La mirada del siglo XXI está impregnada de un romanticismo rebelde que consiste en muchas ocasiones en contemplar como adorable o emocionante aquello que casi nadie escogería jamás para sus vidas. Eso unido a una crítica feroz a un supuesto moralismo que consiste básicamente en no alterar un orden en el que los seres humanos viven con una considerable y estimable dosis de salud mental. ¿Que la salud mental es relativa?, cada vez lo dudo más, consiste en un equilibrio afectivo, en una satisfacción personal relacionada con respetar y ser respetado, en ocupar un lugar digno en la vida de las otras personas y en que éstas ocupen un lugar digno en la nuestra. Así al menos parece definirla la protagonista cuando aconseja a su vecina y compañera de infortunio, antes de rectificar segundos después.
La opción vital que escoge el personaje de Irene Dunne en esta soberbia y magistral película de John M.Stahl no me parece criticable ni condenable, ¡faltaría!, más que por un pequeño detalle, a ella sí que se lo parece y durante media película la película me cuenta afiladamente la soledad, la insatisfacción y el vacío que se siente ocupando un lugar tan poco apreciable en la vida de otra persona. El problema es que a mitad de película lo que era triste pasa a ser bellísimo, inexplicablemente, la necesidad de vivir una vida plena y no conformarse con la "callejuela" de repente deja de ser una necesidad y el amor que se vive en la callejuela es de repente sublime y conmovedor. Me parece un punto de vista muy convincente para esa mirada romántica y antimoralista del siglo XXI (la película pasa por atrevida fácilmente), aunque uno se mostraría desde un punto de vista psicológico mucho más escéptico y menos entusiasta con ese viraje dramático.
Lo cual no empaña que me parezca un gigantesco trabajo cinematográfico de John M.Stahl. Un peliculón con todas las de la ley para recomendar con vítores y aplausos entusiastas. Una película puede animar debates filosóficos, éticos o psicológicos, pero no tiene ninguna responsabilidad en las elecciones vitales de la gente ni es mejor ni peor por compartirse o no lo que propone, obviamente.
Esta película tiene el dudoso honor de contar con el más atroz y reaccionario error de adaptación de todos los tiempos de su título original para el estreno en España.
ResponderEliminarEs mucho más significativo "Back street" y sí "La usurpadora" tiene unos tintes absurdos de condena moral que no son de recibo, a menos que "La usurpadora" sea la esposa, lo cual sería más divertido e interesante visto desde otra de las posibles lecturas de la película: el tema del azar y cómo el no presentarse en un parque un día a una hora determinada puede cambiar una vida. Es la esposa la que de alguna manera usurpa el destino que le espera a la protagonista.También es verdad que la película no logra convencerme de que la madre del galán habría cambiado de opinión al conocer a Irene Dunne y la preferiría a la que es después su futura nuera, por eso al tema del azar le falta fuerza.
ResponderEliminarTengo que ver esta película, la tenía pendiente pero después de leérte me ha picado el gusanillo ;)
ResponderEliminarMuy bueno Sergio. Saludos.
Tiene un toque irresistible, el que tenían Vidor, Borzage, MacCarey, todos los maestros del melodrama, es emocionante, es muy emocionante, aunque lo que propone no lo sea tanto. Es más, a medida que lo voy pensando lo que propone me parece hasta bastante machista...ya verás, ya verás...Saludos
ResponderEliminarMe la compré el pasado sábado y estoy deseando descubrir lo que seguramente va a ser una maravilla en forma de melodrama. Ya te comentaré.
ResponderEliminarPor cierto, huye de la pavorosa e infame edición que han dedicado a "La calle" de King Vidor. Parece que hubieran partido de la peor copia en VHS. Terrible: un verdadero atraco a mano armada por parte de la distribuidora Art House. Luego nos irán rogando que compremos originales y no seamos piratas: en este caso, ¿quién es el pirata? Me pudo la confianza que tengo en la colección Imprescindibles de El Corte Inglés y que se trataba de un Vidor -palabras mayores para mí- y piqué como el mayor de los idiotas.
Por cierto, en la misma colección está editada "Cartas a mi amada", que compraré en julio.
Un fuerte abrazo,
Rafa.
"La calle" es un buen Vidor, sin duda, aunque algo lastrado por ese teatro social americano de los 30 que a mi me parece muy subrayado, un poco a lo "Dead end" de Wyler, que tampoco me gusta demasiado.
ResponderEliminarAbrazos
Sergio
a Irene no le gustaba esta película, consideraba su personaje como innecesario en su carrera ya que después de haberla filmado por muchos años ella recibía cartas de mujeres q tenían la misma situación de Ray Schmidt y querían que Irene les diera un consejo, lo cual era un poco lógico porque ella tuvo un matrimonio feliz y duradero =)
ResponderEliminarMe causa una grata sorpresa ver que escribas de mi actriz favorita. Yo amo "Back Street", fue una de mis primeras películas de ella y realmente me encanta su actuación (como siempre).
Saludos y te sigo!
Me gustan muchísimos tipos de cine, y uno de ellos es el melodrama clásico, por lo que referirse algunas veces a la gran Irene Dunne es inevitable :-). Yo he descubierto tu blog a través de tu intervención en elcinedesolaris, gratamente sorprendido por tu conocimiento y admiración por Irene.
ResponderEliminarSaludos
Pues nada, otro que se la apunta para un futurible visionado
ResponderEliminarSaludosl