lunes, 21 de noviembre de 2016
BEN-HUR (1959)
Encima de la paliza que ha supuesto volver a verla va la reseña y se borra...¡uffff!...
Pues eso, que decía que soy poco sospechoso de detestar la mitomanía hollywoodiense, que casi todas las películas míticas o legendarias me gustan y a veces hasta mucho.
Decía que no detesto el cine de romanos, lo conozco poco y mis favoritas "Espartaco" y "Cleopatra" (ya no vuelvo a linkear los títulos que se citan en esta crítica, si tienen curiosidad usen el buscador del blog) mis favoritas son seguramente las dos obras maestras del género. También me gustan un sinfín de producciones de Hollywood superproducciones "Los diez mandamientos", "Doctor Zhivago", "Guerra y paz", "Lo que el viento se llevó".
Todo apuntaba a una buena revisión de un lejano recuerdo infantil no ingrato (también es verdad que tampoco la recuerdo como la gran película de la niñez). Pero todo ha quedado en nada.
El guión es una lacra, no fluye, no es especialmente entretenido, ni valioso, ni emocionante, ni profundo (no quiero decir sesudo). Hay una profunda raíz religiosa pero eso no es bueno ni malo.
A veces es una comedia involuntaria, el personaje de José al principio, o esa exageradísima veta homófila desaforada en el reencuentro entre Messala y Ben-Hur, que sería más divertida en su desaforamiento si el resto de los 200 minutos tuviera algo más de sentido del humor también. Podríamos decir que estamos ante la historia de una venganza amorosa pero la gramática es demasiado pelma para tomárselo en serio.
La película es rígida, de estampita, marmórea. El reparto es lamentable. Charlton Heston y su cara de piedra parecen actores de la Shakespeare Company al lado del resto. Las actrices son malísimas. Haya Harareet, que tuvo una cortísima carrera de actriz y fue guionista de la estupenda "A las nueve cada noche" de Clayton, y Cathy O'Donnell, que estaba maravillosa en el "They live by night" de Ray y aquí o está mal dirigida o su personaje es tan nulo...
Larguísima, un suplicio (la novela tiene 800 páginas aunque las otras versiones bajan sensiblemente de las 3 horas). Hasta me hace reconsiderar nuestra reivindicación de William Wyler. A ver si va a ser que tuvo suerte con temas, guiones, técnicos e intérpretes. A ver si va a ser que los de cahiers tenían razón. Porque la incapacidad que muestra aquí es de traca.
La película tropieza incluso con la molesta música de Miklos Rozsa.
También tengo buen recuerdo del film de Fred Niblo de 1925 pero ahora mismo no pondría la mano en el fuego por él. Y mucho menos por el remake recién estrenado con pinta de telefilm de Antena 3. ¿Por qué hacen eso?. Si tienen capacidad y técnicos para darle otro look a las películas. ¿Por qué las hacen tan feas?
Creo que no me dejo nada, algo he añadido. No hay mal que por bien no venga pero a veces sí 200 minutos dura.
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Cuenta Billy Wilder en sus memorias que William Wyler le consultó si debía dirigir el tostón que le habían propuesto de romanos, y Wilder le dijo que si quería no tener problemas económicos de ahí en adelante que dijera que sí. Y le hizo. Y ahí está, el tostón. Yo guardo un buen recuerdo, pero no la volvería a ver, lo contrario que con Spartaco y Cleopatra, que mencionas.
ResponderEliminarTal cual. Ahora entiendo que seguramente la euforia amorosa entre Ben Hur y Messala seguramente se la sugiriera Wilder en alguna cena. Qué tiempos. Y qué grandes.
EliminarA mí me gusta "Ben-Hur" bastante más que a ti, pero he venido a hablar de otra cosa. Muy interesante tu comentario sobre "American Sniper", estoy bastante de acuerdo, sobre todo en que complejidad no es igual a ambigüedad, claro que no. Incluso creo que, en fin, no hay por qué obviar que Eastwood seguramente comprende a este sujeto y lo respeta mucho más que a otros, digamos, seres pusilánimes que pueblan el mundo. Es decir, que la complejidad tampoco nos inhabilita para decir que, en sus películas, no es que Eastwood no sea Michael Moore, es que tampoco es un cineasta progre, ni retro-progre ni pijo-progre ni populista-progre. Es lo que es: un individualista a ultranza y un conservador y un hombre que, sin santificarlos, valora y a su manera homenajea a los héroes (sin comillas) de su país. Su entrevista de hace unos pocos meses, por cierto, en "Vanity Fair", es increíble, amplísima, ahí dijo aquello de que votaría a Trump y no a Hillary (aunque lo dice sin ningún entusiasmo y casi forzado por el entrevistador). Ahí también se despacha contra los "pussies" (nenazas quejumbrosas, traducimos) que parece que están por todos los sitios, según él.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu artículo y, en suma, Eastwood es esto y eso y aquello.
Creo que es una buena llamada de atención la que haces. A veces pretendemos hacer pasar al tío Clint por progresista y tampoco es eso exactamente. De "Ejecución inminente" se suele decir que se postula contra la pena de muerte, de un inocente (ahí creo que está de acuerdo hasta la familia Bush, sólo Capote, Richard Brooks y Tim Robbins han tenido, que yo sepa, lo que hay que tener). "Million dollar baby" en el fondo cuenta una amarga heroicidad personal de alguien que luego desaparece en la niebla y no se postula a favor de nada. Se venden películas de Eastwood como progresistas por no asumir los postulados republicanos más moralistas y convencionales y tampoco es exactamente eso.
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