viernes, 8 de enero de 2016

MISIÓN IMPOSIBLE 5

Ésta la vi en verano y me gustó mucho (o bastante, o le pongo algunos peros sólo). En otro caso podría haber adelantado la crítica para promocionar que la gente vaya a disfrutarla al cine, pero vaya, siendo sensatos, la película no necesita ningún ignoto blog que la promocione porque tiene millones y millones de dólares para hacerlo. O sea que me la llevo tranquilamente a bien entrado el invierno.

2012 trajo casi los dos mejores blockbusters en lo que llevamos de siglo "Misión imposible 4" y "Skyfall". La serie de misión imposible, tras tres partes que a mí no me apasionan especialmente (la tercera no he podido ni acabar de verla), fue encontrando unas señas de identidad cada vez más reforzadas desde la producción de Cruise. Creo que con Brad Bird llegó a la máxima expresión de si misma.

Con Christopher McQuarrie creo que se han entendido muy bien esas señas de identidad y se han desarrollado estupendamente. El guión es tremendamente entretenido y las set pieces (gran baza de la serie) están conmovedoramente concebidas, un brindis al mágico estallido adrenalínico, al inagotable sentido de la maravilla, al deseo de verse sorprendido y arrastrado por la emoción y la pura aventura.

Dónde flojea, uf, pues que escenas excelsamente concebidas están visualizadas con la zafiedad habitual. El montaje final ignoro si lo controla plenamente McQuarrie, supongo que no, o ni si quiera ha tenido aquella clásica precaución de hacer tomas largas que sólo se puedan montar de una manera (lo digo por decir porque no hay toma larga que no se pueda trocear hasta el infinito si el Michael Bay de turno se lo propone), pero es que escenas muy prometedoras (o que directamente podrían haber sido la secuencia del siglo, como la de la ópera de Viena) se ven feas y atropelladas. Las peleas, siguiendo la tónica habitual de tiempos tan negros para el blockbuster directamente no se ven, es un burdo batiburrillo de tomas cortas y planos detalle.

"Misión imposible:nación secreta" tiene un guión muy bien pulido de secuencias de acción exageradamente largas, sobreexplicaciones u otras tonterías que abundan en el cine de hoy. Es una peli muy recomendable pero que pierde tristemente la posibilidad de ser sublime, se echa de menos la elegancia y el buen gusto de un Brad Bird y no necesitábamos ni cambiar de guión. Vale éste línea por línea.



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