viernes, 20 de noviembre de 2015

MAD MAX: FURIA EN LA CARRETERA

Nunca durante mi infancia vi ninguna película de "Mad Max". No sé de qué van ni qué son. Me suena algo apocalíptico y que sale Mel Gibson.

De adulto veo que hacen un revival y que las críticas son bastante buenas. De repente gana el premio FIPRESCI de la crítica internacional a la mejor película del año. Ahí es nada.

Me huele a que habemus blockbuster de altísima calidad descubierto.

Puede ser. No le encuentro pegas que pueda explicar para hablar de una película equivocada. Pero francamente a mí me ha parecido un rollo, me he aburrido muchísimo.

El problema, y no es pose, es básicamente mío. No me entero de nada. No entiendo su sentido de la acción, no me atrae su estética.

Pongo alguna brizna de interés en esos cielos de western o en la poética figura de las "esposas" (una de ellas se llama nada más y nada menos que Angharad, como la prota de How green was my valley), pero no es suficiente.

Creo que los de la FIPRESCI han puesto cámaras en las casas de los gafapasta pedante petardo como yo y se están partiendo. Es broma. En el fondo me sigue alegrando que no siempre esté legitimado el mismo tipo de cine, pero como dice la expresión "it's not my cup of tea". Viejo de espíritu. No me verán en el resto de la segunda trilogía.


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