El primer fin de semana de diciembre de 1994 fuimos a ver al cine, en pleno esplendor de las películas Disney con música de Alan Menken, una obra completamente diferente. Constaba dirigida por Henry Selick (que durante años ha sido una suerte de Carol Reed de Tim Burton hasta que el gran público ha visto lo que es capaz de hacer con "Coraline" lejos de la sombra de Tim) y llevaba en el título el nombre de Burton como signo de autoría absoluta. Aún así, para enredarlo aún más, algunos tuvimos claro desde los primeros compases, que a la autoría de "Pesadilla antes de Navidad" había que añadirle un tercer nombre, el de un músico que estaba consiguiendo su obra maestra: Danny Elfman. Esta intro que pone los pelos como escarpias así lo certificaba:
"Pesadilla antes de Navidad" es una de las grandes películas de los años 90, una cuidada obra de Arte realizada en stop motion, que cuenta la historia del rey del Halloween, ya un icono de nuestro tiempo, Jack Skellington, y su fascinación por la fiesta navideña, que en pleno hastío por su rutinario trabajo cada 31 de octubre, pretenderá secuestrar y hacer suya. Las consecuencias no son muy buenas, pero a pesar de asumir el fracaso, Jack no se arrepentirá en absoluto de la experiencia y reafirmará con orgullo su tétrica personalidad en uno de los números más brillantes, y cuál no lo es, de la función.
Expresionista, divertida, bañada en una de las bandas sonoras más soberbias de todos los tiempos, significó un escalón más en el creciente prestigio de Tim Burton, que más tarde estrenaría con la misma técnica la también espléndida "La novia cadáver". En noviembre de 2008 volvió a los cines españoles en unas 3D que no le favorecían mucho y sin los dos gloriosos cortos que ´habían sido sus teloneros en el estreno: "Vincent" y "Frankenweenie".
*En la última foto, Tim Burton y Danny Elfman durante la producción de la película.
Yo también fui algún fin de semana del año 1994 a ver al cine "Pesadilla antes de Navidad". Me frotaba las manos ante la posible mala uva de la obra que iba a ver: de hecho, no me decepcionó en ese aspecto pero hubiera agradecido (y lo mantengo en la actualidad) menos números musicales (extraordinario alguno que otro pero tan cansinos que casi devoran la pesadilla).
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Rafa.
Ésta es una de esas grandes animaciones llenas de gracia y emociones, muy acorde con el espíritu de Burton de hacer de personajes oscuros llenos de pasiones y sentimientos nobles. He visto el corto de Vincent y me fascina, me parece muy bueno, hay un pequeño homenaje a Vincent Price que hace de narrador de ese niño amante de Poe. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Abrazos a los dos. Seguimos
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