichismo manda no podemos dejar de sentir su espíritu.</div><div dir="auto" style="color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: center;"><span style="color: red; font-size: large;">¡FELIZ NAVIDAD!</span></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: center;"><span style="color: red; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: center;">(Proyectando el retorno del post de novelas el día 1, la ópera el 15 y la película de los lunes...es el momento)</div><div dir="auto" style="color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; color: #050505; font-size: 15px; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwXainXj65JYNEncmNu4dtrZzCPmcu01k4-LnzHiMcnOup1aF1s3tp2QS2XwrT12JzsvacNnpRns9ViVNIK37SNiPqSbt_S_fzFwEpECyTUnonoLMcW2JF4dmv353UAwgKsoQTeiGBTJaug_DCyru3isPdQMd8ERmvE4PV1Kt3m7h32GjLkfYeI5nfvfY/s640/MV5BZjBhNmU1MjgtMGViYS00NGI0LWI3NTctNjI2MjMxYmM5N2RmXkEyXkFqcGdeQXVyMTk2MzI2Ng@@._V1_.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="490" data-original-width="640" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwXainXj65JYNEncmNu4dtrZzCPmcu01k4-LnzHiMcnOup1aF1s3tp2QS2XwrT12JzsvacNnpRns9ViVNIK37SNiPqSbt_S_fzFwEpECyTUnonoLMcW2JF4dmv353UAwgKsoQTeiGBTJaug_DCyru3isPdQMd8ERmvE4PV1Kt3m7h32GjLkfYeI5nfvfY/s320/MV5BZjBhNmU1MjgtMGViYS00NGI0LWI3NTctNjI2MjMxYmM5N2RmXkEyXkFqcGdeQXVyMTk2MzI2Ng@@._V1_.jpg" width="320" /></a></div><span style="color: #050505; font-size: 15px;"><br /></span><div dir="auto" style="color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-12675779800514807942023-11-13T23:12:00.001+01:002023-11-13T23:12:00.144+01:00STELLA DALLAS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsmu88_Ow3CVkP-0THTyUxEe4Xns5iAjNOVR01aU9rr9qBXitXs266Nflq1ar5xbmmlLXxnZU01ydkH4ZH3A3KwDFiHWdwoMkUQNzX-OCC37drl0QL7R5KrmByEl4MiLqy_EXOdvq-DZhfRE-b6wzHIiJl38AqGbLcs2E-vdbzhpsfr7ECfbVTcHaaHXA/s716/387881477_10226599398504198_385627005664470860_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="522" data-original-width="716" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsmu88_Ow3CVkP-0THTyUxEe4Xns5iAjNOVR01aU9rr9qBXitXs266Nflq1ar5xbmmlLXxnZU01ydkH4ZH3A3KwDFiHWdwoMkUQNzX-OCC37drl0QL7R5KrmByEl4MiLqy_EXOdvq-DZhfRE-b6wzHIiJl38AqGbLcs2E-vdbzhpsfr7ECfbVTcHaaHXA/s320/387881477_10226599398504198_385627005664470860_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">La cultura popular entiende la vieja alquimia como la disciplina que convierte los metales pesados en oro. No se me ocurre mejor metáfora para ilustrar el arte del melodrama, incluyendo eso de los metales pesados, género cuyo secreto sigo persiguiendo infructuosamente a lo largo de las décadas. Un arte inasible, e inaprehensible que parece ser una extraña combinación de paso del tiempo y conflictos sociales. Una hipérbole sentimental tan desmesuradamente extrema, risible y </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">ridícula que el péndulo vuelve a hacer el camino de vuelta al encuentro de una Verdad suprema que lo ilumina todo. </span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">¿Qué planos contiene un melodrama?, ¿qué movimientos de cámara?, ¿cómo éstá montado?, ¿por qué no pueden seguir filmándose más allá de la invocación postmoderna y frankensteiniana?, ¿cómo entra la música?, porque la música parece entrar de una forma desbocada y sin control, más allá de cualquier modo aconsejable y aún así funciona. ¿Cómo se consigue ese sedimento sentimental que acaba convirtiéndose en intensa y profundísima emoción?. ¿Y cómo puede hacerse a partir de puro material de derribo?. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Seguiré buscando, seguiré preguntándomelo pero creo jamás daré con el secreto y seguramente está bien que así sea.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Vuelvo a ver décadas después "Stella Dallas" (King Vidor, 1937). No he visto la primera versión de Henry King de 1925. No soy sospechoso de apreciar poco a Henry King y vistos fragmentos en internet por encima no hay duda de que Vidor debió sacar no poco de su estructura y aspecto, con guion de la ilustre Frances Marion. No es una película que vaya a ver inmediatamente porque tampoco me siento urgido a tener ese conocimiento científico y estricto. Aún así creo que se pueden cantar maravillas igualmente de este acto de alquimia supremo que las décadas no saben poner en entredicho, y se pueden cantar maravillas de esas rejas y esas lágrimas finales de Barbara Stanwyck en esta obra superior del género más enigmático de todos los que en el mundo han sido.</div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-32956691628391371482023-11-12T23:09:00.001+01:002023-11-12T23:09:00.130+01:00BESOS ROBADOS+DOMICILIO CONYUGAL<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvmFUQgSs4x0MyecocaLw0apiYHmjv3-eGP0GSoTAtYveEZOUp_a1tfxegeHEiMZ0Pc8o4maHJkOuGenkhYbZeCatRHv-gJIkaZojuz_K6ifE4raHg6Q9zUPbBAFursg37LBpFTuGTy0a7eqYWnC5wCUE9tK1oM889QWiDgI01cZAds_G0BOHsgkL1Qyc/s920/398142185_10226678317197116_6974878899301879134_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="568" data-original-width="920" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvmFUQgSs4x0MyecocaLw0apiYHmjv3-eGP0GSoTAtYveEZOUp_a1tfxegeHEiMZ0Pc8o4maHJkOuGenkhYbZeCatRHv-gJIkaZojuz_K6ifE4raHg6Q9zUPbBAFursg37LBpFTuGTy0a7eqYWnC5wCUE9tK1oM889QWiDgI01cZAds_G0BOHsgkL1Qyc/s320/398142185_10226678317197116_6974878899301879134_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Llevaba veinte años sin ver "Besos robados" (François Truffaut, 1968) y la verdad es que me cuesta reconocer las lineas entusiasmadas y enternecidas que escribí en su día, no tanto en el sentido de que ahora me haya podido gustar menos, que eso es lo de menos, sino en la dificultad de recordar qué me emocionó en su día de tal manera. Quizás ahora noto más en su guion lo enfático de su escritura de esos tres guionistas, algo que quizás también le sucede a Allen pero </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">seguramente sea yo más afin al humor de Allen, y noto más la vocación por diseñar escena por escena con un sentido de la observación marca de la casa pero sin una impresión de conjunto que me acabe atrapando. Todo esto no significa que sea mala película por supuesto pero creo que con los años comprendo aún peor la mirada de Truffaut hacia la comedia, sin llegar a los extremos de la que ya hemos comentado tantas veces "Une belle fille comme moi".</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Me pasa que me gustan de esta película muchas cosas y demasiado sueltas, la canción, una frase por aquí, una frase por allá, este plano maravilloso que pongo donde parece que Claude Jade haya vivido de verdad lo que ha vivido en la película. Me gusta, me encanta ver a Delphine Seyrig y a Michael Lonsdale, juraría que la vez anterior a duras penas sabía quienes eran. Creo que veinte años después he visto a Leaud en demasiados lugares dirigido por demasiados directores y seguramente me pregunte al verla "¿Qué queda de nuestros amores?"</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkfL5BQ2cZkSJIBT2NAI8vZUwrGeN9rw4mJ7ojTmnoSSzLiwoIZvuPifr4F4JHxxx8AVpEFdc4b8BKEBFpUjYJa16H-KNQDN0VFIala4Z8cts3ph3ijzOQEjW-dnckeGMBggwmXCy88JZU42WZuNno9wG4oUGjgBQiqIY7tiePfCZA_jwkrmUbLjY1-uI/s800/398177143_10226683389123911_4022991621092882430_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="800" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkfL5BQ2cZkSJIBT2NAI8vZUwrGeN9rw4mJ7ojTmnoSSzLiwoIZvuPifr4F4JHxxx8AVpEFdc4b8BKEBFpUjYJa16H-KNQDN0VFIala4Z8cts3ph3ijzOQEjW-dnckeGMBggwmXCy88JZU42WZuNno9wG4oUGjgBQiqIY7tiePfCZA_jwkrmUbLjY1-uI/s320/398177143_10226683389123911_4022991621092882430_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;">Llevaba veinte años sin ver "Domicilio conyugal" (François Truffaut, 1970) y la verdad es que me cuesta reconocer las lineas tibias que escribí en su día. Dos décadas dándola como una muestra de la progresiva devaluación de la serie cuando a estas alturas del partido descubro que es un film que me gusta mucho y que de alguna forma es primo hermano de "El amor después del mediodía" de Rohmer, que no deja de ser otra serie que corre en paralelo a Doinel aunque el protagonista </span><span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="font-family: inherit;">tenga rostros distintos. </span></div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Vi y me impresionó el film de Rohmer también hace cosa de veinte años y no sé por qué no los puse enseguida en paralelo. La verdad es que habiéndome quedado un poco desconcertado tras ver "Besos robados" creo que hay que evitar caer en la tentación de deducir que ahora estoy en un momento de la vida en que solo puedo apreciar películas de señores casados y con hijos, máxime cuando siempre me he vanagloriado de tener una piel especial para militares y monjas. Pero ver esta película me descubre varias cosas. Que el quid de la cuestión no es en absoluto Truffaut si o no, aunque sea legítimo plantearlo en esos términos. ni mucho menos es hablar del "envejecimiento" de las películas, expresión que para mi carece de sentido. Pero es fascinante y muy interesante notar como con distintas pieles percibe uno de maneras tan distintas películas que hablan y dialogan entre ellas sobre el paso del tiempo, efectivamente parecen destinadas a ser sentidas y vividas de formas distintas. Porque el tema tampoco es que ahora yo decreto que la buena es ésta y "Besos robados" no tanto sinó el disfrute de estas pequeñas grandes mutaciones nuestras en los poros.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">A mi es que vista ahora me parece estupendamente, muy bien conjuntada, menos dependiente del detalle, del toque, de la anécdota. Algo más desapegada de la textura de comedia y de la necesidad del humor, que no me da la sensación que sea el fuerte de Truffaut. Con una sensibilidad en la observación de personajes y detalles que está puesta al servicio de su fortaleza dramática. Con imágenes de Nestor Almendros y una Claude Jade que también ha sabido crecer como actriz y como personaje incluso en el breve lapso de dos años. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Les voy a volver locos pero la he disfrutado enormemente, ¿y ahora cómo me hacen caso?, ¿cómo se saltan la anterior y ven ésta?, qué mejor manera de aprender a no hacerme caso.</div></div></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-41893807754212143152023-11-11T23:09:00.003+01:002023-11-11T23:09:19.526+01:00LITTLE ODESSA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8reix6M1IUbUbWOzf2dqsKBlQ1G4MUrgseLBak774XZJV24H-wUnwP5scl2HodSyMSDbSIHy_edFCWOZzsXWpd6tLD_xD_2LryUHxHiHr1csPwMYLD1l0rXi1h-62wLkBCPqgVFfGps4C9NTZfD-AnodTwqGQx8A_c0co1z-mnQInCqMU5cdVn2VCtRQ/s387/Little_Odessa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="387" data-original-width="257" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8reix6M1IUbUbWOzf2dqsKBlQ1G4MUrgseLBak774XZJV24H-wUnwP5scl2HodSyMSDbSIHy_edFCWOZzsXWpd6tLD_xD_2LryUHxHiHr1csPwMYLD1l0rXi1h-62wLkBCPqgVFfGps4C9NTZfD-AnodTwqGQx8A_c0co1z-mnQInCqMU5cdVn2VCtRQ/s320/Little_Odessa.jpg" width="213" /></a></div><br /><p></p><p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">24 años tiene James Gray cuando en el invierno de 1994 filma "Little Odessa", el tipo de la barba, su primera película, titulada en España "Cuestión de sangre". Ya sin intentar recordar qué estaba haciendo yo a mis 24 años me quedo pensativo ante una película como ésta con sus 454 planos en 92 minutos que a mi me parece absolutamente magistral y asombrosa. Luego claro, es inevitable que hayan venido siete películas más y los cinéfilos hayamos jugado a ésta sí, ésta no, está </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">en forma, no está en forma y el juego superfluo de apreciaciones y depreciaciones de siempre. </span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Puede que incluso tenga películas que me emocionan más como "Two lovers", puede que tenga momentazos mayores pero cómo mejoras esto. Pero qué demonios vas a hacer cuando tu primera película muestra ese dominio del plano, ese uso expresivo del paisaje, esa lacónica contención dramática que deriva en una emoción congelada sublime. Ese "furor bressoniano" en afortunada expresión de un gran bloguero que puede buscar sus raíces en los 70 o quizás más exactamente en lo mejor de Walter Hill, Sidney Lumet o Michael Mann pero que es una obra de una rabiosa y controlada inspiración de su director, que tenía que tener la cabeza muy fría a una edad en la que no se tiene la cabeza así para guiar con esa mano maestra y de de hierro el fluir de los 454 planos y la grandeza trágica de su historia de lazos familiares y culturas en los márgenes del gran sueño americano.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Porque además él escribe el guion y no hay ni el más mínimo asomo de la sobreescritura en la que se suele caer fácilmente cuando se asumen los dos cometidos. Si después ha patinado a veces o no ha acabado de atinar siempre es porque esto no se puede (ni se debe) mantener en el tiempo.</div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-18018944571367584872023-10-07T12:41:00.003+02:002023-10-07T12:41:23.525+02:00CERRAR LOS OJOS<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxot4m3cG8LwV3N-zUQ22ciZcOXgSdAcxkSEWGNis0mgZ1Jsr0tcaxg8v1m_a2YH3U3x3B-aWecBpMWVxeM2ypdkvxnUlZARNGcnPEqkGzty9RzHks0NfuqHqQc9JeFZliD9dKQZnZElwysLjOZhwk1fHL9MhxLRtIaAz1Oj-uBPWrbqTdpz8uCWvNadA/s1280/erice.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxot4m3cG8LwV3N-zUQ22ciZcOXgSdAcxkSEWGNis0mgZ1Jsr0tcaxg8v1m_a2YH3U3x3B-aWecBpMWVxeM2ypdkvxnUlZARNGcnPEqkGzty9RzHks0NfuqHqQc9JeFZliD9dKQZnZElwysLjOZhwk1fHL9MhxLRtIaAz1Oj-uBPWrbqTdpz8uCWvNadA/s320/erice.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">En el emocionante ritual de ir a ver "Cerrar los ojos" (Víctor Erice, 2023) están las respuestas a buena parte de los interrogantes de la película. Siente uno un deasaforado nerviosismo extraño que no se corresponde con la mitomanía hacia el director, que a mi siempre me ha parecido un maestro pero ni ha marcado mi afición por el cine ni me he desgañitado durante décadas profiriendo "y que Erice no pueda rodar en España". Siempre me ha parecido que había una cierta </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">sobreactuación e histerismo entorno a su figura.Entonces ¿por qué hacer algo que rara vez uno hace como ir corriendo a la sala de cine un viernes por la tarde?.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Pues porque su cine y esta película forman parte de una manera de entender la cinematografía, que no el cine cuidado que esto no va de nostalgias porque cines hay muchos, que a estas alturas ya resulta un conmovedor reducto en vías de extinción, un lenguaje purista al que Erice no ha renunciado en absoluto sino que se ha seguido significando como un monje guardián del mismo que nos habla piel con piel a los que estamos enamorados y siempre lo estaremos de esta forma de mirar, de detener el tiempo, de dilatar la secuencia en busca de una verdad en el interior de la imagen que no puede ser revelada solo por el diálogo o el argumento sino por un misterio que le da al cine la especificidad que siempre ha buscado.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">A mi personalmente, y no se me puede acusar de eludir la cuestión porque llevo años reivindicando lo mismo, no me parece que el tema sea si esta película es mejor o peor que "El espíritu de la colmena", "El sur" o la extraordinaria "El sol del membrillo", de la que suele hablarse mucho menos. Películas además que llevan siendo digeridas por la cultura y el imaginario colectivo desde por lo menos cinco décadas en el peor de los casos. Solo hay que recordar una mítica crítica destructiva de "El espíritu de la colmena" en "La Vanguardia" en su estreno en Donosti, a ver si en cinco décadas lo que se escribe hoy se ve con el mismo sentimiento de sorpresa.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Tampoco me parece lo más interesante si es en si misma buena, regular o peor, sinceramente y lo digo sin remilgos no me parece si quiera una película especialmente gratificante, en la que encuentre un placer obvio e inmediato y sí que me parece algo árida y dura de ver pero eso me lo han parecido centenares películas de esta hermandad, de esta sociedad secreta de películas (que no de la nieve) que nos han dejado siempre el gusanillo y la seguridad que no dejarían de crecer a poco que se pensaran un rato y si era posible se volviesen a ver, y siempre han cumplido con creces lo que prometían. Solo con ver el poderosísimo inicio entre Pou y Coronado ya sabe que se encuentra uno ante "una de las nuestras".</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Luego Erice desconcierta porque no estábamos preparados para verlo filmando oficinas y programas de televisión y un Madrid contemporáneo que te resulta incómodo de ver. Pero es precisamente el vicio adquirido de la mirada de no tener un visión de conjunto y analizar a cachos "éste me gusta-éste no", quizás por culpa del vicio de escribir así sobre las películas, el que hace que la obra se te pueda escurrir entre los dedos cuando todavía se guarda sus mejores cartas.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">En una obra tan autorreferencial (sublimes los primeros planos de Ana Torrent) y llena de divertidas revanchas, que la vuelta al Sur posee sus mejores momentos como el tan comentado de "Rio Bravo", que a mi me parece maravilloso porque está filmado con el mismo sentido de la distensión y dilatación con el que lo filmó Hawks.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Pero aún es mejor el crescendo final a lo Dreyer, donde solo les falta coger a una niña de la mano, que cierra circularmente la película y es donde entendemos mejor qué hacíamos allí y el poder y la belleza de la imagen y de la sala como reencuentro, reconciliación y curación de las indeterminadas e incurables heridas de la vida, reconciliación que nos permita cerrar finalmente los ojos.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Si no han encontrado respuesta en este texto al veredicto que buscaban, prueben en el foro de sexadores de pollos o en el de peritos, una vez más es algo que ya he dicho muchas veces, no me lo guardaba para hacer equilibrios en esta ocasión. De los amores, en este caso un tipo de cine que ya no existe, no se comenta si el día de hoy ha sido peor que el de ayer o el de hace veinte años. Con los amores se quiere estar. Y punto.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Y si es radicalmente cierto que "Cerrar los ojos" nos cambia un poquito es porque no da respuestas pero sí certezas al oído a través del tipo de cine que practica, que milagrosamente escapa de lo formulaico en un tiempo donde hasta el cine de autor está terroríficamente infestado de ello, nos susurra quienes somos a todos y cada uno de nostros.</div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-69255476675357980242023-10-01T04:33:00.004+02:002023-10-07T12:44:53.478+02:00EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO (1956)<p><span style="font-size: medium;"> </span></p><div style="font-family: inherit;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><div class="x1iorvi4 x1pi30zi x1l90r2v x1swvt13" data-ad-comet-preview="message" data-ad-preview="message" id=":raj:" style="font-family: inherit; padding: 4px 16px 16px;"><div class="x78zum5 xdt5ytf xz62fqu x16ldp7u" style="display: flex; flex-direction: column; font-family: inherit; margin-bottom: -5px; margin-top: -5px;"><div class="xu06os2 x1ok221b" style="font-family: inherit; margin-bottom: 5px; margin-top: 5px;"><span class="x193iq5w xeuugli x13faqbe x1vvkbs x1xmvt09 x1lliihq x1s928wv xhkezso x1gmr53x x1cpjm7i x1fgarty x1943h6x xudqn12 x3x7a5m x6prxxf xvq8zen xo1l8bm xzsf02u x1yc453h" color="var(--primary-text)" dir="auto" style="display: block; font-family: inherit; font-weight: 400; line-height: 1.3333; max-width: 100%; min-width: 0px; overflow-wrap: break-word; text-align: left; word-break: break-word;"><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="font-family: inherit; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;"><span style="font-size: medium;">Los diálogos de "El hombre que sabía demasiado" (Alfred Hitchcock, 1956) sugieren una especie de malévola segunda parte de "La ventana indiscreta" solo que de algún modo parecen haberse invertido los roles. Es él ahora, James Stewart, quien parece querer tener atada en corto y sedada, metafórica y ¡literalmente!, a su esposa, una Doris Day que podría ser una Grace Kelly desexualizada por el matrimonio. Ella, pudiendo desarrollar una carrera profesional en los teatros de <span style="font-family: inherit;"></span>Broadway queda impedida por el capricho provinciano de su marido por Indianápolis, que nada perdería mudándose a Nueva York. O quizás no ha habido inversión de roles y las actitudes vitales han cambiado vertiginosamente a la luz de la institución familiar. Llegado a este punto habría que poner en valor la incisiva gracia del guionista John Michael Hayes, que colaboró además de en estas dos películas en "Atrapa a un ladrón" y "Pero ¿quién mató a Harry?".</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="font-family: inherit; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;"><span style="font-size: medium;">Tenemos pues tras la epidemis del suspense otra capa de fondo que no creo que legitime la película, pues la ejecución del suspense es ya de por si bastante excelsa pero da cuenta de las ambiciones, los intereses y las pulsiones de Hitchcock como retratista de la comedia humana.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="font-family: inherit; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;"><span style="font-size: medium;">Vuelta a ver por enésima vez, ahora en sesión familiar, solo le encuentro una pega que no es realmente tal pues no podría importarme menos. Bien es cierto que la película es algo más que la escena del Royal Albert Hall y tiene no pocas escenas la mar de reseñables pero es que no puedo más que rendirme a la evidencia de que esta escena es uno de mis momentos favoritos del Cine, siempre lo ha sido y siempre lo será y si había que construir un largometraje a su alrededor porque no podía existir por si mismo, me habría dado igual qué metraje venía antes y qué metraje venía después. Incluso creo que en el fondo era mi único motivo para ponerla en casa.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/YP8brOVQnKA" width="320" youtube-src-id="YP8brOVQnKA"></iframe></div></span></div></div></span></div></div></div></div><div class="x1n2onr6" id=":rak:" style="font-family: inherit; position: relative;"><div class="x1n2onr6" style="font-family: inherit; position: relative;"><div class="x6s0dn4 x1jx94hy x78zum5 xdt5ytf x6ikm8r x10wlt62 x1n2onr6 xh8yej3" style="align-items: center; background-color: #2b3033; display: flex; flex-direction: column; font-family: inherit; overflow: hidden; position: relative; width: 500.009px;"><div style="font-family: inherit; max-width: 100%; min-width: 500px; width: calc((100vh + -325px) * 1.84544);"><div class="xqtp20y x6ikm8r x10wlt62 x1n2onr6" style="font-family: inherit; height: 0px; overflow: hidden; padding-top: 270.937px; position: relative;"><br /><div class="x6s0dn4 x78zum5 x1iyjqo2 x6ikm8r x10wlt62" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; align-items: center; background-color: white; color: #65676b; display: flex; flex-grow: 1; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; overflow: hidden; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div style="font-family: inherit;"><span class="x4k7w5x x1h91t0o x1h9r5lt x1jfb8zj xv2umb2 x1beo9mf xaigb6o x12ejxvf x3igimt xarpa2k xedcshv x1lytzrv x1t2pt76 x7ja8zs x1qrby5j" style="align-items: inherit; align-self: inherit; display: inherit; flex-direction: inherit; flex: inherit; font-family: inherit; height: inherit; max-height: inherit; max-width: inherit; min-height: inherit; min-width: inherit; place-content: inherit; width: inherit;"><div class="x1i10hfl xjbqb8w x6umtig x1b1mbwd xaqea5y xav7gou x9f619 x1ypdohk xe8uvvx xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r xexx8yu x4uap5 x18d9i69 xkhd6sd x16tdsg8 x1hl2dhg xggy1nq x1o1ewxj x3x9cwd x1e5q0jg x13rtm0m x1n2onr6 x87ps6o x1lku1pv x1a2a7pz x1heor9g xnl1qt8 x6ikm8r x10wlt62 x1vjfegm x1lliihq" role="button" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: transparent; border-color: initial; border-radius: inherit; border-style: initial; border-width: 0px; box-sizing: border-box; color: inherit; cursor: pointer; display: block; font-family: inherit; list-style: none; margin: 0px; max-height: 1.3333em; outline: none; overflow: hidden; padding: 0px; position: relative; text-align: inherit; text-decoration: none; touch-action: manipulation; user-select: none; z-index: 1;" tabindex="0"><div class="x9f619 x1ja2u2z xzpqnlu x1hyvwdk xjm9jq1 x6ikm8r x10wlt62 x10l6tqk x1i1rx1s" style="box-sizing: border-box; clip-path: inset(50%); clip: rect(0px, 0px, 0px, 0px); font-family: inherit; height: 1px; overflow: hidden; position: absolute; width: 1px; z-index: 0;">Todas las reaccione</div><span class="xt0b8zv x2bj2ny xrbpyxo xl423tq" style="background-color: var(--surface-background); float: left; font-family: inherit; margin-left: -100px;"><span style="font-family: inherit;"><span class="x1e558r4" style="font-family: inherit; padding-left: 4px;"></span></span></span></div></span></div></div></div></div></div></div></div></div><div style="font-family: inherit;"><div class="x168nmei x13lgxp2 x30kzoy x9jhf4c x6ikm8r x10wlt62" data-visualcompletion="ignore-dynamic" style="border-radius: 0px 0px 8px 8px; font-family: inherit; overflow: hidden;"><div style="font-family: inherit;"><div style="font-family: inherit;"><div style="font-family: inherit;"><div class="x1n2onr6" style="font-family: inherit; position: relative;"><div class="x6s0dn4 xi81zsa x78zum5 x6prxxf x13a6bvl xvq8zen xdj266r xktsk01 xat24cr x1d52u69 x889kno x4uap5 x1a8lsjc xkhd6sd xdppsyt" style="align-items: center; border-bottom: 1px solid var(--divider); color: var(--secondary-text); display: flex; font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; justify-content: flex-end; line-height: 1.3333; margin: 0px 16px; padding: 10px 0px;"><div class="x9f619 x1n2onr6 x1ja2u2z x78zum5 x2lah0s x1qughib x1qjc9v5 xozqiw3 x1q0g3np xykv574 xbmpl8g x4cne27 xifccgj" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; align-items: stretch; background-color: white; box-sizing: border-box; color: #65676b; display: flex; flex-flow: row; flex-shrink: 0; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; justify-content: space-between; letter-spacing: normal; margin: -6px; orphans: 2; position: relative; text-align: start; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px; z-index: 0;"><br class="Apple-interchange-newline" /><br /></div></div></div></div></div></div></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-63411136447663296702023-08-20T11:54:00.003+02:002023-08-20T11:54:42.825+02:00L'INCORONAZIONE DI POPPEA<p> </p><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Tarde de ¿gloria? en el Liceu. venga, sí, tarde de gloria, no vamos a lloriquear más de la cuenta. La verdad es que llevaba bastante alejado del coliseo de la Rambla un poco, bastante, muy harto de las moderneces de Àlex Ollé y la Fura dels Baus y toda la plétora y la pléyade de renovadores de la escena. ¿Entonces?, ¿cómo se me ocurre volver para ver un montaje firmado por Calixto Bieito?, del que puede que no tuviese aún el gusto, no al menos en vivo, un tipo que convierte a <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration: none;" tabindex="-1"></a></span>los otros en disciplinados monjes copistas de eunuca creatividad. ¿Por qué volver a por cuarenta tazas de lo mismo que nos aburre e irrita?. Cabe decir que desde hace años procuro no tener un rechazo infantil a toda innovación escénica pero no es fácil de entender que el teatro barcelonés sea a día de hoy rehén absoluto de estas reinterpretaciones escénicas discutibles, algunas muy pesadas, que tampoco es justo considerar que sean buenas de per se.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">La primera respuesta la tengo inmediatamente, a los cinco minutos de “La incoronazione di Poppea” considero seriamente largarme en el intermedio cual Carlos Boyero de la ópera. Asisto boquiabierto a cómo en la primera escena Fortuna y Virtud se quitan varias bragas y las acaban lanzando a la llamada galería premium que está situada a sus espaldas. Como un centenar de espectadores que están presenciando la ópera al fondo del escenario que es una de las primeras cosas que me sacan a patadas. Pienso que me parecería más claro y honesto asistir a un espectáculo en el Paral·lel, quizás ir directamente al Bagdad y disfrutar de las procacidades de las vedettes. La sensación de horterada que no me aporta nada no me la puede quitar de la piel.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Luego hay que padecer unos videos proyectados en una decena de pantallas gigantes a los laterales del escenarios, obra de la videoartista Sarah Derendinger, que muestran muchas veces a los protagonistas bañándose con abundante espuma y otras chorradas o gilipolleces que para mi carecen de sentido. Digo “chorradas” o “gilipolleces” no con ánimo de degradar el registro gratuitamente sino porque siempre intento escribir la palabra más precisa que refleje aquello que quiero decir y estos vocablos cumplen a la perfección con ello.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Sería largo y ocioso relatar la ristra de tonterías sin sentido que acontecen en el escenario, e insisto en que no es una pataleta infantil ni la reacción que el provocador espera del escandalizado provocado. Amén de una cosa muy curiosa en la ópera barroca, que es evidentemente una ópera muy erótica, lo muchísimo que se magrean en escena, por si se nos escapa ese erotismo argumental. Hay un tono zafio y esencialmente hortera en todo lo que acontece en el que no desentonaría que exclamáramos desde la butaca “¡Poppea!, qué par de melones”. A veces pienso, ¿de verdad les gustará a los intérpretes ese tono?, gente de contrastado recorrido como Julie Fuchs, David Hansen, sobre todo Magdalena Kozena o la muy válida Deanna Breiwick que se ve más forzada en escena a mostrar su belleza que sus cualidades vocales. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Se trata de un secuestro de la escena en toda regla, llega un punto en que ya nadie a penas puede ir a ver una versión canónica o modificada con un cierto y moderado buen gusto. ¿Por qué todas las producciones han de ser agresivas y provocadoras?, creo que hasta el propio Pasolini aborrecería de esa provocación convertida en rutina funcionarial. ¿Tanto nos odian?, vaya, que no todos tenemos mucho dinero y aplastamos al proletariado. Es un tópico pero seguro que ir al fútbol o a un concierto de algunos de los ídolos contemporáneos vale muchísimo más dinero que las localidades a veces modestas y alejadas al escenario que compramos algunos. ¿Cuál es la misión que se han autoencomendado Bieito y compañía?, ¿poner de relevancia qué exactamente?.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Pero bueno, pasado el descanso me quedo y como ya estoy vacunado ante el horrendo montaje de repente florece aquello que no había podido florecer del todo, aquello que me había traído hasta allí. Como en el cine en la ópera hay tres nombres, puedo conceder un cuarto, Wagner, Mozart y Monteverdi (vale, Haendel), que me producen un estado de ánimo similar al que me producen Dreyer, Mizoguchi o Satyajit Ray. Verdi y Puccini digamos que son como John Ford y Howard Hawks. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Pasado el descanso empiezo a escuchar esa ópera que ya conocía con verdadero placer y mi cabeza empieza a crear, fabular planes, proyectos y posibilidades. Monteverdi es uno de los más grandes, su música abre los poros, la mente, expande la vida y se infiltra en el aire como un dulce, poderoso veneno que pocos igualan, los referidos.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Al final, extrañamente, contradictoriamente salgo muy contento. Versión musical de Savall, interpretada por Le Concert des Nations, en las tres últimas funciones dirigido por Luca Guglielmi (esa letra pequeña enojosa del Liceu que sorprendió a alguno), pero bueno, Guglielmi es de la misma casa y por mi parte sería muy pretencioso pretender que si cierro los ojos distinguiría su dirección de la de Savall.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin: 0.5em 0px 0px; orphans: 2; overflow-wrap: break-word; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: pre-wrap; widows: 2; word-spacing: 0px;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;">Al final, extrañamente, contradictoriamente salgo muy contento. Monteverdi puede con todo, es más grande que la vida. Bieito, por supuesto, no es rival para él.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;"> </div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: start;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/aoqAHZ3UEzA" width="320" youtube-src-id="aoqAHZ3UEzA"></iframe></div><br /> </div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-88941252073531258052023-08-14T21:38:00.002+02:002023-08-14T21:38:34.524+02:00JEANNE DIELMAN, 23, QUAI DU COMMERCE, 1080 BRUXELLES<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic5-67mZsGEils_6g9VbknKG591xGkgkKstEJA9YHMicuB5CcCMfMR4uFPg7UaRnCeJJ_PeVYyVsrc7eKt0iCrgLDB5cicrvpUL8wTYGDo_xeAe_mx0Dw5o3toNaMIjL78x22_MR24zHLl21jykfZotdkBsUhAhDjEsxISa12rO18GqsLGwxyu55vmtHU/s1073/16700766285887.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="604" data-original-width="1073" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic5-67mZsGEils_6g9VbknKG591xGkgkKstEJA9YHMicuB5CcCMfMR4uFPg7UaRnCeJJ_PeVYyVsrc7eKt0iCrgLDB5cicrvpUL8wTYGDo_xeAe_mx0Dw5o3toNaMIjL78x22_MR24zHLl21jykfZotdkBsUhAhDjEsxISa12rO18GqsLGwxyu55vmtHU/s320/16700766285887.png" width="320" /></a></div><br /><p>(10 de diciembre de 2002)</p><p><span style="font-size: medium;"> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; white-space-collapse: preserve;">"Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles" (1975): Hay un limbo en internet donde algunos escritos se han perdido que me impide determinar con exactitud cuándo vi esta película por primera vez. Yo apuesto por el año 2009, hace ya una eternidad, quizás por el verano, quizás otoño, Navidad, no sé, eso ya no soy capaz de fijarlo. Hay a lo sumo un fragmento de febrero de 2010 donde escribo:</span></span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">"Una de las experiencias más marcianas y a la postre memorables, una</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">película <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>brillantentemente artificiosa, y que supongo que estará</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">planificadísima y estructuradísima aunque los hechos que filma sean o</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">parezcan absolutamente banales y espontáneos".</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Desde que la vi me pareció admirable, sin dejar por ello de dar rienda suelta a todo el sentido del humor posible a costa de los filetes empanados, y al estupor de quienes me rodean por ver tanta delectación en la contemplación de hechos cotidianos.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">La admiración y el humor (y por qué no el estupor) han llegado hasta hoy. Ahora que se ha coronado inesperadamente como mejor película en la encuesta de Sight and sound, y de lo que opino de ello no me repetiré más, llegaba el sugestivo momento de volver a verla.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Y me he puesto nada más y nada menos que a las 6,30h, porque el resto del año tolero, qué remedio, que las películas puedan interrumpirse, sino el cine se habría terminado, pero me parecía que había que volver a ver los 201 minutos del tirón.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Confirmo que es una película de un elaboradísimo artificio, algo que creo que no disgustaba a la propia Chantal Akerman (que firma como Chantal Anne Akerman). Es una película que solo puede mantener su dilatadísimo ritmo a base de coreografiar minuciosamente los mecánicos y rutinarios movimientos de Delphine Seyrig. De ahí que a veces se perciban como un tanto falsos o impostados, pero ese artificio es el que sostiene que la película sea visible y no absolutamente insoportable.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Esa coreografía me parece fundamental porque la hace visible y porque es la que vertebra la historia que la película cuenta: la fisura en una vida cotidiana condenada a la repetición y a las inercias, tanto domésticas como vitales (en los escasos diálogos de Jeanne con su hijo se trasluce que su pasado ha seguido idéntica tónica a la que sigue el presente).</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Me parece una película extraordinaria, tanto por su narración, que la tiene, y la película cuenta una historia con pies y cabeza que se cierra totalmente sobre si misma, como por la posibilidad de acogerse al gusto por el detalle, por el cuidadoso atrezzo de las rutinas de la casa, qué usa Jeanne, qué compra, qué cocina, qué hace, cómo lo hace, el Ajax para limpiar el baño, el bote verde que uno diría que es el Fairy aunque no ponga Fairy, y por los variopintos lugares del día a día que Jeanne visita: correos (¿nunca van a atender a esa anciana?, la zapatería, el colmado, la cafetería...). Esa fascinación intemporal por otros tiempos, por otros lugares, algo que retiene el cine y que cuando la cotidianeidad es uno de los temas llega a alcanzar cotas de hipnosis elevadísimas.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">El único pero es que creo que es una película que sigue en el mismo punto en que la dejé hace casi quince años. No es que se haya desmoronado, es que está tan bien dirigida y tan bien controladas sus capas y sus variables, que es difícil añadirle algo más a medida que pasa el tiempo, tu experiencia o tu estado de ánimo. El peor defecto de "Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles" es que sigue siendo, aunque sea para bien, exactamente la misma que la primera vez.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">PD1: Esta vez ya sabía el argumento, después de la harina venía el huevo y al acabar el pan rallado.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">PD2: A las 8,30h se levanta mi hijo mayor y se sienta conmigo en el sofá, a las 9,20h exclama "papá, has parado la película" "que no" "que sí, que esa señora se ha sentado en el sofá y no se mueve, llleva mucho rato así" (yo mismo confieso que he empezado a dudarlo).</div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-21777458557201954062023-08-14T18:33:00.002+02:002023-08-14T21:34:46.969+02:00CENTAUROS DEL DESIERTO<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ8a0ykWBwyhodIAKXPbaw9SObxyJdE8GRBAoAVITwuhDEtqi0ynSl2cH99Hw8pB62OYFjS7Ff9hi5IUXmJYhvjkr8DBeyhLHZNI3hJz2T5sDAMOKuF2jG2RI-oEkWxiRRFnSrHwrqYwGjnKtiKur38g2Iq1iiCSNW4nDP2cl0q9cQwhQyU0w5SrTcZDE/s1000/315434341_10224530158174483_5583358725596117232_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="666" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ8a0ykWBwyhodIAKXPbaw9SObxyJdE8GRBAoAVITwuhDEtqi0ynSl2cH99Hw8pB62OYFjS7Ff9hi5IUXmJYhvjkr8DBeyhLHZNI3hJz2T5sDAMOKuF2jG2RI-oEkWxiRRFnSrHwrqYwGjnKtiKur38g2Iq1iiCSNW4nDP2cl0q9cQwhQyU0w5SrTcZDE/s320/315434341_10224530158174483_5583358725596117232_n.jpg" width="213" /></a></div><br /><p><br /></p><p>(12 de noviembre 2022)</p><p> <span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Tras una semana demoledora culminada con uno de esos virus virulentos y rápidos, qué mejor manera de irse a dormir reestablecido y preparado para volver a la posición inicial.Seguimos jugando a las hemerotecas. Descubrí esta película en el pase del jueves 28 de octubre de 1993 en TVE-1. Ese pase tan comentado que vio José Luis Guarner antes de fallecer. Lo que no hizo más que acrecentar un mito que ya alimentaba Pumares desde la radio. Luego </span><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">la compré en vhs y la vi decenas de veces. Siempre con la misma emoción de no discutir su maestría pero de pensar que los 20-30 minutos iniciales eran un misterio de la estirpe de los Dreyer, de los Mizoguchi y compañía que estaban aún más altos que el resto de la película, que de alguna manera "bajaba" un escalón a la terrenalidad del cine. La gasté un tanto y más o menos la dejé aparcada tras un pase en pantalla de cine en los Meliès a principios del nuevo siglo. </span></p><p><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Recuperada en un blu-ray portentoso bendigo todo el tiempo que ha estado aparcada y creo que su recorrido no ha terminado todavía, el misterio de su inicio, que es el que ha hecho correr tantos ríos de tinta, sigue ahí intacto, pero para los restos se impone otro misterio, el del resto de esa película tan irregular, tan llena de meandros, de cambios de voz narrativa, de dilataciones. De una hermosísima y conmovedora emoción que linda con la Modernidad del Cine, que ya se vivía en Hollywood a su manera, y no por influencia de Europa sino como una evolución e inquietud natural del propio Arte hacia nuevas formas. Una Modernidad edificada sobre los cimientos del clasicismo, y eso lo hace sentir muy bien Max Steiner.No hay ninguna película mejor.</span></p>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-12833379442328571262023-07-30T16:47:00.001+02:002023-07-30T16:47:00.142+02:00EL VIAJE A LYON<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Me ha impresionado muy gratamente "El viaje a Lyon" (Claudia Von Alemann, 1981). Y ojalá MUBI se entregara más a menudo al rescate de obras singulares y ocultas de esta categoría, cuyos derechos no estén también en otras plataformas, en el fondo acabaré añorando los tiempos de las 30 únicas películas. Creo que en las posibles coordenadas de un cine feminista, ése donde se retrata a una mujer que no se define por de quién y cuándo se enamora, o por cómo mira un hombre, la </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">película de Von Alemann es de un rigor cinematográfico equiparable al de una "Jeanne Dielman", por parecidos motivos podría ser ésta también "la mejor película de la Historia del Cine". Cuenta el viaje de una historiadora alemana a Lyon tras las huellas de la activista del siglo XIX Flora Tristan, en un intento de capturar todo aquello diferente "a lo que ya se sabe", en un viaje que intenta atrapar las imágenes, sonidos y los olores de lo que debió vivir, intentando reconstruir una memoria femenina que combatió en la lucha de clases a la vez que se daba de bruces con ella: sin olvidar otras memorias como la de los judios ¿arrestados? en Lyon durante la ocupación nazi. Es una película de unos encuadres desde una distancia honesta y respetuosa con lo que sucede, pausada en las coordenadas de un cine de autor que exige atención pero de ninguna manera dejada ir en tiempos muertos vacíos y sin sentido. Todo el periplo lionés de esta mujer desde las albóndigas de lucio hasta el violín final está seriamente pensado y sensiblemente explicado. Soberbia.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpKZK9HqGWwkNYejIOL94SADrrbilrdNV_FS__dfgdpgHqzO7_fYd-lMk8zVPloMt_A6UiMADzGthDo3ef_ZuFMsxPzJLYwzqvStIlLYMxa6bro2MWI70CPTXVZewf2INMbDditPqKpPz_px5BrlFcTGJ8VmjWgy4A47vwAIf4a-U-zrqYaneRdbizMhI/s880/345577960_908883763678265_3598437525344464656_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="495" data-original-width="880" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpKZK9HqGWwkNYejIOL94SADrrbilrdNV_FS__dfgdpgHqzO7_fYd-lMk8zVPloMt_A6UiMADzGthDo3ef_ZuFMsxPzJLYwzqvStIlLYMxa6bro2MWI70CPTXVZewf2INMbDditPqKpPz_px5BrlFcTGJ8VmjWgy4A47vwAIf4a-U-zrqYaneRdbizMhI/s320/345577960_908883763678265_3598437525344464656_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-40389650490378297872023-07-29T16:44:00.001+02:002023-07-29T16:44:00.165+02:00EL MUNDO DE SUZIE WONG<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Antes de filmar "Un extraño en mi vida", que quizás sea su obra maestra, Richard Quine hizo este melodrama desconcertante y contradictorio o no tanto. Me ha recordado un poco a todo lo que se comenta de la obra de su compadre Blake Edwards "Desayuno con diamantes". Que si se ocultó que Holly es una prostituta, que si tenía que ser Marilyn Monroe, que si la película era muy timorata. (Aún recuerdo haber leído en alguna parte que Sharon Stone imploró a un Edwards ya veterano </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">hacer un remake como Dios manda). </span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Por el contrario "El mundo de Suzie Wong" es una película de una franqueza irrebatible. Ella es una prostituta y se dice a las claras, ella se le ofrece a él a las claras con contrato fijo. Sin embargo la franqueza, aunque un tanto llamativa en 1960, más o menos en la época de "The Chapman report" de Cukor, tampoco es un valor que diga nada por si mismo ni para bien ni para mal. A Quine, más allá de la estilización de su puesta en escena, algo que llevaban de serie casi todos los directores de entidad del Cinquecento norteamericano, le cuesta mucho mantener un film que creo que se resiente del carácter de su personaje masculino. William Holden interpreta a un artista al que se le pueden discutir sus motivaciones, no le importa la diferencia de edad pero le puede su moralismo, lo malo es que es un personaje esencialmente bueno y honorable, al menos comparado con la plétora de blancos que explotan la miseria de un Hong Kong masificado y en el que se pasa una hambruna de la que Wong Kar Wai no nos había hablado demasiado entre bolero y bolero. Y siendo bueno y honorable, que debería ser motivo de aplauso, dramáticamente resulta un tanto pelma, tan pelma que tarda hora y media en suceder lo mínimo que debería suceder en una historia de personajes de carne y hueso, a menos que tengas algo a cambio que contar o quieras ir por el camino de la amistad o el paternalismo. Pero no, a la hora y media se demuestra que esto no va de amistad ni de paternalismo y te queda media hora en la que no da tiempo de cundir ni rentabilizar ninguna química o lírica entre la pareja protagonista. Sobre todo porque William Holden lleva hora y media sin dejarse caer ante el deseo por Nancy Kwan (y hora y media en cine es demasiado tiempo). A la hora y media como no vamos a ninguna parte no solo se deja caer sino que la película se saca otro as de la manga argumental, rechoncho y hermosote, que no tiene tampoco el menor sentido dramático.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Lo mejor es ese Hong Kong de los 60, esos vestidos que ya conocíamos gracias a Maggie Cheung y que Nancy Kwan sabe llevar también muy bien, y ese estilo de Quine para mi brillante pero carente de ese toque lírico que se consigue en las películas de forma misteriosa entre plano y plano, entre mirada y mirada, en la significación de los objetos y los lugares, que no está en los diálogos ni en lo que sucede. Aquí ese toque para mi está totalmente ausente, sí lo veo más claro por ejemplo, por compararla con un film de coordenadas similares en "La colina del adiós" de Henry King, aunque ese toque Quine estaba en ese momento a puntito de conseguirlo no con ayuda de Holden sino de Kirk Douglas y Kim Novak.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOQEm9A6MvJNMBlE75_7JVyLfYoTmfIAZ5TdBJRaPEywHmMagkwHi4K52SYhf5AqNfr3bBx62Oc4fRhvjMrVGINgvov1FqM0XdsHeeJTqouVp9va9X8np9fCGut2-jXO_HtscF17eWd-NLowKVuUTsN4nVw2q6XxLf3jcR4-cAMLPKFpKdyzbubswSrtA/s640/349996514_748944470292491_3338899273576665867_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="356" data-original-width="640" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOQEm9A6MvJNMBlE75_7JVyLfYoTmfIAZ5TdBJRaPEywHmMagkwHi4K52SYhf5AqNfr3bBx62Oc4fRhvjMrVGINgvov1FqM0XdsHeeJTqouVp9va9X8np9fCGut2-jXO_HtscF17eWd-NLowKVuUTsN4nVw2q6XxLf3jcR4-cAMLPKFpKdyzbubswSrtA/s320/349996514_748944470292491_3338899273576665867_n.jpg" width="320" /></a></div><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-71746463909184525952023-07-28T16:41:00.001+02:002023-07-28T16:41:00.147+02:00INDIANA JONES Y EL DIAL DEL DESTINO <p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Intentando hacer honor a no forzar tesis peregrinas, ayer veíamos "La última cruzada" y me parece una película indiscutiblemente brillante pero unidireccional, una película sobre la que o no tengo nada que decir o tengo la sensación de que todos diríamos casi lo mismo. De una brillantez teledirigida.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Hoy, sin pasar todavía por la calavera de cristal hemos saltado directamente a "El dial del destino". Iba un tanto cauteloso por tantas malas críticas y también por qué no <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>reconocerlo por cierta saturación con el personaje. Y respetando la premisa inicial, no desbarrar si la película no incluye invitación expresa para hacerlo, he de decir que no lo hemos pasado nada mal.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Bueno, sin lanzar las campanas al vuelo. Son más de dos horas y media que sin llegar a parecerme estupendas no se me han hecho nada pesadas. Me sigue pareciendo que la franquicia está por encima de su tiempo, o quizás es que de su tiempo veo ya tan poco que la comparación no es justa ni ajustada a la realidad. Pero creo que en una época no ya de series, sino de videos cortos, horrorizados por el trailer de "Barbie" (con Noah Baumbach en el guion), es ésta una película que se ve muy bien y eso que está construida a base de unos cinco bloques de largas escenas de acción, algo aterrador sobre el papel. Las escenas no son ninguna virguería pero se ve bien lo que está pasando, no me resultan excesivamente ruidosas ni me cansan, que para lo vejestorio que estoy hecho yo también (como el doctor Jones) es un dato significativo.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Me encanta el fundido que hay entre la pieza inicial en los años 40 al apartamento del personaje a finales de los 60 (comparable a la cerilla de Lawrence de Arabia y al monolito en la magnitud del salto narrativo). Me encanta el último bloque de la película, un bello tributo a la Antigüedad, que es uno de los motivos de la serie, y me encanta ese epílogo que tiene un aire homologable al final de la última de Easwtood. Creo que hay un cierto subtexto político, no tan diferente ni más enfático al que podrían tener otras películas de aventuras o fantásticas, no solo por los nazis, que vuelven una y otra vez sino por cómo aflora la discriminación racial y las protestas de los sesenta.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Y no sé, que no me partiría la cara por ella pero no me ha provocado ni el más mínimo atisbo de disgusto. Que la sala estaba bastante vacía y que no apostaría nada sobre cómo se va a ver esta película en un tiempo, quizás no se vea de ninguna manera, no se hable de ella o no signifique nada. Tampoco sé interpretar en qué ni por qué es una película relacionada con su tiempo. Me parece un objeto un tanto desconcertante difícil de descifrar o identificar, no sé a qué se parece ni con qué relacionarlo. Pero creo que por una vez, que no abundan, hemos conseguido estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. No en nuestros gustos u opiniones, sino estando allí. No me pregunten por qué.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkrBEmpKdnj4mGDwwT2xk5P-N-3l4Ii2UZ3W1PuJAvx5JC-2pYZnAH-ckSP3r-xAJNi4DF4lK4ONCCjStb6aUf4pctOfV977qYZK8kKihhDmuv-P-IihuGSoKiD2pFbDpP3fYInnen4Ds5E-m6CNHJuYTNhMrif12Ggow7g_P3gRjLgCMEiW8ofFIrSPE/s1200/359352836_10225947127997843_2151253079406452748_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="829" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkrBEmpKdnj4mGDwwT2xk5P-N-3l4Ii2UZ3W1PuJAvx5JC-2pYZnAH-ckSP3r-xAJNi4DF4lK4ONCCjStb6aUf4pctOfV977qYZK8kKihhDmuv-P-IihuGSoKiD2pFbDpP3fYInnen4Ds5E-m6CNHJuYTNhMrif12Ggow7g_P3gRjLgCMEiW8ofFIrSPE/s320/359352836_10225947127997843_2151253079406452748_n.jpg" width="221" /></a></div><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-28909329340760482572023-07-27T16:38:00.001+02:002023-07-27T16:38:00.153+02:00MISIÓN IMPOSIBLE:SENTENCIA MORTAL-PARTE 1<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Albert Serra mencionaba en una entrevista a Tom Cruise como a alguien en quien veía reflejado su empeño por hacer películas cuyo visionado en pantalla grande fuese insustituible. Por mucho que nada de lo que diga el director de Banyoles sea jamás considerado en serio, es evidente que las películas de ambos guardan eso en común, son experiencias diseñadas de tal forma que pierden gran parte de su sentido vistas en casa (lo cual no habría que insistir, lo digo una vez más, que </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">signifique nada parecido a "si no la has visto en cine no puedes opinar" ni ningún maximalismo ante el cual nos podamos poner susceptibles, no, no es eso, hablo de otra cosa).</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">De un tiempo a esta parte Tom Cruise ha encontrado en la saga de "Misión imposible" un camino creativo que cumple perfectamente con ese empeño de convertir a la película en un acontecimiento para la sala, grande y aliado en las tres últimas con el director Christopher McQuarrie, colaborador habitual suyo en otras películas, han apuntalado la que seguramente sea a día de hoy la mejor saga del cine estadounidense con dramática diferencia.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0BuMcYkO3yTxQlTuMFb4TgjX4FrMnoVx12gOfGXmIFCxy4yNs7Wq_eTm5BLkPbdJpUopt-BPR-jyRYXng3GRMCcjHUBJCmzap7apXvPpBZeKWEQl5bhoa8bxWdKnYCniMDK_Ub-49SmC2O6h0kjQoz7rjdG5QKEPkScLNtDxR3FJkEmM82HGLLJrLmgI/s1200/347634598_10225972475351511_7811165942207264933_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0BuMcYkO3yTxQlTuMFb4TgjX4FrMnoVx12gOfGXmIFCxy4yNs7Wq_eTm5BLkPbdJpUopt-BPR-jyRYXng3GRMCcjHUBJCmzap7apXvPpBZeKWEQl5bhoa8bxWdKnYCniMDK_Ub-49SmC2O6h0kjQoz7rjdG5QKEPkScLNtDxR3FJkEmM82HGLLJrLmgI/s320/347634598_10225972475351511_7811165942207264933_n.jpg" width="320" /></a></div><br /></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Más allá de intentar glosar las evidentes virtudes de una pieza maestra de orfebrería tan extraordinaria como "Misión imposible: sentencia mortal - Parte 1" o de explicar y reivindicar lo que no necesita ser revindicado (¿cuantas palmas de oro en Cannes de los últimos 10 años son mejores que esta película?), creo que sí que hay que lamentarse de que tanto para Serra como para Cruise estas películas empiezan a ser un acto de resistencia. Misión imposible se acaba de estrenar y quizás le vaya bien, no podría decirlo ahora, pero yo hoy he respirado en la sala de un centro comercial céntrico el mismo aire funerario que el respirado en "Indiana Jones 5" el domingo pasado, de la que ya se habla que ha quedado por debajo de las expectativas:¿viviremos el final de estas películas?.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Al final parece que no vaya a ser un cambio de hábitos el que acabe con este cine sino una mutación en la especie humana que dificulta la atención: un capital humano que hay que seguir cuidando como sea. Tengo la sensación que ya nadie (o mucha menos gente que antes) quiere meterse a ver una película de 163 minutos. Y mira que no le pesa ni uno solo, está contada de una forma tan virtuosamente formidable que difícilmente puede aburrir al gran público de toda la vida. Hoy era laborable pero al salir las calles estaban a rebosar de gente como nunca, es decir estaban disponibles para ir al cine.¿Qué sucede exactamente pues?</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Quizás lo único bueno que puede quedar de esto es que una vez que no son objeto de culto mayoritario ya se puede hablar en serio, nótese la ironía, de su filiación y su fibra Hitchcok (insuflada de algún modo en el título fundacional de De Palma), fibra de la que hay tantos ejemplos en películas anteriores de la saga, de su macguffin llevado hasta el delirio (tres horas entorno a una llave que nos importa más que nada no interesándonos en el fondo lo más mínimo). Quizás se pueda hablar de la orquestación de sus secuencias, llevada en volandas no solo por un prodigioso montaje sino por una coreografía dentro de los planos pluscuamperfecta. Y de cómo si hay algo llamado cine de acción alcanza en estas películas su quintaesencia, equilibrio y cima más perfecta, a través de la concepción creativa de piezas aisladas que constituirían por si mismas tomadas de forma aislada en otras tantas obras maestras. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">No he vuelto a ellas, salvo a la primera de Brian, la tercera no la he visto y creo que ya se me ha pasado la oportunidad de verla de verdad, la sexta tuve que verla en casa y apreciándola no fue lo mismo pero creo que la cuarta, la quinta y esta séptima para mi constituyen sesiones de sala tan memorables que en lugar de volver a ellas en casa solo cabe conjurarme ante la llegada de la octava a las salas el verano que viene.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Ojalá tengan en algún momento sus herederas, que estos espectáculos no se acaben nunca y que no sean solo el hermosísimo y definitivo testamento de una de las mil formas y posibilidades de entender el gran e inagotable cine.</div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-20952452033282773382023-07-26T16:36:00.001+02:002023-07-26T16:36:00.152+02:00ABRÁZAME FUERTE<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">No es fácil explicar el desconcierto y las sensaciones contradictorias que despierta "Abrázame fuerte", aunque creo que Mathieu Amalric explica muy bien el proceso creativo (enlace abajo). Es una entrevista muy curiosa porque describe y reconoce la gran variedad de pensamientos, sensaciones e hipótesis que se le pueden pasar al espectador por la cabeza y a mi en efecto se me pasaron. </span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Aunque no tarda en poner sobre la pista de lo que sucede, no hay nada tan concluyente ni <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>explícito como para no pensar que nos están contando una historia de una vulgaridad y de una desgana indignas de este director. Amalric nunca ha sido un tipo con un mundo personal propio pero la gran variedad de materiales que ha utilizado y el entusiasmo que ha depositado en ellos hace que en una parte de esta película estés pensando que es la obra suya más dejada.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Poco a poco vas confirmando una idea que a mi francamente me parece de una gran belleza pero la idea toma cuerpo plenamente en una escena final que concluye el moldeado al mismo tiempo que desaparece ante nuestros ojos.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Es de esas películas que tienen más fuerza en el recuerdo que mientras las ves y de las que se sugiere un segundo visionado, una fuerza más teórica que práctica, como dice algún crítico. ¿Existía otra manera de plantearla?. Quizás no. Y con Vicky Krieps me pasa lo mismo, me parece una elección desafortunada, llena de tics y poses pero al tiempo que descubro la verdadera naturaleza de la película me va pareciendo que su interpretación tiene más sentido.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdtdFHAvexi2_18LxACtcV2dJ91HnOZJGusjSF0l71gwTKw_NWUIGQMnRzoxyGz2UTddyAi8AY0jxIzuRpvG-Q1OD_iUnjMzU5ZqFfd3KqM37lZ3U3MUOcn93Eg5uiHpPq5fFD3ZjH37Nv3m7QR7X4rzcwm9KJ6UuHyvJqE2ioK6dzY2BjH0MhjjBvmbg/s2048/362206901_10226017680801619_8307461047896179357_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="2048" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdtdFHAvexi2_18LxACtcV2dJ91HnOZJGusjSF0l71gwTKw_NWUIGQMnRzoxyGz2UTddyAi8AY0jxIzuRpvG-Q1OD_iUnjMzU5ZqFfd3KqM37lZ3U3MUOcn93Eg5uiHpPq5fFD3ZjH37Nv3m7QR7X4rzcwm9KJ6UuHyvJqE2ioK6dzY2BjH0MhjjBvmbg/s320/362206901_10226017680801619_8307461047896179357_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-81362001324746378552023-07-25T16:36:00.001+02:002023-07-25T16:36:06.548+02:00PLAYTIME<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Una cierta noción de "esfuerzo" en el arte me parece que no es una mala idea del todo. Me refiero a ir un poco en contra de las apetencias primeras y no renunciar a trabajárselo para llegar a obtener resultados. Reconozco que siempre me había dado un poco de pereza "Playtime" (Jacques Tati, 1967) por llevar al paroxismo un humor visual que nunca ha sido una de mis principales aficiones. Lo había intentado varias veces y lo había dejado para mejor ocasión.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Esta vez estaba <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>convencido de que era la ocasión y aún así la contemplo un buen rato aburriéndome un poco sin llegar a entrar pero con la condescendencia de ver en todo momento una deslumbrante y difícilmente discutible obra maestra aunque no sea "de las mías".</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Lo que pasa es que llega un punto en que el poderío apabullante de la película es tal que ya no me ha dejado permanecer en esa condescendencia tontorrona. Si su genialidad sin interrupción puede resultar agotadora, llega un punto de la película en que ese agotamiento se va conviertiendo en embriaguez, en risa liberadora, todos tus mecanismos ceden por completo y al llegar finalmente a esa larga fiesta nocturna en el restaurante ya le estás haciendo la ola a una película que acaba resultando emocionante y emotiva incluso dejando en los huesos un etéreo esqueleto argumental. Es una emoción estética, conceptual.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Las hay dirigidas por humanos y las hay dirigidas por dioses con un poder omnímodo sobre todo lo que aparece en plano. Yo siempre ha sido más favorable a las películas humanas e imperfectas pero "Playtime" no se sitúa al otro lado de la balanza, "Playtime" se sitúa en un lugar indeterminado del universo, un lugar de absoluta grandeza y de batir palmas, en balanzas de otras galaxias.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEHEwmDlc1fIhDVQh5ObGAnW6IqtMQIpGCgUt6sxS8MF5dmADwzOj2J_isqL5-aHn-D0I7JXBOz7mIDbfvTRIXSBKUITTMrXFFziJwexvNf-bmEMlpRmChrf4SxjYA1GZTz18R19TCxpRk07ejTxmk4zeGbiPsXj4CJB2W_BDl5xAhy5C2_j_tERFIUGY/s1280/362633327_10226030299597081_3835978711373690742_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEHEwmDlc1fIhDVQh5ObGAnW6IqtMQIpGCgUt6sxS8MF5dmADwzOj2J_isqL5-aHn-D0I7JXBOz7mIDbfvTRIXSBKUITTMrXFFziJwexvNf-bmEMlpRmChrf4SxjYA1GZTz18R19TCxpRk07ejTxmk4zeGbiPsXj4CJB2W_BDl5xAhy5C2_j_tERFIUGY/s320/362633327_10226030299597081_3835978711373690742_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-45247321240421803162023-07-20T10:47:00.000+02:002023-07-20T10:47:00.121+02:00EL VIENTO NOS LLEVARÁ<p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-i2sWCgyQrrbS08zqvEU9GQL-30iQOZsj_m9AHtnoriYCBjf3bD8G9a1YAt2WsZvBh7-WJW2dtPQ2-_UEoncwi3TkXwlY_8Nri1mj_IdD8Cu0EyM9Nu2Rs13ZhPMxBGayyDOvLTQcp9kj_8WplsE47nDiMMauh1g3zO_rsCQXcV2HFMgvG5ZGcU6X1Is/s640/349197716_10225995286201768_1886597969732044515_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="336" data-original-width="640" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-i2sWCgyQrrbS08zqvEU9GQL-30iQOZsj_m9AHtnoriYCBjf3bD8G9a1YAt2WsZvBh7-WJW2dtPQ2-_UEoncwi3TkXwlY_8Nri1mj_IdD8Cu0EyM9Nu2Rs13ZhPMxBGayyDOvLTQcp9kj_8WplsE47nDiMMauh1g3zO_rsCQXcV2HFMgvG5ZGcU6X1Is/s320/349197716_10225995286201768_1886597969732044515_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;"><br /></span><p></p><p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;">Hay más de 400 km entre Koker y la aldea kurda Siah Darreh en la que transcurre "El viento nos llevará" (Abbas Kiarostami, 1999) pero parecería que habitamos el mismo lugar contemplando los balcones floridos y los zigzag del paisaje. Abbas Kiarostami atraviesa el país desde Teheran para llegar a un lugar donde la muerte aguarda pacientemente y la falta de cobertura del móvil lleva a una situación ridícula.</span></p><br style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;" /><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;">Constancia y ocultación. Cuando un personaje de Kiarostami sube un risco lo sube de verdad y tú lo vas a ver. Se nos pide mirar y acompañarlos en el camino. Vivirlo. Aunque el camino también esté lleno de fueras de campo, de personajes que no se ven nunca o de un protagonista confundido con el director que habla, pregunta, conversa desde el coche.</span><br style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;" /><br style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;" /><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px;">Al final el paisajismo es un humanismo parafraseando a aquél. La vida sí, es una espera paciente de la muerte en medio de otras esperas grotescas y sin sentido pero no tenemos noticia de que haya nada más hermoso. El cementerio podría llevarnos a Shakespeare o a John Ford, artistas en la estela y con la grandeza del iraní, pero la homenajeada es la poetisa Forough Farrokhzad, que la cinefilia conocerá por la película "La maison est noir", una película inscrita en la Historia del Cine de la que el legado de Kiarostami no le resulta nada ajeno a su vitalismo y dignidad</span>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-87248921454482290662023-07-16T22:33:00.005+02:002023-07-16T22:33:55.037+02:00IL TROVATORE<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Tarde de gloria en el Liceu. No sé, no sé, de la misma manera que la venta de antibióticos está limitada, yo creo que el número de puestas en escena de La Fura dels Baus que uno puede ver en un año también tendría que estarlo. Ahora "Il trovatore" de Verdi. Acaba octubre y era a finales de julio cuando escribía en en esta misma sección que le podía conceder el beneficio de la duda a las cruces de la "Norma" de Àlex Ollé. Procuro concedérsela a las moderneces operísticas, por </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">no causarme úlceras y porque puedo entender que no se quiera hacer por los siglos de los siglos "El caballero de la rosa" con los mismos floripondios dieciochescos de siempre. Sin embargo el tragazo de tener que encontrarse a Ollé tres meses después con otra de las suyas ya resulta algo indigesto y resulta imposible reirle las gracias a todo.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Esta vez se trata, y una vez más a manos del escenógrafo Alfons Flores, de una serie de monolitos kubrickianos en escena que suben y bajan, introduciéndose en unos agujeros en el suelo que les permiten simular trincheras o lápidas en una supuesta I Guerra Mundial, siempre hay una justificación simbólica explicada a la prensa, esta vez la idea de "trauma", una justificación que en escena es absolutamente inoperante e irrelevante. Todo el juego escénico gira entorno a cómo y cuántos monolitos suben y bajan en cada momento, a la manera un pesadísimo engendro mecánico que presidía también la valquiria del MET en el 18-19, las más aburrida valquiria que puedo recordar y que puede hacerse.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Los monolitos convierten el escenario en algo absolutamente gris y monótono, ante los cuales los uniformes militares con colores apagados no pueden hacer nada mucho mejor. Es casi como ver el escenario totalmente desnudo sin escenografía y resulta difícil transmitir pero no tanto imaginar como una música que siempre has juzgado como apasionante puede acabar resultando también monótona ante este verdadero disparate escénico, esta parida que lo único que hace es desvirtuar y hacer cuesta arriba y muy soporífera una ópera que nunca te lo ha parecido. Modernidad y audacias no necesariamente son paridas y ¡ya está bien de paridas!.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">La parte de Verdi cumple. Juan Jesús Rodrígez, Saioa Hernández, Ksenia Dudnikova como Azucena y un entusiasta Vittorio Grigolo que saludó histriónicamente como buscando una ovación del público que fue buena aunque quizás él la esperara mayor, a la neoyorkina, bajo la dirección de Ricardo Frizza y unos coros del Liceu que estuvieron completamente ausentes en el telón final, por motivos que el público no se explicaba (eso con Conxita García no pasaba...me digo yo).Quale d'armi fragor poc'anzi intesi?, L'onda de' suoni mistici o los cinco minutos finales, una de mis páginas favoritas de la historia de la ópera y uno de los momentos dramáticos más conseguidos por su integración entre libreto y música, en especial desde Ha quest'infame l'amor venduto...venduto un core che mio giurò! culminando en ese "E vivo ancor!":final que sigue dejándome la piel de gallina en un fulgor que ni todas las furas del mundo pueden apagar.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Comentar también que conseguí sentarme en platea, y que además no ser de ese mundo ni por familia ni por profesión, ayer cabe decir que no había nada que ver tan cerca, y que me resultó un tanto decepcionante la visión bidimensional que se tiene de la escena desde tan cerca. El punto de vista me parece más interesante y rico subiendo arriba (no demasiado si es posible), yo creo que lo veo así por culpa de Scorsese. Y es que desde arriba miro alguna vez al público (culpa de Scorsese), veo la profundidad del escenario, las interacciones entre el reparto con mayor detalle y sobre todo una de mis mayores debilidades, voy mirando también de tanto en tanto al director y a la orquesta, me encanta, siempre me ha encantado verlos trabajar en pleno dramatismo de la ópera y si en las realizaciones televisivas no se ve por lo menos en las oberturas e inicio de los actos me pongo nervioso. Me parece que no me gustaría entonces Bayreuth, que están bajo un foso. Ayer no pude ver nada de eso. Ya iremos combinando razonablemente.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/VZjBsi8CK64" width="320" youtube-src-id="VZjBsi8CK64"></iframe></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-89572856846298210142023-07-16T22:30:00.006+02:002023-07-16T22:30:59.700+02:00IL TRITTICO<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Tarde de gloria en el Liceu. Treinta y cinco años hace que no se veía en el coliseo de la Rambla "Il trittico" de Puccini íntegro, y curiosamente la más representada de ellas "Gianni Schicchi" es la única de las tres que no se ha visto aquí desde el 87. No era cuestión pues de dejar pasar otros treinta y cinco años estos relatos salvajes y no se podía faltar a esta primera función.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Esta vez, y creo que ya me conozco todas las zonas, he subido hasta el cuarto piso, donde me he <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>encontrado un cartel que da cuenta de que está instituida una asociación de liceistas del cuarto y quinto piso, que se consideran los más entusiastas del teatro y que hasta conceden un premio propio en el concurso internacional de canto. Y algo así me ha parecido percibir, ese entusiasmo, digo. Todo un trabajo de anttropología pasearse por todas las zonas.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Puccini pasó muchos años con el proyecto de tres óperas cortas entre manos, influido seguramente por el éxito de "pagliacci". Barajó relatos de Gorki y barajó algo relacionado con Dante, que finalmente inspira Schiccchi y dicen algunas fuentes que las tres óperas se corresponden con la estructura infierno-purgatorio-paraíso, pero yo qué sé, a mi eso me parece más cogido por los pelos.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">La noche del estreno, el 14 de diciembre de 1918 en el Metropolitan de Nueva York, Puccini no está presente por miedo a que una mina alemana perdida hunda su barco, a pesar de que la I Guerra Mundial había terminado un mes antes. Esa misma noche ya se dice que "Gianni Schicchi" es la mejor de las tres (impresión a la que yo no puedo sustraerme más de un siglo después). Y esa misma noche empiezan los problemas para trittico, ya que le empiezan a pedir los teatros las óperas por separado, en programa doble primero y más tarde de forma aislada, hasta llegar a lo que acabó siendo una costumbre, programar alguna de ellas junto a otra ópera corta. Totalmente en contra de lo que era el deseo del compositor, que se vieran las tres juntas siempre.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Vivida la experiencia creo que cabe aplaudir la ambición artística de Puccini, dada la dificultad de conseguir el calado dramático suficiente mediante la música en piezas tan cortas. Quizás se quede a medias pero no se puede negar el esfuerzo en el color musical y en la arquitectura teatral del trabajo. "Il tabarro" bordea lo romántico y lo tétrico, "Suor Angelica" lo místico, creo que a las dos les falta algo para redondearse, son bosquejos por fuerza, obras a medio gas pero al mismo tiempo haber renunciado casi desde el principio a representarlas juntas les ha hecho perder el potencial que tenían vistas sin solución de continuidad como hoy, ya que no ha habido ningún tipo de interrupción entre las dos, y ese tránsito de una obra a otra me ha parecido muy potente.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Pasado el descanso, y ahí no puedo sustraerme al tópico, la obra que ya conocía "Gianni Schicchi" ha vuelto a parecerme una espléndida comedia y la mejor armada de las tres.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/QxE6DkFG_tM" width="320" youtube-src-id="QxE6DkFG_tM"></iframe></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-19607118004882685462023-06-09T00:30:00.001+02:002023-06-09T00:30:00.147+02:00EL INFIERNO DEL ODIO<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">Imagino que vi esta película por primera vez en el año 2001, que es el que consta como año de la edición del vhs de Filmax. Sabía entonces que estaba basada en una novela de Ed MacBain pero no podía (o no acostumbraba) a documentar tanto como ahora, una novela perteneciente a una serie llamada "Comisaría 87", de la que tengo uno de sus episodios, no éste en particular, en la biblioteca casera, (en el apartado de los no leídos). Lo tengo porque me lo encontré caminando por la </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;">calle en un cajón de segunda mano expuesto al público, supongo que con el deseo de su propietario de deshacerse de los ejemplares. Pero un momento, ¿una serie de policias sirve de argumento a esta famosa obra sobre un industrial que ha de lidiar con el secuestro del hijo de su chófer, que es lo que yo recordaba?. Ahora vamos.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">"El infierno del odio" (Akira Kurosawa, 1963) empieza con una hora de metraje que resulta ser uno de los ejercicios de suspense más magistrales que jamás se hayan filmado. Un industrial de la zapatería femenina (espectacular Toshiro Mifune) en un momento clave de su trayectoria tras una secuencia de apertura demoledora, recibe la noticia de que su hijo ha sido secuestrado...aunque no ha sido exactamente así y se ve abocado a un conflicto individual donde sus propios valores y un conflicto de clases entran en liza en el espacio acotado de un fastuoso apartamento en las colinas de Yokohama.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Kurosawa te deja sin respiro y ojiplático en poco más de una hora, a través además de un insaciable juego de composiciones en ese apartamento y de maneras de situar a los personajes en el tablero de la tragedia, pero yo creo que acierta resolviendo rápidamente la tensión y el conflicto moral para evitar que la película acabe convirtiéndose en un ejercicio cinematográfico tan brillante como abocado a consumirse en si mismo una vez que se resuelve.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">La segunda parte de la película se repliega sobre si misma buscando al mismo tiempo explorar otros caminos. Kurosawa debe volver a todo lo que ha pasado en una hora, desplazando totalmente el foco de Mifune, que desaparece prácticamente de escena, al policía interpretadio por Tatsuya Nakadai en un resto de película que podría adscribirse al llamado "police procedural", en el que se enfatizan minuciosamente los pasos seguidos por Nakadai y su particular versión de la "comisaría 87" (con toda su camarilla de colegas) para dar con secuestrador y con dinero.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Es posible que en esa segunda parte el corazón ya no vaya a mil por hora pero de no haber tomado la decisión de cambiar el tono y bajar a los infiernos desacelerando el ritmo, la película se habría condenado seguro al fuego de artificio tan cegador como perecedero. Creo que anticipa el thriller moderno de un David Fincher o un Michael Mann, que proceden directamente de este Kurosawa, que a su vez se alimenta de la novelística policiaca estadounidense, en un juego infinito de bonitas retroalimentaciones. Y la película por su audacia, por su valentía para buscarse más allá de los confines que ella misma establece, sigue siendo una de las grandes obras maestras de Akira Kurosawa.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkc8ZyX6eyRgWDFSJtGb3423KOjEBy0dIFIPu5xpfEwGI9-vy9cgVAFbkoNIHsH7nCy7JfeJMj0_12DaQEd6w9kb8a9f3EuaK-pRIPC45xonPw9_LbWChRimsleBR12pfN0CxA0BbQuipKc_UeLXzj5Hc7S8CVGXVlNTn3Hk4cLmHuCVqXRdRCMrh2/s1452/342889806_1710322666103034_6558838690468941395_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="817" data-original-width="1452" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkc8ZyX6eyRgWDFSJtGb3423KOjEBy0dIFIPu5xpfEwGI9-vy9cgVAFbkoNIHsH7nCy7JfeJMj0_12DaQEd6w9kb8a9f3EuaK-pRIPC45xonPw9_LbWChRimsleBR12pfN0CxA0BbQuipKc_UeLXzj5Hc7S8CVGXVlNTn3Hk4cLmHuCVqXRdRCMrh2/s320/342889806_1710322666103034_6558838690468941395_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-76040231214048479282023-06-06T21:47:00.003+02:002023-06-06T21:47:44.174+02:00EL IDIOTA<p> <span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space-collapse: preserve;">Cuando tienes al mundo a tus pies es muy necesario que no esperes a hacer la película más loca, absurda e imposible que se te ocurra porque no sabes si vas a volver a tener esa oportunidad. A pesar de lo recurrentes que son estas adptaciones en el planeta Cine, "El idiota" (Akira Kurosawa, 1951) es esa película, que no ha reportado ninguna celebridad a Kurosawa, que quizás no era lo que se esperaba tras "Rashomon", que quizás muchos pensaran que mejor no la hubiera hecho pero </span><span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space-collapse: preserve;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space-collapse: preserve;">todo empeño de estas dimensiones perdido arroja un mundo mucho más triste.</span></p><p><span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space-collapse: preserve;">Recuerdo haber leído la novela de Dostoievski al inicio de 2015, en el marco de tres años memorables durante largos desayunos donde fueron desfilando ante mi un sinfín de clásicos mayúsculos de la literatura. No recuerdo de esta novela demasiados detalles argumentales pero sí recuerdo haberme dirigido tras el desayuno, bajo el frío de enero a mis clases como maestro de refuerzo de la expresión escrita, en un clima de euforia por el acto de escribir. Unas clases que nos acabarían llevando incluso a una ponencia en un congreso, que no es algo que uno en la educación primaria viva habitualmente, por si se me lee desde la universidad, ejem.</span></p><p><span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space-collapse: preserve;">La película de Kurosawa siempre me ha había dado pereza porque hay en ese loco empeño, un punto de mamotreto, un punto mamotrético o mamotétrico que hace huir al más pintado. 166 minutos adaptando un clásico imposible, de esos que casi siemre arrojan películas acartonadas.</span></p><p><span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space-collapse: preserve;">Algo de eso hay, sí, pero la película se guarda también una emoción similar a la que me deparaba la novela, una euforia por el acto de filmar (en lugar de por el de escribir). Si la carcasa dramática es algo polvorienta, vale, y hay que tener en cuenta que más de cuatro horas originales se pasaron a estos 166 minutos, sus imágenes están poseídas de un Kurosawa pletórico con ganas de construir planos y secuencias vibrantes donde los paisajes, las composiciones (tan suyas), las miradas y el manejo del tiempo sean elementos tan privilegiados como los capítulos en los que Dostoievski articula su obra. En términos cinematográficos, aún contraviniendo que Hitchcock considerara empeños así imposibles, y menos recortados, y aún contraviniendo que muchas veces yo estoy bastante de acuerdo, a mi me ha producido una enorme alegría.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs_hnWYS1pvFNEeDEQ05apyKY699KTva5fGLYoVmKYiCE5C_YhZ4Kppvi07jwR3f9KRxucvS544bGK5wOvr567UEgK1NTZ2b858vkWNuZanw8d6kNwdz-JwIrvLhLVzTSg-4WMhhN8y2Pxq9dFhc2W_zuDor2l6p_gqg1kYDMWVptc8jmNMmfviJm6/s1200/344939165_591416586419955_8428704574017229507_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs_hnWYS1pvFNEeDEQ05apyKY699KTva5fGLYoVmKYiCE5C_YhZ4Kppvi07jwR3f9KRxucvS544bGK5wOvr567UEgK1NTZ2b858vkWNuZanw8d6kNwdz-JwIrvLhLVzTSg-4WMhhN8y2Pxq9dFhc2W_zuDor2l6p_gqg1kYDMWVptc8jmNMmfviJm6/s320/344939165_591416586419955_8428704574017229507_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space-collapse: preserve;"><br /></span><p></p><div style="font-family: inherit;"><div class="x168nmei x13lgxp2 x30kzoy x9jhf4c x6ikm8r x10wlt62" data-visualcompletion="ignore-dynamic" style="border-radius: 0px 0px 8px 8px; font-family: inherit; overflow: hidden;"><div style="font-family: inherit;"><div style="font-family: inherit;"><div style="font-family: inherit;"><div class="x1n2onr6" style="font-family: inherit; position: relative;"><div class="x6s0dn4 xi81zsa x78zum5 x6prxxf x13a6bvl xvq8zen xdj266r xktsk01 xat24cr x1d52u69 x889kno x4uap5 x1a8lsjc xkhd6sd xdppsyt" style="align-items: center; border-bottom: 1px solid var(--divider); color: var(--secondary-text); display: flex; font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; justify-content: flex-end; line-height: 1.3333; margin: 0px 16px; padding: 10px 0px;"><div class="x9f619 x1n2onr6 x1ja2u2z x78zum5 x2lah0s x1qughib x1qjc9v5 xozqiw3 x1q0g3np xykv574 xbmpl8g x4cne27 xifccgj" style="align-items: stretch; background-color: white; box-sizing: border-box; color: #65676b; display: flex; flex-flow: row nowrap; flex-shrink: 0; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; justify-content: space-between; margin: -6px; position: relative; z-index: 0;"></div></div></div></div></div></div></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-23824780087262158572023-04-14T11:06:00.001+02:002023-04-14T11:06:00.190+02:00UNA BONITA MAÑANA <p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">Tengo que decir de entrada que "Un beau matin" (Mia Hansen-Love, 2022) me ha conmovido de una forma inapelable y contundente y que aunque en esas cosas no medie ningún tipo de racionalización, decisión o valoración, se pueden comentar algunas cosas. En primer lugar me desdigo de mi comentario tibio tirando a negativo sobre "La isla de Bergman", debería haber sido aún más demoledor. Esa película que me ha quitado todas las ganas de ir a la isla de Färo, poblada por monigotes </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">parlanchines a los que Bergman les "duele", merece todos los infiernos y los descréditos, ya definitivamente.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">"Un beau matin" no me gustaría pensar que me devuelve a la Mia de "siempre", ni que soy el típico fan que condena a sus fetiches a no moverse ni un milímetro de su posición paradigmática. Pero es que aún en esos funestos casos me tengo que rendir a la evidencia. Recuperando como de costumbre tintes autobiográficos, en los que se mueve con grandísimo talento y sensibilidad, ya en los créditos pone el metrónomo a funcionar con un precioso tema musical titulado "Liksom en herdinna" del pianista sueco Jan Johansson, uno de esos temas que a mi me mete de lleno en la película, que rápidamente me ha recordado al tema de "La carcoma", y ¡si!, bingo, es el compositor...y un momento, ¡es el tema de "La carcoma"!.La directora no se desprende el todo de Bergman y recupera esta evocación sonora de un film protagonizado por una rubia de pelo corto, con la enfermedad de una madre y un adulterio por allí.El tema sonará a lo largo de la película punteandodo el tono y ayudando a dibujar al film su identidad, pero ojo, que si en su día ya no era una tema en absoluto "bergmaniano", y musicalmente sorprendía en aquel film, aquí hay que constatar que tampoco Hansen-Love entrega un film bergmaniano sino probablemente de los mejores o el mejor de los suyos.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">La película narra o mejor dicho atrapa un instante vital, en de Sandra, una traductora (Léa Seydoux), que cuida a su hija en solitario (llamada Linn, sigue la sombra del sueco) mientras vive dos procesos vitales al mismo tiempo. La enfermedad neurodegenrativa de su padre, un profesor de filosofía que está perdiendo además de la parte afectiva la parte cognitiva, la posibilidad de leer, que le hacían amar la vida. Y por otro lado el enamoramiento de un amigo de su marido fallecido años atrás, Clement (Melvil Popaud) un cosmoquímico, como se encarga varias veces de repetir, a mi juicio una persona insoportable, no me extraña que ella no quiera salir de la cama, sin duda aterrorizada por tener que oirle hablar durante la cena, pero claro, no le vas a contar a las protagonistas de quién se tienen que enamorar.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">El caso que es la película describe este instante vital interelacionando magistralmente las dos partes. Las emociones que siente un personaje son un todo, son el resultado de todo lo que está viviendo y cada proceso carga de emotividad y de intensidad las escenas del otro. La pérdida progresiva del padre resulta brutal y antológica, y llega a extremos difíciles de olvidar en las escenas de la biblioteca personal, como no sentirse identificado con lo que sucede y lo que se dice, con él y con sus hijas al mismo tiempo, y qué poco molesta que se explicite cuando las cosas se dicen tan bien y con tanta naturalidad. O la escena de la sonata de Schubert, ¡esa música tan pesada!. La historia de amor resulta más convencional pero como parte de ese instante vital, está integrada con una veracidad y credibilidad de primera magnitud.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Mia Hansen-Love como directora hace lo que mejor se la ha dado siempre. Contar con una claridad y una fluidez proverbiales, consiguiendo eludir tanto lo hermético como lo simplón. Observando los pequeños gestos y volcanes del día a día, ya sea ese encuentro con la estudiante que está en el trailer que ya entonces me puso un nudo en la garganta (uno de los varios que trae el film), ya sea esa conversación con la hija al salir del cine que me ha hecho mucha gracia porque nunca lo he hecho pero siempre lo he pensado, ya sea el saber que cuando los vas a buscar al colegio lo primero que te piden es ir al parque con los amigos, ya sea...muchas cosas. Y consigue que ese gusto por los gestos, por los pequeños detalles no detenga la narración en ningún momento, no me cansa ni se me hace pesado en ningún momento.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">En realidad el tono de la película recuerda mcho a la fluidez de la inmensa mayoría de sus películas, a día de hoy tengo la sensación de que con ella ha llegado a su quintaesencia, a la máxima depuración de su estilo. Quizás porque lo ha hecho realmente o porque ambos, directora y espectador común hemos madurado, crecido y vivido juntos (bueno, juntos no, al mismo tiempo) en nuestra mútua condición. A día de hoy, "Un beau matin" me parece una grandísima, enorme película y seguramente una de las obras más perdurables en mi memoria sentimental de este 2022.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh15jLOiWTNVZNQGsW1ywgcV4JLPtMyJoKFqcamnR417ChU6zM3RUMcZsVTU86YHyXAxhgAk5W5SoCLVwvdSPX9U5WmOJ6cG3UAOS19ePTP2nzrc490fQbMjwWd_GegGPmppMdrluwMAG42uaMYmOjIoAaWM08N5iDSjn4mywxWT9KVOBjzezJTV1-3/s474/OIP.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="256" data-original-width="474" height="173" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh15jLOiWTNVZNQGsW1ywgcV4JLPtMyJoKFqcamnR417ChU6zM3RUMcZsVTU86YHyXAxhgAk5W5SoCLVwvdSPX9U5WmOJ6cG3UAOS19ePTP2nzrc490fQbMjwWd_GegGPmppMdrluwMAG42uaMYmOjIoAaWM08N5iDSjn4mywxWT9KVOBjzezJTV1-3/s320/OIP.jpg" width="320" /></a></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-13255466473384620572023-04-12T11:05:00.001+02:002023-04-12T11:05:00.195+02:00LOS FABELMAN <p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">Los mejores momentos de "Los Fabelman" (Steven Spielberg, 2022) son aquellos en los que la pantalla devuelve a la mirada del protagonista la revelación de una verdad, un conocimiento de si mismo y de la vida que nada entre lo doloroso y lo catártico, porque le abre a la larga puertas para crecer. No me refiero tanto a la epifanía inicial viendo "El mayor espectáculo del mundo" (título significativo) como a la revelación personal que le suponen las películas caseras. Esta </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">relación con la imagen, con el cine como arte de resucitar, de conjurar fantasmas, más allá del formato pulido y acabado de un film comercial, me remite inmediatamente a dos películas que admiro profundamente:"Vida en sombras", la insólita película película barcelonesa de Lorenzo Llobet de 1948, que siempre he creído que enloquecería a la generación de los moteros tranquilos y toros salvajes, y el "Blow out" de Brian De Palma. En ambas películas caseras o retazos de imagen y sonido provocan catarsis en los personajes y en la acción a la manera que sucede también en esta obra de Spielberg.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Por otra parte la película se enmarca en la tendencia de los últimos años de los directores veteranos a relatar de manera más directa, clara o velada su infancia y primera juventud, en el vestíbulo del cine leo que al parecer Sam Mendes hace lo propio en "Empire of light", ya coinciden a pares.En ese sentido el director firma el guion junto a su ahora mismo estrecho colaborador y guionista de confianza Tony Kushner, por lo que he leído siempre parece ceñido a la biografía de Spielberg, aunque desconozco qué grado de licencias y desvíos de lo sucedido se ha permitido o dejado de permitirse y reconozco que no me ha motivado investigarlo con detalle.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">¿Veredicto?, no sé, es un film un tanto desconcertante. Porque por un lado creo vehementemente que Spielberg vuelve a estar, una vez más, en un momento dulce de forma y de dominio y que su ejecución del material que tiene entre manos me parece irreprochable y decisiva. Otra cosa es lo que tiene entre manos, creo honestamente, que más aún que en el "Armageddon time" de James Gray, que al menos tenía un contexto y aquí el contexto está fulminado, lo que cuenta tiene un interés muy limitado. Ni la historia vocacional es tan fascinante, salvo las ideas apuntadas anteriormente, ni la crisis familiar es tan impactante o emotiva (de hecho el famoso divorcio que ha recorrido su filmografía llega casi al final del metraje), ni sabe muy bien uno el por qué los personajes masculinos del padre y el mejor amigo que interpretan Paul Dano y Seth Rogen tienen tan poca entidad dramática, la realidad es que ninguna hasta lo ruborizante, o por qué la película acaba tan abruptamente con un episodio que ya conoce toda la cinefilia digital de estos tiempos y que supongo que habrá querido dar a conocer al resto de la población mundial. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Lo que más me ha divertido en el terreno de lo dramático es el personaje de la primera novia, esa fanática ultracatólica que interpreta Chloe East le da varias lecciones de vida y de diversión a nuestro timorato futuro director (imagínense, una ultracatólica), y teniendo en cuenta que el personaje de la madre que interpreta Michelle Williams si bien no es tan nulo como sus partenarires masculinos resulta de una inestabilidad pesadota, que en la película están extirpados todo sentimiento autenticidad, de vitalidad, de carnalidad, de credibilidad ("no hemos llegado tan lejos como te imaginas" ¿de verdad hacia falta?), que la película parece la vida de Spielberg contada a un niño con el que hay que tener cuidado qué se le cuenta...pues no sé... </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Pues eso, que viendo en las últimas escenas al actor Gabriel La Belle, que se parece pasmosamente tanto al Spielberg joven como el Antonio Banderas de "Dolor y gloria" a Almodóvar, el balance final es que jamás la casi más absoluta NADA se envolvió tan bien con maneras magistrales de escuela de Cine y de grandísimo narrador. Solo el trabajo de Spielberg permite que se puedan ver bastante bien 150 minutos, que ya hay que ser pagado de si mismo para darle esa duración a la historia de tu poco interesante vida. En manos de otro director este guion, que el pelota de Tony Kushner le animó a que escribieran, habría sido una experiencia aberrante, aquí se ve con agrado pero yo no consigo ver más.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicjiVQAXp_WFUVr68NOKx5gzK9_p84llOkCxCSODCA1cLmVOHWjiyHEAWV35d7zkB7mKxliVs8tkIyiVj-Rvu-xoayFmqCKA8xFLydW2kojaq89l16x90dNnczcYnfxUw6FXFbioWWllYIHX4p25DzOeIdRXN8TtrOD6raIPBVUDG8OoR3O-yfPpmk/s1200/Los_Fabelman-265710708-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicjiVQAXp_WFUVr68NOKx5gzK9_p84llOkCxCSODCA1cLmVOHWjiyHEAWV35d7zkB7mKxliVs8tkIyiVj-Rvu-xoayFmqCKA8xFLydW2kojaq89l16x90dNnczcYnfxUw6FXFbioWWllYIHX4p25DzOeIdRXN8TtrOD6raIPBVUDG8OoR3O-yfPpmk/s320/Los_Fabelman-265710708-large.jpg" width="320" /></a></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-32472856372803713362023-04-10T11:04:00.000+02:002023-04-10T11:04:00.118+02:00TÁR <p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">"Tár" (Todd Field, 2022) no empieza ni termina con música clásica, de hecho ésta tarda un buen rato en aparecer en escena. Desde el primer instante está uno ya avisado que no va a ver el típico armazón melodramático que entregaría casi cualquier film de Hollywood con una estrella haciendo de directora de orquesta. Field, que fue la gran promesa blanca del cine USA de principios de siglo, ha vuelto tras un gran silencio con una película de una megalomanía, una originalidad y </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">una ambición deslumbrantes.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Desde el primer momento se dedica a que Cate Blanchett se apropie, y parece hacerlo con facilidad desarmante, del personaje ficticio de Lydia Tár, la directora titular de la Sinfónica de Berlin, un ser superior que en el mundo de la música lo es y lo ha sido todo, discípula de Leonard Bernstein, que se enfrenta uno de sus grandes retos profesionales, la grabación de la quinta de Mahler, que va a ser el insólito macguffin de este thriller desatado sobre la cancelación, el movimiento woke y las ambigüedades, verdades y mentiras de nuestro mundo.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Lo primero que sorprende de la película es la voluntad totalizadora que tiene, cómo se entrega a su tema con profusas conversaciones sobre música, llenas de centenares de referencias, con el riesgo que conlleva de echar a patadas a buena parte de la audiencia y no tener la absoluta seguridad de seducir o hipnotizar al público que pueda sentirse más cercano, afín o saber de qué le están hablando. Yo disfruto de esa pasión y aprecio ese riesgo y entiendo en ese sentido su desmesurada duración para poder llevarlo a cabo.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Pero la película no se queda en esa insólita condición de ensayo sino que va penetrando lentamente en los terrenos del thriller conspiración en Berlin, que podría filmar un David Fincher o un Michael Mann hasta que ambas cosas thriller y ensayo conviven con una hermosa y original naturalidad.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Todo esto claro está estaría falto del elemento cinematográfico para sustentarse y ahí está Field con una puesta en escena devota de los juegos con el espacio y de las mimadas composiciones del plano para no dejar huérfana ni a la película ni al espectador más esteta y hedonista.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Ésta igual me la compro en blu-ray.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlbcvlEfItyjAR-1NRS7gVsMaEwN-mwrPXkji0yg4q7aLmGMQjsOV6NrYyWAcyu02zUovOb6tjJGoH7vTHLAoYNUlxu-tC-Z60SqxtaprE-Hg-lOx3c-FZXf0MY5dy-cWXCRVRIL5rthCIMKOWP6kG7t91C4I__3295dqarSodVj1ASuu2jr5XrOfS/s1500/TAR-still_06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="628" data-original-width="1500" height="134" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlbcvlEfItyjAR-1NRS7gVsMaEwN-mwrPXkji0yg4q7aLmGMQjsOV6NrYyWAcyu02zUovOb6tjJGoH7vTHLAoYNUlxu-tC-Z60SqxtaprE-Hg-lOx3c-FZXf0MY5dy-cWXCRVRIL5rthCIMKOWP6kG7t91C4I__3295dqarSodVj1ASuu2jr5XrOfS/s320/TAR-still_06.jpg" width="320" /></a></div><br /><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8869926711899138285.post-41671049702539870822023-02-20T19:42:00.002+01:002023-02-20T19:42:16.885+01:00COMO UN TORRENTE<p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">12 años de blog...</span></p><p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGy9VkVRv0cb3DfbaNTHJGKN7wBQ6-OKV0xWdYowix5AjMhcGj4hJ_HX5BfyGx-pSb5VOuaaWkGdw3cEpt6N11eIxV3RFeEmurA4_rfMSJZ-DgVnNn8SyGQaIoR5UzZgHTvCIs7sioXCGtP62dpdxANs0lw_YCgPV90heEqYnst4Q8iadfPxvBEoD3/s1600/Some-Came-Running-1600x900-c-default.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGy9VkVRv0cb3DfbaNTHJGKN7wBQ6-OKV0xWdYowix5AjMhcGj4hJ_HX5BfyGx-pSb5VOuaaWkGdw3cEpt6N11eIxV3RFeEmurA4_rfMSJZ-DgVnNn8SyGQaIoR5UzZgHTvCIs7sioXCGtP62dpdxANs0lw_YCgPV90heEqYnst4Q8iadfPxvBEoD3/s320/Some-Came-Running-1600x900-c-default.jpg" width="320" /></a></div><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><p><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p>Se emitió el 30 de noviembre de 1992 en un ciclo dedicado a Vincente Minnellí, allí la vi, no sé muy bien lo que debí pensar, imagino que me gustó a la manera gruesa del "gran clásico" y no me había vuelto a topar con ella desde entonces. Luego leí sobre ella en la monografía de la editorial Cátedra de Augusto M.Torres sobre el director publicada en 1995. Es verdad que en todos estos años, tras ese ciclo y esa monografía que leí con verdadero cariño porque alberga cosas que </span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">me gustan mucho en los textos de cine, salvo mi desmedida mitomanía a favor de "Dos semanas en otra ciudad", he dejado un poco de lado al director.</span><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">"Como un torrente" (Some came running, 1958) me ha producido en principio una opinión algo desfavorable. Me parecía un novelón rígido y plomizo al empezar a verla por la noche pero si los ligues pueden empeorar al despertar por la mañana, lo contrario puede pasar con las películas.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">He empezado a pensar en Welles y en lo que detestaba a Minnelli, seguramente por ese ramalazo de decorador por el que Mitchell Leisen eran también sentenciado. Me he empezado a fijar en los decorados de los diferentes sets en los que los personajes se visitan y cómo los define (qué biblioteca). Diría que buena parte de la estructura dramática de la película son visitas. Y de los decorados he saltado y empezado a embelesarme con los movimientos de cámara, los planos secuencia y de ahí a esa historia de apariencias en una pequeña comunidad, de capas sociales, de méritos y cultura del esfuerzo que no lo es tanto (cinceladísimo el hermano que interpreta Arthur Kennedy), de suerte, de amistad, de tragedia y de un amor extraño, insólito y auténtico.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Magistral scope, magistral color, y los mejores Frank Sinatra, Dean Martin con sombrero, Shirley Mclaine excelsa y hasta la fría Martha Hyer creo que da el tipo en escenones como la seducción tras la lectura de la novela. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Rojo Minnelli.</div></div>Sergio Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/02565519258990804921noreply@blogger.com1