jueves, 16 de abril de 2020

LA MUJER DEL CUADRO+PERVERSIDAD

Fue un equívoco adolescente el que me ha hecho considerar casi siempre a "The woman in window" (Fritz Lang, 1944) y a "Scarlett street" (Fritz Lang, 1945) dos películas increíblemente similares. Pillé empezada la segunda por tv y aún absolutamente fascinado, en aquella época no tuve manera humana de saber qué titulo había visto. Tiempo después empecé a ver la primera y creí haber encontrado de nuevo mi película misteriosa pero sorprendentemente pasaban cosas muy diferentes con el mismo trío protagonista en clave de melodrama criminal. Vueltas a ver distanciadas la una de la otra solo ha contribuido a mantener el equívoco pero reunidas por fin en programa doble no puedo más que sorprenderme y alegrarme de las importantes diferencias de personalidad y tono que separan a las dos películas. Y me alegra saber que si siempre preferí claramente "Scarlett street" ahora no lo tenga tan claro a pesar de que al terminar "The woman in window" pensé que también iba a ser así.
Con "The woman in window" tienes que entender que una vez desvelada su "sorpresa" (que atendiendo a la planificación no es tal), en su segundo visionado la implicación emocional se transforme en irónico distanciamiento. No recordaba bien ni el muy activo papel de Edward G.Robinson ni que Joan Bennett y Dan Duryea pasaran tanto tiempo fuera de escena y fueran los amigos del protagonista los que estrecharan el cerco antes de la tardía irrupción de Duryea.
Pero es que "Scarlett street", con un Robinson completamente distinto es también bastante más irónica de lo que recordaba, aún favoreciendo más la implicación emocional y con Bennett y Duryea empleándose a fondo en su dramaturgia como vértices de un triángulo febril.
Ambas, de forma más quirúrgica la primera y de forma más pasional la segunda, no dejan títere con cabeza, retratan con un finísimo sentido del humor las miserias de sus acomodados personajillos y las imposturas de la sociedad satisfecha de si misma que los rodea.
Y todo parte una vez y desemboca otra en la misma mujer y dos cuadros.





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