sábado, 20 de febrero de 2016
HANNAH Y SUS HERMANAS
5 AÑOS DE BLOG: MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA ATENCIÓN
De alguna manera con Woody Allen equivocamos el debate de los últimos años. La cuestión no es por qué, en líneas generales, bajó la calidad de su cine, que es demasiado discutible y matizable. La cuestión es saber qué terremoto entró en su cine para que apareciera una visión del mundo tan amarga y cruda, acompañada de un uso de los recursos narrativos tosco, como si esa amargura obnubilase el proceso de creación.
Se me podrá alegar sin dificultad la excepción de "Delitos y faltas", o de "Desmontando a Harry", que es de mis favoritas y aparecerá por aquí cuando piense algo de ella que me la vuelva a situar, y es completamente cierta la alegación. Quizás porque "delitos" es una película en diálogo con "Hannah y sus hermanas", y guardan entre ellas no pocas similitudes y coincidencias con época y producción. Y porque un día habrá que hablar del epílogo de "Delitos y faltas", que siempre se obvia alegremente.
A lo que vengo. No se trata de que sea esencialmente bueno o esencialmente malo tener una determinada visión del mundo. Pero yo creo que en Allen la amargura ha devorado la creatividad.
"Hannah y sus hermanas" tenía que aparecer en este blog, y no podía decir simplemente que es una de las más grandes obras maestras, sabia, feliz, divertida, emocionante hasta las lágrimas compulsivas.Quería que "Hannah y sus hermanas" apareciese sosteniendo la energía de una idea nueva que no hubiese manejado antes. De una tesis que lógicamente tendrá sus antítesis.
Tal caudal de recursos de narración y de montaje requieren una energía creativa que es más fácil de tener cuando se está hablando de un artista receptivo y perceptivo ante la belleza y las emociones de vivir. Sólo hay que comparar qué presentación hace aquí de los personajes (de escuela de cine) y qué presentación hace en "Conocerás al hombre de tus sueños" (o casi cualquier peli de las últimas). O cómo entrecruza las historias con una continuidad en el montaje suicida y muy audaz, cómo se cruzan y se descruzan personajes y tramas con una energía sobrenatural.
Cuando piensas o crees que todo es una maldita basura, qué energía y qué recursos vas a poner en juego, sólo te queda la tosquedad y lo peor: el escupidero de bilis y simplezas en que se ha convertido el cine de Allen en las últimas (siempre haría salvedades).
Viéndo "hannah" por vigesimo tanta vez, uno echa más de menos en las de ahora un punto de vista positivo o misericorde con los personas y su travesía existencial que acompañe la inquietud formal más que simplemente un buen o mal resultado a cualquier precio.
Si de cinefilia se habla no soy resultadista, me gusta que se juegue bonito, dando espectáculo.
Y energía es la palabra más repetida en este comentario.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡¡Felicidades por el aniversario!!
ResponderEliminarRespecto a Allen, me parece muy cierto lo que comentas sobre su evolución... En su cine siempre pesó más la palabra que la imagen, pero sus últimas películas no es solo que carezcan de espesor visual, sino que también tienen guiones y personajes construidos como a hachazos, por alguien que quisiera desentenderse del asunto lo antes posible y pasar a la siguiente.
Allen teje sus historias mediante una combinación simple de elementos tomados sin mucha sutileza de la historia del cine y la literatura: Irrational man parece surgida de un cruce de Extraños en un tren y Crimen y castigo, Magia a la luz de la luna es como una hibridación de una comedia screwball (La fiera de mi niña) con Las diabólicas, etc.
Creo que otros autores, como Godard, Vila-Matas o Lautréamont, han hecho un uso más creativo de las citas; el último decía que utilizaba textos de otros autores para corregirlos "en el sentido de la esperanza": justo al contrario que Woody Allen.
Saludos
¡Muchas gracias!
ResponderEliminarSiempre hubo en Allen ejemplos de citas poco creativas, sus películas a la Bergman, "Stardust memories"...la verdad es que "Otto e mezzo" me parece mucho mejor empleada en "Desmontando a Harry", de un modo más personal.
Las citas en "Hannah y sus hermanas" son ejemplares, se ha comentado que Chejov, que "Fanny y Alexander", y la más sorprendente, ¡Anna Karenina!, pero no la historia de Anna, sino la de Levin, que ocupa en realidad la mitad de la novela aunque todas las adaptaciones la obvien.