El más popular pero no siempre el más apreciado de los ríos hawksianos. Casi siempre más querida "Rio Rojo" y el afluente "ElDorado". "Rio Bravo" se filma a finales de los 50 con una cartelera en el cine USA que es para decir "y habiendo llegado hasta aquí ¿hay algún tipo de mañana para el cine?, ¿tiene sentido continuar?". Ellos no veían esa especie de Cinquecento que sólo parecía gozarse en Francia. Pero es que el 4 de Abril de 1959 podías ver ésta en los cines, el 12 de junio "Misión de audaces", que Wayne ya habia justificado el año, en pleno verano "Con la muerte en los talones", y ya iban más o menos de retirada, porque 1958 había sido de aupa, o de vértigo.
"Rio Bravo" es una de las películas más representativas que puedan imaginarse de una determinada concepción del arte cinematográfico. Ésa que ninguno de los que creen que te gusta el cine profundo y con contenido podría imaginarse.
Cómo mostrar a través de un western una amistad fiel y responsable, cómo dar una oportunidad tras otra pero no dejar de esperar nunca a que el amigo reaccione, la reconstrucción de una vida, la vibración de un enamoramiento (compruebo película a película que Hawks es un maestro inigualable en ello), la insobornable ética profesional.
"Rio Bravo" es un western profundo con un guión extraordinario completamente invisibilizado. Ningún tema se formula, no hay ninguna estructura, subrayado, dialoguitis ni el ruido de la máquina de escribir ensordece al espectador.
Howard Hawks siempre será uno de mis favoritos por haber demostrado cómo podían fluir las imágenes, cómo podía fluir la vida sin parecerlo. Como John Ford es una lección constante y yo diría que dificilísima o imposible de seguir de cómo ser profundo sin darse importancia.
El guión está escondido tras esa puesta en escena ligera, de todo menos eficaz, porque es una película larga que se toma su tiempo y se distrae por el camino como quiere y cuanto quiere, pero si el ruido de la máquina de escribir no nos ensordece, aún más imposible nos parece que allí hubiera una cámara.
El asombro que siempre me despertó "Rio Bravo" no cesa, y la canonización veraniega que este blog lleva a cabo con Hawks año tras año se sigue justificando revisión tras revisión.
Excelente reseña de esta película de Hawks, que aúna en este film, uno de los primeros que ví del maestro, todo su "universo". La amistad viril, el compañerismo... Enhorabuena.
ResponderEliminarAh, qué decir de una película que es desde hace más de veinte años para uno la misma esencia del cine. Mucho se podría hablar de Hawks, porque sí, la amistad viril es uno de sus temas, pero viril aclaremos que no significa "machota". Qué hombres y qué mujeres retrata Hawks. Ese Dean Martin que en algún momento tendrá que empezar a olvidar, tembloroso pero aún así buen tirador, ese plano de Angie Dickinson velando a John Wayne... Qué poesía. Nunca había dejado de gustarme ni un pelo, pero volviendo a ver el año pasado "Su juego favorito" tuve una especie de profunda epifanía, dándome cuenta de que Hawks todavía era más de lo que a mí me parecía, que ya es decir.
ResponderEliminarUn saludo y gracias
A esa amistad me refería. A una amistad de amigos, del que se preocupa porque su alcoholismo, como dice Missisipi en El Dorado a Cole cuando le comunican que su amigacho Robert Mitchum las coge del catorce o el estoicismo del que hacen gala los pilotos de "Solo los angeles tienen alas" estoicismo que Jean Arthur es incapaz de comprender, hasta que al final lo comprende todo. Un abrazo
ResponderEliminarHace siglos que no las veo y qué estupendas las recordaba ya entonces. Un abrazo
ResponderEliminarSin duda una de las mas grandes y la que hizo míticos varios personajes eternamente repetidos en sus múltiples manifestaciones.
ResponderEliminarGeniales todos y cada uno de ellos en especial ese contrapunto al héroe interpretado por Walter Brennan.
Por cierto el dorado también me parece absolutamente genial. Saludos
Tengo que repetir "Eldorado", la que ya no tenía tantos fans y a mi me encantó el verano pasado es "Rio Lobo".
ResponderEliminarSaludos
Me sucede algo raro con 'Río Bravo', y en cierto modo es algo que señalas cuando mencionas que "se toma su tiempo". Me fascinan sus personajes, la emotiva intensidad de las relaciones entre ellos y la electricidad que alcanza la tensión en ocasiones, pero al mismo tiempo me ha resultado una obra en exceso alargada las veces que la he visto. En ese sentido, tiendo a quedarme con 'El Dorado'... En fin, cosas mías.
ResponderEliminarY el western, sí, es además de un género de entretenimiento, uno de los que mayor profundidad ha alcanzado nunca. Un auténtico escenario atemporal en el que dirimir los recovecos de la condición humana. No siempre hay que fruncir el ceño, poner cara de aburrido y tono grave para hacer filosofía.
De hecho los que fruncen el ceño no suelen tener éxito artístico, los mejores en ese sentido, Bergman, Tarkovski etc no lo fruncen realmente, son sus espectadores más fervorosos los que lo hacen por ellos.
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