domingo, 16 de noviembre de 2025

HARRY EL SUCIO

 endría a ser la cara B de "Sed de mal". Una película políticamente incorrecta sobre los expeditivos métodos de un policía que dicen que hoy en día no podría hacerse y otros seguramente piensen que no debería hacerse o que debería ser más consciente de si misma. Consciente, consciente lo que se dice consciente ésta no lo es. Harry es un héroe que tiene como antagonistas a superiores que hablan de derechos y se posicionan contra la tortura policial.

A mi me parece justo lo contrario de lo que se dice, que las películas deben hacerse y verse siempre aunque sea para poder decir si se quiere lo fascistas que son o dejan de ser.
El debate ideológico ha dejado en un segundo plano las virtudes de la película. Lo que no era a buen seguro estrictamente necesario. Yo soy partidario de "Sed de mal" pero cada vez me parece más admirable este policiaco de Siegel absolutamente magistral, para liquidarlo de un disparo, en todo, en planificación de los personajes y los espacios (una San Francisco fastuosa), montaje, ritmo, concisión, fibra y nervio cinematográfico...Me quedo arrobado viéndolo.
Se me alegará aquella famosa frase que se le atribuye a José María Valverde en su última clase antes de exiliarse en EEUU "Nulla aesthetica sine ethica". La comprendo perfectamente pero siempre me he sentido escindido frente al Arte, como si distintas partes de mi pudiesen percibir por separado y sin conflicto los dos conceptos (o la ausencia de ellos).
Hay que recordar a Don Siegel y aquella famosa dedicatoria de "Sin perdón". La impronta que debió dejar la realización de una película así en un director en ciernes que en escena pasea junto a su reciente opera prima.
Ah, y los más avezados cinéfilos lo recordarían sin problemas pero confieso que yo no."Make my day" no es de esta película.



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