domingo, 12 de noviembre de 2023

BESOS ROBADOS+DOMICILIO CONYUGAL



Llevaba veinte años sin ver "Besos robados" (François Truffaut, 1968) y la verdad es que me cuesta reconocer las lineas entusiasmadas y enternecidas que escribí en su día, no tanto en el sentido de que ahora me haya podido gustar menos, que eso es lo de menos, sino en la dificultad de recordar qué me emocionó en su día de tal manera. Quizás ahora noto más en su guion lo enfático de su escritura de esos tres guionistas, algo que quizás también le sucede a Allen pero seguramente sea yo más afin al humor de Allen, y noto más la vocación por diseñar escena por escena con un sentido de la observación marca de la casa pero sin una impresión de conjunto que me acabe atrapando. Todo esto no significa que sea mala película por supuesto pero creo que con los años comprendo aún peor la mirada de Truffaut hacia la comedia, sin llegar a los extremos de la que ya hemos comentado tantas veces "Une belle fille comme moi".

Me pasa que me gustan de esta película muchas cosas y demasiado sueltas, la canción, una frase por aquí, una frase por allá, este plano maravilloso que pongo donde parece que Claude Jade haya vivido de verdad lo que ha vivido en la película. Me gusta, me encanta ver a Delphine Seyrig y a Michael Lonsdale, juraría que la vez anterior a duras penas sabía quienes eran. Creo que veinte años después he visto a Leaud en demasiados lugares dirigido por demasiados directores y seguramente me pregunte al verla "¿Qué queda de nuestros amores?"


Llevaba veinte años sin ver "Domicilio conyugal" (François Truffaut, 1970) y la verdad es que me cuesta reconocer las lineas tibias que escribí en su día. Dos décadas dándola como una muestra de la progresiva devaluación de la serie cuando a estas alturas del partido descubro que es un film que me gusta mucho y que de alguna forma es primo hermano de "El amor después del mediodía" de Rohmer, que no deja de ser otra serie que corre en paralelo a Doinel aunque el protagonista tenga rostros distintos.
Vi y me impresionó el film de Rohmer también hace cosa de veinte años y no sé por qué no los puse enseguida en paralelo. La verdad es que habiéndome quedado un poco desconcertado tras ver "Besos robados" creo que hay que evitar caer en la tentación de deducir que ahora estoy en un momento de la vida en que solo puedo apreciar películas de señores casados y con hijos, máxime cuando siempre me he vanagloriado de tener una piel especial para militares y monjas. Pero ver esta película me descubre varias cosas. Que el quid de la cuestión no es en absoluto Truffaut si o no, aunque sea legítimo plantearlo en esos términos. ni mucho menos es hablar del "envejecimiento" de las películas, expresión que para mi carece de sentido. Pero es fascinante y muy interesante notar como con distintas pieles percibe uno de maneras tan distintas películas que hablan y dialogan entre ellas sobre el paso del tiempo, efectivamente parecen destinadas a ser sentidas y vividas de formas distintas. Porque el tema tampoco es que ahora yo decreto que la buena es ésta y "Besos robados" no tanto sinó el disfrute de estas pequeñas grandes mutaciones nuestras en los poros.
A mi es que vista ahora me parece estupendamente, muy bien conjuntada, menos dependiente del detalle, del toque, de la anécdota. Algo más desapegada de la textura de comedia y de la necesidad del humor, que no me da la sensación que sea el fuerte de Truffaut. Con una sensibilidad en la observación de personajes y detalles que está puesta al servicio de su fortaleza dramática. Con imágenes de Nestor Almendros y una Claude Jade que también ha sabido crecer como actriz y como personaje incluso en el breve lapso de dos años.
Les voy a volver locos pero la he disfrutado enormemente, ¿y ahora cómo me hacen caso?, ¿cómo se saltan la anterior y ven ésta?, qué mejor manera de aprender a no hacerme caso.

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