jueves, 27 de noviembre de 2025

LA INVASIÖN DE LOS ULTRACUERPOS (1978)

 Hoy la mejor película del mundo podría ser "La invasión de los ultracuerpos" (Philip Kaufman, 1978). Siempre me gustó mucho y me pareció pareja a la de Siegel, siendo de tiempos distintos. Ahora que las he visto con pocas semanas de separación creo que ésta es insultantemente superior. Pero no porque algunas pequeñas aristas de Siegel no me acaben de convencer, no es por eso.


Me da por imaginar que cualquier director sueña con hacer un día una película llena de buenas ideas en la que todos los planos rodados estén compuestos y escogidos de la manera correcta, montados de la manera adecuada y expresando de forma oportuna todo lo que quieren expresar en cada momento. A veces eso no te sucede nunca, a veces estás muy lejos de que semejante cosa te llegue a suceder alguna vez, a veces si eres muy bueno te sucede unas cuantas veces. A Philip Kaufman, que lo acababan de despedir de "The outlaw Josey Wales" y para colmo de mala suerte tampoco había sido correspondido por Sondra Locke, de repente le pasó aquí.

Con guion de WD Richter con diálogos discreta y acertadamente funcionales sobre la novela de Jack Finney, como en La cosa se acudía al original literario, fotografía de Michael Chapman, nivel Taxi driver, y el concurso antológico de Donald Sutherland (quién no recuerda el plano final), Brooke Adams, el año de gloria de Days of heaven, Jeff Goldblum con menos de 30 años, Veronica Cartwright antes de enrolarse en la Nostromo y un espléndido Leonard Nimoy intentando infructuosamente salir de su encasillamiento pero espléndido al fin y al cabo.

Un disfrute absoluto para amantes del Cine, del arte de las imágenes en movimiento, una obra maestra que como "M" cobraba otros sentidos rodada veinte años más tarde y los vuelve a cobrar una y otra vez cuando se vea, sin secuestrar al espectador con una lectura cerrada y volando alto y libre hasta la eternidad.



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