domingo, 16 de julio de 2023

IL TRITTICO

 Tarde de gloria en el Liceu. Treinta y cinco años hace que no se veía en el coliseo de la Rambla "Il trittico" de Puccini íntegro, y curiosamente la más representada de ellas "Gianni Schicchi" es la única de las tres que no se ha visto aquí desde el 87. No era cuestión pues de dejar pasar otros treinta y cinco años estos relatos salvajes y no se podía faltar a esta primera función.

Esta vez, y creo que ya me conozco todas las zonas, he subido hasta el cuarto piso, donde me he encontrado un cartel que da cuenta de que está instituida una asociación de liceistas del cuarto y quinto piso, que se consideran los más entusiastas del teatro y que hasta conceden un premio propio en el concurso internacional de canto. Y algo así me ha parecido percibir, ese entusiasmo, digo. Todo un trabajo de anttropología pasearse por todas las zonas.
Puccini pasó muchos años con el proyecto de tres óperas cortas entre manos, influido seguramente por el éxito de "pagliacci". Barajó relatos de Gorki y barajó algo relacionado con Dante, que finalmente inspira Schiccchi y dicen algunas fuentes que las tres óperas se corresponden con la estructura infierno-purgatorio-paraíso, pero yo qué sé, a mi eso me parece más cogido por los pelos.
La noche del estreno, el 14 de diciembre de 1918 en el Metropolitan de Nueva York, Puccini no está presente por miedo a que una mina alemana perdida hunda su barco, a pesar de que la I Guerra Mundial había terminado un mes antes. Esa misma noche ya se dice que "Gianni Schicchi" es la mejor de las tres (impresión a la que yo no puedo sustraerme más de un siglo después). Y esa misma noche empiezan los problemas para trittico, ya que le empiezan a pedir los teatros las óperas por separado, en programa doble primero y más tarde de forma aislada, hasta llegar a lo que acabó siendo una costumbre, programar alguna de ellas junto a otra ópera corta. Totalmente en contra de lo que era el deseo del compositor, que se vieran las tres juntas siempre.
Vivida la experiencia creo que cabe aplaudir la ambición artística de Puccini, dada la dificultad de conseguir el calado dramático suficiente mediante la música en piezas tan cortas. Quizás se quede a medias pero no se puede negar el esfuerzo en el color musical y en la arquitectura teatral del trabajo. "Il tabarro" bordea lo romántico y lo tétrico, "Suor Angelica" lo místico, creo que a las dos les falta algo para redondearse, son bosquejos por fuerza, obras a medio gas pero al mismo tiempo haber renunciado casi desde el principio a representarlas juntas les ha hecho perder el potencial que tenían vistas sin solución de continuidad como hoy, ya que no ha habido ningún tipo de interrupción entre las dos, y ese tránsito de una obra a otra me ha parecido muy potente.
Pasado el descanso, y ahí no puedo sustraerme al tópico, la obra que ya conocía "Gianni Schicchi" ha vuelto a parecerme una espléndida comedia y la mejor armada de las tres.



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