Esta historia de aprendizaje de un niño que descubre en un verano el amor, el sexo y las clases sociales, me parece una preciosa y magnífica película, una de las más grandes obras de Joseph Losey, que con la alta definición ve resaltado su esplendoroso uso de escenarios naturales, en contraste con la prisión emocional en la que viven sus personajes. Memorable la pareja que forman Alan Bates y Julie Christie y formidable el tono nostálgico y melancólico que no se impone desde el principio, sólo se sugiere tenuemente y se destapa cuando la tragedia ya es incipiente.
No es que se parezcan, porque sus estilos son muy diferentes, pero la emparentaría en cuanto a logros con la inmediata "Las dos inglesas y el amor" de François Truffaut, de pasiones mucho más desatadas pero con una presencia de la naturaleza también muy notable en contraste con emociones encorpiñadas.
Es curioso, Sergio... pero por alguna razón que se me escapa yo también la asocio a "Dos inglesas".
ResponderEliminar¡Qué bueno era Losey!
Abrazos,
Rafa.
Yo creo, Rafa, que el uso de la naturaleza es parecido, aunque tantísimas cosas sean muy diferentes entre ellas. Era grande Losey, sí, y aún poco conocido y difundido.
ResponderEliminarAbrazos