lunes, 1 de abril de 2013

EL DIABLO DIJO NO+UNA MUJER DE PARÍS

EL DIABLO DIJO NO

La película de Lubitsch es mi favorita absoluta de entre todas las que he visto de su filmografía, que son prácticamente todas, al menos en su etapa sonora.

La habré visto muchísimas veces a lo largo de muchísimos años y muchísimas situaciones y estados de ánimo y me sigue pareciendo su obra maestra y una demostración de poder en todos los sentidos.

"El diablo dijo no" o "Heaven can wait" en original es una de esas películas, que no hay tantas, inescrutables formalmente, que te seducen y te ciegan ante cualquier pensamiento sobre su estructura. Devorada completamente por su sentido del humor sutilismo y su extraña o ambigua vitalidad, amoral, inmoral, carnal y humanista.

Lubitsch consigue que no sepas cuál es tu plano favorito, a la vez que baña de melancolía su comedia como no la había hecho nunca y nos absuelve a todos de todo delito que no sea el no haberse sentido vivo, imperfecto, algo miserable y haber amado a una mujer, a todas las mujeres o a los grandes maestros de la música clásica. 






UNA MUJER DE PARÍS 

Me pasó desapercibida de adolescente esta película, y eso que estaba bastante familiarizado con el cine mudo, aunque debí de ser presa de esa pobreza de juicio y esa pereza que hizo que "Una mujer de París" se estrellara en su día. Chaplin sin hacer comedia y sin hacer aparecer a Charlot, ¡eso no puede ser!, es como Almodóvar sin hacer melodrama, aunque seguramente a Chaplin nadie le dijo que le gustaba más cuando "hacía llorar". Curiosamente Almodóvar y Chaplin comparten el haber usado ya unas gotitas en todas sus películas de lo que luego usarían a fondo en su rara avis. En Chaplin siempre había melodrama de fondo, en Almodóvar comedia. Seguramente también yo necesite veinte años para admirar "Los amantes pasajeros".

En fin, ceso la deriva y la comparativa loca, que luego me riñen. El caso es que "Una mujer de París" es una película estupenda, para mi gusto un pelín por debajo de Griffith y de los que vendrían después (Borzage, Vidor...), pero si Chaplin se hubiese ejercitado a fondo en el género podría haber hecho películas insólitas, aunque en su caso no hay lugar para lamentarse por su filmografía.





4 comentarios:

  1. Yo también he visto casi todo el cine sonoro de Leisen. Estoy de acuerdo Heaven can wait es una buena película, pero para mi no la mejor, por encima de ella , ya digo para mi gusto "Recuerdo de una noche","Mentira latente", "Medianoche en incluso esa rareza de "En las rayas de la mano".Poco a poco se está haciendo, tengo la sensación un director mas popular, vamos que no suena a marciano cuando pronuncias su nombre, su obra y reconocimiento le ha llegado tarde, pero ahí está. Teniendo en cuenta los miuras contemporaneos con los que tuvo que "rivalizar" iba siendo hora que su obra fuese más reconocida, sobre todo en sus títulos más famosos.

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  2. Completamente de acuerdo con tus apreciaciones sobre Leisen (aunque habláramos de Lubitsch, jaja). En serio, puede que no sea un lapsus tan disparatado, hay algo en la finura de Heaven can wait que la hace asimilable con los títulos más sorprendentes y sutiles de Leisen, del que tengo debilidad por Recuerdo de una noche o La muerte de vacaciones. Ha de aparecer en este blog, sin duda.

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  3. Gene Tierney bien justifica el cielo. Una de esas películas que bien podría usarse para definir elegancia y buen gusto y que, en otras manos, podría haber resultado un pastelazo de tomo y lomo o una comedieta romántica cursi. Pero esos soterrados puntazos de acidez de Lubitsch atenúan y completan la enorme dulzura que desprende el filme.
    La de Chaplin se apunta, que un melodrama en manos de uno de los mejores titiriteros de emociones del cine no puede ser cosa mala.

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  4. La de Chaplin es muy buena y es de una audacia tremenda. No sé si realmente sentía algún interés por distanciarse, aunque fuera alternando, de Charlot, pero con una mayor predisposición o libertad o lo que fuera para afrontar proyectos diferentes podría haber dado sorpresas inimaginables.

    Efectivamente, la de Lubitsch podría haber sido un pastelazo, y tiene momentos sobrecogedores, que podrían ser de Leo MacCarey o de Borzage. Leí en otro blog, muy acertadamente, que seguramente Neville se sintió inspirado para escribir y filmar su estupenda "El baile".

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