lunes, 10 de octubre de 2016

LAS MIL Y UNA NOCHES: VOLUMEN 1, EL INQUIETO



Este mes de octubre se viste de gala para recibir durante tres semanas consecutivas a uno de nuestros directores favoritos. Miguel Gomes, con una corta filmografía integrada por las excelentes "Aquel querido mes de Agosto", "Tabú" (que no tiene entrada quizás porque todos sentíamos y pensábamos cuando se estrenó las mismas cosas, lo cual no es nada bueno pero a veces inevitable) y ésta tercera película en forma de tríptico que conoció su estreno en el mes de junio durante tres semanas consecutivas y llega ahora en pago por visión de la misma manera.

Y es que no pude verla entonces porque a la segunda o tercera semana ya proyectaban el primer volumen por la noche, el segundo por la tarde y encontrar un orden y una oportunidad lógicos era muy difícil.

Gomes, deparen lo que deparen las siguientes entregas, y lo escribo sin saberlo (hoy mismo llega el segundo volumen), ya ha clavado su pica en Flandes consiguiendo aquello que tanto aterroriza al director de esta ficción, un Gomes que se representa a sí mismo y que no sabe cómo va a conseguir contar historias maravillosas y al mismo tiempo retratar a un país en crisis.

Más que influencias creo que Gomes tiene un talento magnífico para ser un continuador. Veo en esta peli algo de los "Vidrios partidos" de Erice en la película "Centro histórico" que la propia Portugal promovió. Veo algo del fluir narrativo de Fellini, de su cine del yo, de "Amarcord"  y de sus epígonos modernos como Moretti.

El inicio sobre los astilleros es impresionante, de las mejores piezas del cine de la década. Los créditos a los 25 minutos y los rótulos altos y claros sobre qué momento histórico va a contar que una vez más, es tópico pero siempre urgente decirlo, debería sacarnos los colores a este lado de la frontera.

La historia de los hombres "empalmados" es un tanto obvia pero necesaria, es como ese rótulo inicial sobre qué momento histórico. Hay ideas que nunca se han expresado en voz alta el suficiente número de veces.

"El gallo y los incendios" es la parte más desconcertante y el peor bajón narrativo a menos que uno decida que a una propuesta tan briosa y ambiciosa le va a pedir algo más que equilibrio y cohesión entre sus historias.

Y "el baño de los magníficos", que es la parte más Erice funciona maravillosamente bien para dar con un final abierto a la esperanza.

Muchas ganas de seguir: estupendísima película. Gomes era un número 1 entre los directores con dos películas en su haber y en el ránking de directores con tres no parece haber grandes variaciones en el podium.

PD: Menudo estrellón el técnico Vasco Pimentel ¿no?, ¿en cuántas pelis ha hecho cameo?


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