viernes, 5 de julio de 2013

SOLARIS

La historia del conocimiento humano (en ciencia, filosofía o religión) prestigia las preguntas acerca del sentido de nuestras vidas, del por qué estamos aquí, pero presta menos atención o le parecen menos respetables y admirables las preguntas acerca de qué hacer una vez aquí, sea el motivo que sea el que nos haya traído hasta aquí.

Será que a mi siempre me ha interesado muy poco o nada por qué estamos aquí, pues no creo que ninguna respuesta alterara lo más mínimo mis preocupaciones y placeres fundamentales,. que por eso me fascina y me sigue fascinando "Solaris", la adaptación cinematográfica que llevó a cabo Andrei Tarkovski sobre una excelente novela de Stanislaw Lem.

"Solaris" película recoge perfectamente el planteamiento y el espíritu que late tras "Solaris", al menos el espíritu que para mí hace de este film una obra fundamental. Por mucho conocimiento recogido, por mucha solarística estudiada, por mucho afán de trascendencia y por muchas preguntas y misterios que nos embarguen, lo fundamental es preguntarse qué hacer una vez aquí, cómo relacionarse con los demás, cómo amar.

Kris Kelvin es un científico de primera línea en el estudio de los extraños comportamientos del planeta Solaris, pero no supo amar a su mujer Hari, que se suicidó por sentirse sola perdida antes los contínuos viajes de su marido y la prioridad que le daba a su trabajo y su carrera por encima de todas las cosas.

Tarkovski filma la soledad de Kris en las localizaciones de Zvenigorod, en sus famosas tomas de las algas y las aguas, recreándose en la pura belleza del agua y del entorno en contraste doloroso con la ofuscación personal del viudo, que desprecia a su colega y está en conflicto con su padre, con sus propias raíces, al que probablemente ni si quiera vea morir por culpa de su viaje espacial.

La larga y criticada escena del coche, en las que usan imágenes deslumbrantes de metrópolis japonesas, sirve de puente para el salto al espacio, en el que la reaparición de la esposa, mitad materialización, mitad fantasma, une a la película misteriosamente con el cine USA más poético y melodramático de los años 40, el japonés de los 50 y 60 y las grandes obras sobre parejas de Bergman y Pialat.

"Solaris" recorre todos los cines oníricos de amor y fantasmas que puedan recordarse, y recorriéndolos abre su propio camino y su propia lírica. Es una película íntimamente ligada al aquí y al ahora, y en eso Lem y Tarkovski se equivocaban profundamente. No hay ninguna vergüenza en considerarla una película de amor (o de ciencia-ficción, o de aventuras, la aventura de conocer y conocerse), porque las películas de amor tratan precisamente de las preocupaciones humanas realmente acuciantes, las que no necesitan ningún afán de trascendencia científico-mística, las preocupaciones que realmente dan todas las respuestas. Cómo relacionarse con los otros, querer contestar a otras preguntas es eludir el problema como hace Kris en estos relucientes, palpitantes, inmarchitables y profundamente emocionantes 158 minutos.













9 comentarios:

  1. Recuerdo haber leido en algún lado que Solaris era la respuesta soviética al éxito de 2001. ¿Tendrá algo de verdad? En cualquier caso, es una película muy Tarkovski.

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  2. No es verdad ,en mi opinión. Creo que eso se dijo bajo el prisma de considerarlas a las dos las primeras películas "serias" de ciencia-ficción. Los intelectuales de la época se sentían muy a gusto desentrañando los simbolismo y sentidos crípticos de las dos, aliviados por no tener que ver esas obras para niños como "Ultimátum a la Tierra", "El increíble hombre menguante" o "La invasión de los ladrones de cuerpos". ¡Por fin se hacían películas para adultos interesantes y tan listos como ellos!. Luego salieron los suddokus y les dejó de interesar el cine. Ejem. Saludos

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  3. La primera versión de "Solaris" (televisiva y en B/N) era del mismo año que "2001" y no cabría "responder" en otro medio, más pobremente, haciendo tan patentes las diferencias ni desde luego esperar cuatro años para mejorar el intento. La novela de Lem además poco o nada tiene que ver con el relato de Clarke. Tampoco yo veo conexión.
    Me hizo gracia siempre eso del cine scifi para adultos. Que yo sepa, en USA, fueron varios famosos hippies y beatnicks fumados o algo peor los que más agradecieron el "paso adelante".

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  6. El Moviestar ha hecho el ridículo, Quintana no ha rematado, Valverde es muy cortico lo suficiente para escribir su nombre en un papel y poco más, Contador está en viaje de negocios. El inglés va arrasar.

    Ah bueno Solaris es graciosa con los libros de Cervantes voladores y todo eso pero que me quedo con Stalker, de calle además como el Tour que va a ganar Froome.

    Koldo

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  7. "Stalker", ahhhh, le quería dedicar en el futuro una entrada. Me parece un gran western.

    Saludos y buen Tour, que sé de buena tinta que proporciona gloriosas siestas a la afición. Yo las duermo de verdad, que luego no podré.

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  8. En referencia a la discusión de arriba, según cuenta la leyenda la relación con 2001 la proporciona el mismo Tarkovski, quien declara a la obra de Kubrick como un filme sin alma.
    En fin, sea como fuere, lo cierto es que 'Solaris' presenta una odisea, aunque es una odisea interior.
    Como bien apuntas, Tarkovski trata de pesar las características que nos hacen humanos, entre ellos la competición que establece entre ciencia y amor.
    A pesar del recelo inicial, me resultó un filme fascinante.

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  9. No tienen nada que ver "2001" y "Solaris" como no tienen nada que ver Kubrick y Tarkovski, ya no por calidades, sus inquietudes son muy diferentes, aunque hay un exceso de incidencia para mi gusto en las cuestiones teológicas de las dos películas.

    julio 09, 2013

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