sábado, 3 de diciembre de 2011

LA NARANJA MECÁNICA

Cuando a mediados de los 90 veíamos "La naranja mecánica" en el bachillerato no sabíamos que entonces no podía verse en Gran Bretaña. El mismo Stanley Kubrick había pedido su retirada poco después de su estreno, ya que la prensa lo señalaba con el dedo, debido a unos delitos parecidos a los que mostraba la película. No se pudo volver a ver hasta que murió Kubrick en 1999.

Ya entonces la película nos interesaba mucho. La violencia juvenil y la violencia del Estado, la finísima línea que separaba en ocasiones ambos conceptos (por esa misma época también vi por primera vez "Los siete samurais"). La capacidad del ser humano de tomar decisiones, para bien o para mal, y cómo esta capacidad forma parte de su propia dignidad (ahí la película complemento podría ser "Minority report").

Obviamente también nos llamó la atención la particular estética y el lenguaje inventado para la ocasión por el novelista del original Antohony Burgess.

Quizás la estética, que ya tiene un enorme poder icónico en la cultura del siglo XX, no es hoy en día lo mejor, sino lo arrolladora que sigue siendo la narración en primera persona de Alex (un gran Malcom MacDowell), el líder de una violenta banda juvenil con su propia imaginería y su propia jerga, utilizado por un estado totalitario que cree en la eliminación de cuajo de la violencia y por sus contrarios, manipuladores y rencorosos, sin que pueda hallarse el menor indicio que permita pensar en eliminar las causas de la misma, o en averiguar como mantener un estado de las cosas socialmente aceptable o soportable

Los iconos son del siglo XX, el vigor de la peripecia podría ser de una novela del XVIII. No obstante a la aventura de Alex estaba a punto de sucederle la aventura de Redmond Barry. Si vestuario o decorados pueden chirriar, los interrogantes que deja en el aire son de plena actualidad.

Dadas las impresionantes estadísticas que tienen en este blog las entradas de Stanley Kubrick (que no es de mis favoritos, pero mantiene una potente legión de admiradores), no me resisto a volver a mencionarlo. La película la he visto en un pack de blu-ray, infinitamente más barato en Gran Bretaña que en España, normalmente en España no merece la pena comprar en ese formato.










11 comentarios:

  1. La película es bastante extravagante, y la segunda parte da la impresión de "innecesaria", digamos que ya está con ota actitud, porque maltratarlo pero el destino le cobra su pasado. Excelente película de aquellas que demuestran una originalidad quirúrgica, una estética especial. ¡Grande Kubrick! Abrazos.

    Mario.

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  2. Cierto, su desiquilibrada y cambiante personalidad tras afectar al resto termina cobrándole la factura, un idiota redimido aturdido por la desgracia de sus propios actos. Nuevamente... ¡grande Kubrick!A sacarle jugo a esa filmografía entonces o ha revisitarla ¿no?

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  3. Vale la pena revisitarla, sí, mis próximas entregas de este ciclo serán "Eyes wide shut", "Lolita", "El resplandor", "Espartaco" y a otra cosa, mariposa.

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  4. Será interesante leerte, no me gusta eyes wide shuts pero las otras sí bastante. Y ya lo dejo que parece chat. Feliz domingo. Abrazos.

    Mario.

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  5. Joer, me la pusieron en el instituto estaba en 3º de BUP, en la clase de Filosofía, y la volví a ver hace ya unos añitos, ahora que ya no existe BUP y se le llama Bachillerato (como en la época de mis padres) volveré a verla, todo se recicla.
    Besos.

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  6. Exactamente ahí es donde la vi yo, en Filosofia de tercero de BUP, sería parte del programa nacional de Filosofía.

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  7. Siempre me creó series dudas, y hace años cuando volví a verla la encontré grotesca y sobre todo muy facilona. Lo que más me molesta hoy es la nula distancia (el relato y la puesta en escena nos introducen directamente en las fechorías sin permitirnos tomar distancia; algo que luego copiarán pornógrafos de la talla de Haneke) obligando al espectador a participar -como voyeur activo, evitaré decir 'cómplice'- en actos execrables, supuestamente 'rebajados' con humor y cancioncillas. Son las andanzas de un adolescente criminal, lo malo es que Kubrick las rueda como un adolescente criminal y pajillero y parece como si nos quisiera acabar convirtiendo en adolescentes criminales al no dejarnos tomar distancia ni reflexionar ante su avalancha de 'tricks' cinematográficos, típicos de ese 'cine subjetivo', 'cine de la inmersión'. Por supuesto, la mujer del escritor está de buen ver, no lleva ropa interior y se nos oculta la barbarie de la violación para que no se nos amarguen las risotadas; igualmente, la mujer de los gatos es gritona, histérica y castrante y se la asesina con un pene gigante (de nuevo, se nos evita ver su rostro destruido y a ella muerta; o sea se nos oculta el resultado de la violencia para no 'dañar' el 'espectáculo'), en fin, otra broma, tabernaria y pueril, más, la película está plagada de ellas. La segunda parte, en cambio, al menos me parece divertida, porque cuando Kubrick se 'suelta' (Teléfono rojo, El Resplandor, Lolita) puede ser realmente hilarante: por ejemplo, el uso que hace de Patrick Magee (y cómo lo filma, estamos en la antesala del Nicholson en 'The Shining'), o insinuaciones más 'finas' y divertidas como que ahora tenga, el citado personaje que encarna Magee, a un 'macizo' como ayuda de cámara y como sustituto de su mujer muerta, jejeje.
    Un abrazo
    Santiago Gallego

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    1. Y añado algo más, dado a lo que Kubrick estaba jugando durante toda la película, ¿qué habría pasado si nos hubiera mostrado la violación o el cuerpo muerto o agonizante de la mujer de los gatos y el público mayoritariamente se hubiera carcajeado? Desde luego no habría sido 'culpa' del público sino de su 'maldito juego' durante cerca de una hora; pero creo que era tan listo que ocultó todo eso porque temía el desastre tras haberse metido hasta el cuello en ese cenagal.
      Santiago Gallego

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    2. No deja de ser cierto, no hay reflexiones de ese tipo sobre la mirada hacia los crímenes y desconozco si era eso lo que tanto molestaba a Burgess. Kubrick sale triunfante en lo que más parecía preocuparle, la creación de un icono absoluto en su territorio. Lo son "2001", "La naranja mecánica" o "El resplandor", quiso que lo fuera también "Barry Lyndon" y hasta "Eyes wide shut" tenía que ser la película definitiva sobre el matrimonio. "La naranja mecánica" puede funcionar superficialmente como obra de debate sobre la violencia del Estado, pero sigue siendo fundamentalmente una obra pop que vende camisetas cuarenta años después. Para eso hay que tener fuste de narrador y de imaginero pero no necesariamente hacerse muchas preguntas. Para mí no tiene una especial relevancia, pero hoy a los cinco años de blog es de lejos la entrada más visitada, teniendo un texto donde no hay significativas aportaciones, los lectores llegan una y otra vez a unas imágenes icónicas que al parecer han buscado constantemente.

      Un abrazo

      Sergio

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    3. Hay algún resorte francamente impresionante que hace a las cuatro horas de reflotar esta entrada en facebook (las he escrito mucho más interesantes) ya es la entrada más vista de la semana y obtiene números en esas cuatro horas para los que otras necesitan siete días.

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