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lunes, 6 de marzo de 2017

SPASI I SOKHRANI (1989)


Hay muchas diferencias pero una extraña hermandad secreta entre esta sensacional película de Sokurov y "El valle de Abraham" de Oliveira que hizo cuatro años más tarde en otra latitud bien distinta a la rusa.

Estas versiones de la obra de Flaubert de largo recorrido, casi tres horas ésta más de tres Oliveira, físicas, contemplativas, agrestes, tan bien fusionadas con sus entornos naturales, materia literaria pero a la vez tan cinematográfica de un cine que sigue caminando mirando lo justo atrás y entregando celuloide que mantenga a nuestros ojos despiertos pero con un vínculo materno-filial con  obras madres de la literatura que dan y darán siempre lugar a múltiples y variadas películas, siempre que el cine entienda que tan importante es su evolución como lenguaje como que no nace de la nada en una Cultura vacía de antecedentes.

Después de verla además, la obra de Sokurov, que a veces me parece muy bien y a veces no tanto se me redimensiona enormemente y me apetecería volver a ver cómo se relaciona con Goethe o con los Strugatsky o con Shaw. Por no hablar de la obra de Flaubert, de la que necesito saber si sale de allí el pajarito en su jaula que Oliveira y él comparten en sus imágenes.

El cine vuelve el día 20.


lunes, 27 de febrero de 2017

FRANCOFONIA



Segunda entrega de la coleción "El Louvre se ofrece a los cineastas" que tuvo como primera obra el "Visage" de Tsai Ming-Liang. Estas propuestas corren el riesgo de dar resultados forzados por tener ya un tema de antemano propuesto.

Sokurov, que en mi estima oscila siempre entre propuestas apasionantes y aburridísimas, sale airoso. Traza una especie de documental sobre el Louvre durante la ocupación nazi. Vertebra su narración a partir de la relación entre Jaujard, el director del museo, y Metternich, el militar nazi que durante la ocupación se encargó de las relaciones entre el III Reich y el arte francés.

Confieso que veo "Francofonia" sin pestañear, que me parece una película que enseña y reflexiona de forma tremendamente amena. También es cierto, y eso no me molesta porque cada vez tengo menos dogmas sobre qué es y qué debe ser lo cinematográfico, que detecto mucha cercanía entre buena parte de su metraje con el documental televisivo (narra mezclando imágenes documentales y recreaciones con un tono similar).

La recepción ha sido ditirámbica. ¿Es porque dirige Sokurov?. Hay destellos, hay cine-ensayo, hay motivos pero también hay momentos largos y significativos que podrían salir de un canal de documentales (y nadie dice que allí no se haga un buen trabajo pero nunca merecería esa recepción). A cuenta de lo que discutíamos con la última película de Linklater en algunos andurriales, ¿se adorna la recepción de Linklater porque es Linklater?, ¿hacemos eso con una larga lista?, ¿deberíamos recibir las películas sin créditos para aprender y enriquecer nuestro criterio?, siendo "Francofonia" un deleite y detestando yo el término (porque implica un juicio sobre un juicio), ¿no es una película tremendamente sobrevalorada?...Y no sobrevalorada porque a mí no me guste tanto, au contraire, me encanta, pero sospecho que sin el nombre de Sokurov no habría sido tan ensalzada. Es una película tremendamente accesible, felizmente accesible, si me permiten la maldad.

miércoles, 11 de julio de 2012

FAUSTO

En "The band wagon" de Vincente Minnelli, el director Jeffrey Cordova preparaba una versión tremebunda de "Fausto" que acababa siendo un estrepitoso fracaso que remendaban los personajes de Fred Astaire y la pareja de amigos guionistas con la colaboración del propio Cordova.

No sabemos si Aleksander Sokurov accedería a cantar y bailar algo como "Triplets" en compañía de su equipo, lo cierto es que ni su "Fausto" ha sido un fracaso, ni carece por completo del entertainment que se reivindica en la peli de Minnelli.

De hecho el flamante León de Oro en Venecia, redimiendo así el triste premio a "Somewhere" (uno siempre va a entender mejor a un doctor que se condena el alma por acostarse con una rubia, que a un actor rico deprimido sin motivos que se acuesta con todas las rubias), es una de las películas del lote de las atractivas de Sokurov.

Aleksander Sokurov es un director de la raza de los especiales, no me he cruzado con ninguna tontería, aunque su obra para mis ojos tiende a dividirse entre películas espléndidas ("Madre e hijo"-admirable, la que más me gusta-, "Moloch", "El sol", ésta) y películas que me da una pereza insoportable la sola idea de terminarlas ("Dolorosa indiferencia", "Padre e hijo"), pero que supongo que si lo hiciera tendría la extraña sensación que me dejó "Dias de eclipse", una adaptación de los autores de "Stalker", los Strugatsky, cuyo visionado fue un suplicio, pero de la que ahora tengo un recuerdo incluso embellecido. Luego tiene la de la abuelita que busca a su nieto en Chechenia, que me da también una pereza inmensa, "Alexandra", ni si quiera por plúmbea, pero a la que supongo que también sería cuestión de echarle paciencia porque no parece tonta. Así pues las cosas quedan o quedarían en las magnéticas a primera vista y en las dudosas en suspenso que dan irremediable pereza.

"Fausto" es excesiva y desequilibrada, pero no me ha costado nada verla, en la obra de Sokurov es casi  un blockbuster para relajarse. Un poderío visual personalísimo y deslumbrante que no hace más que ganar enteros a medida que crece la conocidísima historia de la condenación del protagonista. Una obra que puede fascinar o disgustar pero que me alegra tantísimo que haya entrado con esa fuerza y ese reconocimiento en el panorama internacional...Me resulta siempre grato que haya quien se la juegue con estos proyectos monstruosos que guardan el riesgo en su propia monstruosidad y exceso.