Puede tomarse como un capricho en toda regla dedicarle una entrada a esta película: la última de Jean-Pierre Melville, que arrastra una encendida fama de tropezón en su alabada carrera, de desgraciado testamento.
No es mi intención equipararla a otras de sus grandes obras, sin ir más lejos la inmediatamente anterior "Círculo rojo", con la que guarda a veces excesivos y molestos parecidos, pero sí que me parece una película atractiva y estimable.
Supongo que tras ver "Círculo rojo" se implanta en casi cualquiera la sensación de que Melville difícilmente puede aportar algo más, dar un paso adelante, como sólo lo puede parecer en obras postreras de Murnau o Dreyer.
"Un flic" no lo da, es algo formularia, pero es una película atractiva. Se nota diversión en sus imágenes, recreo juguetón en los rituales marca de la casa, con un París invernal y muy de mentira y un trío protagonista tan artificial como icónico.
Hay escenas localizadas en un museo, en un night club o en un robo a un tren desde un helicóptero, que no por simples y algo absurdas dejan de tener ese aire de amor al esqueleto de un género que se echa hoy de menos en un género seguramente casi perdido. El polar, el policiaco o el cine negro, tanto da. Algo que practicaba muy bien en los últimos tiempos, desde esos parámetros de divertimento, por ejemplo el Clint Eastwood de "Poder absoluto".
Pues no la he visto. Y siempre viene bien tropezarse con Delon. Qué ojos, Dios mío...
ResponderEliminarUn saludo
Muy chuleta aquí, monsieur Delon, en el mejor sentido de la palabra chuleta.
ResponderEliminarUn saludo
Reconozco que tengo una deuda pendiente con esta película desde hace tiempo, cuando la vi la deteste más allá de varias escenas impactantes, para mí supuso el agotamiento y defunción de un estilo (sólo conocía las tres obras inmediatamente anteriores y estaba muy influido por una de ellas: Le Samurai). Ahora que he visto casi toda la obra de este cineasta creo que Le Samurai es (aunque excelente) una influencia perniciosa para comprender el resto de su obra, porque exacerba una parte de su estilo (lo gélido, el sentido del lo ritual, el uso de determinadas convenciones y arquetipos de cierto cine negro clásico) y obvia otras tan o más importantes (la importancia de la amistad, la necesidad de recuperar la dignidad... )que acercan a este cineasta más a Hawks _y al Becker de su admirada La evasión_ que a Bresson. En este sentido obras como Hasta el último aliento, Círculo rojo o El ejército de las sombras son en mi opinión sus obras más importantes. Teniendo en cuenta estos factores me gustaría revisar cómo es el tratamiento de la amistad y su traición que se da en su último trabajo, cómo es el tratamiento de la heroína (algo inhabitual en su cine negro) y en definitiva reubicar su última película en el contexto de toda su obra teniendo en cuenta todas sus películas (las de los 50, principios de los 60) y olvidar un poco El silencio de un hombre que me parece antes que nada un experimento en su producción (como lo fue la genial El silencio del mar) mucho más que la obra faro de este autor, cosa que a poco que se conozca su obra se ve que no es en absoluto.
ResponderEliminarUn saludo y perdón por la prolijidad (me he pasado)
Roberto
Es una película detestada, bastante detestada, no sería de extrañar que persistieses en ese juicio. La gracia aquí era tener un poco la excentricidad de encontrarle la gracia (válgame la redundancia). Un lujo esa prolijidad.
ResponderEliminarUn saludo
Haces muy bien, Sergio, en traer a cuento "Un flic", a pesar de todo y digan lo que digan... los demás. Para mi gusto, toda la producción de Melville es prodigiosa. Incluido este título.
ResponderEliminarVoilà el cine francés que adoro. Jean Pierre Melville, Marcel Carné, Jacques Becker...
Salucines
Me alegra encontrar apoyos. Así damos un pasito más allá de mi "encaprichamiento", porque dando un paseo por internet le dicen de todo menos "guapa", y la película me parece eso, que tiene su muy particular atractivo y magnetismo. No eres el primero al que leo pirrarse más por Melville y Becker que por otras olas. Yo me confieso nuevaolero, pero ahí estoy también con la vieja guardia.
ResponderEliminarSaludos
En los comentarios que me han precedido (en el tuyo también) he leído líneas que no he podido digerir. Pero, bueno, todos vemos las cosas (incluidas las películas) como queremos verlas.
ResponderEliminarCon "CRÓNICA NEGRA", entendí en su momento (y me ratifico ahora con el DVD) que estamos ante otro gélido thriller del autor de “EL SILENCIO DE UN HOMBRE”. En esta ocasión, sobre la base de un guión muy endeble y con unos personajes dibujados al calco sobre unos patrones ya establecidos, todo resulta bastante irreal.
Aplicando una vez más la moraleja de que el criminal, pese a su carisma genérico, siempre acaba mal, la fórmula se volvía repetitiva. Y este film, pese a contener algunas aciertos, significó un claro descenso en la trayectoria del realizador que aquí parecía copiarse a sí mismo de mala manera.
Una nota: las maquetas utilizadas en la secuencia del tren y el helicóptero, resultan ridículas en su deficiente resolución y descolocan bastante al espectador. A mí, por lo menos.
Un saludo.
Hombre, Teo, no creo que sea tan difícil de digerir un desvío o una reivindicación tan divergente como juguetona cuando tu opinión es la que ostenta el 99% de los que han escrito en la red sobre "Crónica negra".
ResponderEliminarQue todos vemos las cosas como queremos verlas, pues puede ser, seguro, pero en no pocas ocasiones me encuentro algo desganado en el sofá para casi cualquier película y el sábado me quedé atrapado en el excéntrico encanto de "Un flic".
Tampoco tengo a Melville en lo más alto de mi top, por lo que no necesito forzar el juicio como lo podría hacer un fan. Simplemente a veces ver las cosas "como las quieres ver" enfoca con otra luz objetos a los que el análisis más sereno como el tuyo (me resisto a llamarlo frío) corre el riesgo de perder para siempre como patrimonio cultural. Si el fan más monumental que conozco de Melville la pone a parir...
Podría suscribir palabra por palabra tu comentario, y aún así hablar bien de ella. Creo que algunos me entienden.
Pues a mi me parece un polar estupendo, estoy de acuerdo que probablemente no esté a la altura del Circulo Rojo, pero coñe, es un Melville.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Me gustaría discrepar respetuosamente o al menos apostillar algunas cosas:
ResponderEliminarA Roberto: me parece un comentario demasiado largo para decir (en el fondo) dos cosas: que ha visto en los últimos años casi todas las películas de Melville (me alegro) y que El silencio de un hombre ha ocultado, en parte, el resto de la producción de Melville (es posible pero también lógico, es una obra excepcional).
A Teo Calderón: su comentario sugiere que usted es el guardián del decoro a la hora de emitir juicios u opiniones sobre películas, es cierto que de la lectura de sus comentarios y el ojeo de su diccionario se deriva que jamás se ha atrevido a hacer un comentario que se aparte de los dictados de la doxa, no ha escrito nada que no hayan dicho otros antes y mejor, jamás se ha apartado ni una coma ni un acento de los tópicos más manidos pero no esperaba semejante hostilidad hacia los que intentan aportar algo original en sus comentarios y me parece algo sorprendente y censurable.
Idoa
Muchas gracias por la participación, Idoa, pero aún entendiendo y siendo coherentes esa objecciones hay que contextualizarlas, tenga en cuenta que la lectura de Roberto y Teo es tan familiar para mí como para Claude Rains los "sospechosos habituales" de Casablanca.
ResponderEliminarTeo suele echarle unas gotitas de limón al guiso que yo le agradezco porque me daría vergüenza que esto se convirtiera en un masaje ininterrumpido al "propietario". También alguna vez me hace los honores algún que otro blogger que me dice que la que he puesto es la peor del director (bffff, a la próxima entrada se van a borrar varios seguidores, fijo). Puesto que lo hacen con cierta frecuencia debo entender que no los aburro, o no los aburro lo suficiente (todavía), y se mantiene la llama no sólo de la discrepancia, si no del sano puyazo.
En cuanto a Roberto, esa extensión nos aleja un poco de la filosofía twitter, en síntesis no sé si era necesaria, pero tampoco estoy yo seguro de no ser redundante más de una y más de dos veces. Agradezco que nadie se ponga límites en sus explicaciones.
En general, dentro de lo relativamente escasos que suelen ser los comentarios en este blog, debo decir que estoy muy contento de lo que se suele aportar en ellos.
Aprovecho para dar las gracias a todos.
Igual le benefician a tus estadísticas, querido amigo, el hecho de que Jesús Cortés parece haber tirado la toalla y nos ha dejado colgados a todos.
ResponderEliminarBombaizaphir
No creo, ni que este blog sea "la alternativa natural" a Jesús Cortés, ni que haya tirado la toalla. Como todos tendrá otras cosas que hacer.
ResponderEliminarSaludos
Bueno, Idoa, esa hostilidad que achacas a mi texto, de la que te quejas y con la que dices sorprenderte, sólo la percibo en el tratamiento que me aplicas; en lenguaje coloquial (que es el que más me gusta utilizar) me pones “fino filipino”. Tampoco salgo mejor parado con el propietario del blog que, no obstante, lo hace más por lo fino. En fin, lo mío era un simple problema “digestivo” de un estómago acostumbrado a productos no perecederos.
ResponderEliminarPero, vamos, que si lo crees oportuno, puedes seguir despotricando contra el estilo “decoroso” y “previsible” de este anodino doxógrafo. Eso sí, siempre que abandones, cuando te dirijas a mí, ese hiriente tratamiento de “usted”.
De acuerdo Teo, tuteado quedas, tu respuesta me parece justa aunque discrepe en algunos aspectos, empero, evito la polémica ya que a Sergio no le gustan (y dada la bonhomía habitual de sus comentarios y mensajes no se merece a igual que me parece injusta tu reprimenda hacia él); de tu comentario destaco lo que me gusta y es curiosamente tu prosa, mención especial merece << lo mío era un simple problema “digestivo” de un estómago acostumbrado a productos no perecederos>>, chapeau (chapó según el RAE ) una frase digna de Proust o Eliot en su riqueza semántica y plurisignificativa.
ResponderEliminarIdoa
Jajaja, tendrás queja, Teo Calderón, aún tendrás queja, con las respuestas impolutas y razonadas de absoluto guante blanco que te doy, aún a pesar de ser el blanco no pocas veces de tus puntillosos y rebuscados juicios a mis textos (hasta en los casos en los que coincidimos plenamente en nuestra opinión sobre la película). ¿Quién te iba a dejar meterte de esa manera con el propietario del blog como te dejo yo?, ¿conoces algún caso similar en algún blog?, ¿en el tuyo propio?. Vamos, aún esperarás que calle y asienta. ¿Cómo me llamaste en cierta ocasión?, ¿sofista?...
ResponderEliminarIdoa, sí me gustan las polémicas. Hombre, prefiero que sean sobre películas o sobre lo errado de mi juicio sobre una película que otros consideran magnífica y yo no o viceversa. Teo suele desconcertarme-no en todas las ocasiones- con unas reprimendas casi personales extrañísimas, por eso recibo siempre sus comentarios con expectación y una malsana curiosidad.
Saludos
Bueno, bueno, esto lo tengo que reconducir de alguna manera porque se me va de las manos. Voy a ser muy rígido exigiendo la despersonalización de los comentarios. Y para empezar el anterior queda borrado. Sí, no tengo ningún empacho en borrar comentarios. Y aviso, no soy lo que parezco, soy maestro de primaria y para mala hostia la mía.
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