TARDE PARA LA IRA
No me puedo inventar sensaciones que no existen, aunque haya leído respetuosamente las contrarias. No entiendo mucho de lo que dicen los personajes en "Tarde para la ira", algo que me sucede en otras aclamadas películas españolas. Lo siento pero no creo que sea culpa mía. No me pasa en todas ni con todos los actores. A Luis Callejo lo entiendo muy bien pero por ejemplo los susurros entre Antonio de la Torre y Ruth Díaz en la cama me provocan carcajadas. Es obvio que ella ganó en Venecia porque estaba subtitulada. No sólo eso, que bastaría para que no le prestara atención a la película, al igual que no leo redacciones cuya letra no entiendo.
"Tarde para la ira" me parece un thriller totalmente artificial donde los personajes dicen palabrotas, tienen la mirada perdida, se redimen, follan, disparan y se pasan por un gimnasio de boxeo-cómo no. El colmo de la impostación. Muta a tensa road movie pero sólo queda un film de venganza que podría ser una de Charles Bronson, sin moralina, como debe, ser pero que despierta dudas sobre si tampoco tiene moral, pues tantas ansias de verismo acortan el distanciamiento.
EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
Empiezo "El hombre de las mil caras", tras ver "Tarde para la ira", eufórico escuchando con inmenso placer la dicción de José Coronado y de Eduard Fernández, a los que entiendo primorosamente todas y cada una de las frases que dicen. La peli se sigue muy bien, resulta entretenida sin accesos de entusiasmo porque le pasa un poco como a "El lobo de Wall Street". Por mucho virtuosismo que le eche resulta difícil sentir algo por esos personajes, además de la repulsión que ya sentíamos. Y se entiende el cabreo por la posición de la película, que pretende hacer ver, aún con sus tímidas menciones, que no habla ni del país, ni del gobierno del que sabemos que habla, ni de su trágica decadencia política a gran escala.
Como estas opiniones las maduro charlando con colegas la mar de estimulantes uno me cuenta que mayor concreción la acercaría a la brocha gorda, otro no se conforma y un tercero alaba el oficio y la complitud de la película de Rodríguez.
Hala! Lo de la trágica decadencia a gran escala debe de ser una contaminación retórica por darle a Wagner en tus ratos libres, porque yo recuerdo los últimos años de FG más bien como un sainete. Desgraciadamente, acontecimientos insoslayables en mi intensa y cosmopolita vida (varias líneas de metro y de autobús todos los días) me han impedido ver estas películas goyescas, o sea, falta de interés, pero tras leer tu entrada voy a borrarlas definitivamente de la pizarra de futuribles.
ResponderEliminarComo la de Bayona sí la he visto, tengo que decir que no me parece insincera en absoluto: ¿adolescente gay al que le hace bullying el chico más guapo de la clase, y que fantasea con una figura omnipotente que le permite vengarse? Si debe de ser su autobiagrafía; enmascarada, eso sí, con una pretenciosidad insufrible. Lo raro es que haya conseguido cargarse por fin a esa madre que parecía inmortal en sus filmes anteriores, aunque para ello se haya tenido que traer a Sogourney Weaver, la gran especialista en abatir figuras maternas aniquiladoras...
¡Ja!, decadencia trágica por lo que vino después.
ResponderEliminarEs muy divertido eso que cuentas de Bayona pero yo recuerdo haber hecho análisis en esa línea de "Lo imposible" (le he visto un pezón a mamá) y las risas que te echas no compensan el viaje.
Las películas las (mal)veo en fin de semana, mi vida (no tan cosmopolita como antes) es muy parecida y muy insoslayable, con autobús incluído. Y las elijo fatal pero es lo que tiene socializar un poco, ¡no iba a ver una de Straub! (las laminó filmin antes de que te diera esa periodo glorioso en el blog...perdónalos porque no saben lo que hacen).
Bayona sabe perfectamente que teclas tiene que tocar. Yo creo que cualquiera que la haya ido a ver, por lo menos en mi caso, sabía perfectamente lo que iba a ver. En ese sentido no me defraudó. Si puedo reconocer cierta "originalidad" en el uso de combinar las historias animadas, que como animadas me gustaron y simplemente eso,pero toda la película es un fraude a mi modo de ver.
ResponderEliminarTarde para la ira y El hombre de las mil caras, que quieres que te diga, me parecen flojita. Me ha sorprendido mucho más gratamente Que Dios perdone, por lo menos no me he aburrido tanto.
Sí, eso me dicen varias personas "Que Dios nos perdone" está mejor.
ResponderEliminar"Que Dios nos perdone" en mi opinión es mucho peor que "Tarde para la ira". Es directamente inverosímil. Y en ella, el tratamiento de la venganza se asimila a la de cierto tipo de cine americano que la crítica gacetillera denunciaría y que en esta película ha pasado desapercibida. Es curioso que las cuatro películas de las que se habla, en diferentes variantes, tengan sus referencias en el cine estadounidense. Personajes, atmósfera, estructura narrativa, son igual de plausibles si las historias tuvieran lugar en cualquier lugar de EEUU. La de Bayona creo que es su peor película. Y esa que las otras eran flojas, pero lo de esta no tiene nombre. Una minihistoriera reconvertida en narración grandilocuente para llenarla de efectos especiales "bonitos".
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, en especial en lo que respecta al tratamiento de la venganza.
ResponderEliminarY que tiene de malo que se asimile la venganza a la de cierto tipo de cine americano?
ResponderEliminarMe refiero a Que Dios nos perdone.
ResponderEliminarPerdón, no leí bien, las prisas y los agobios del día a dia, estoy de acuerdo en cuanto al tratamiento de la venganza pero me refiero a "Tarde para la ira", pues la película de Sorogoyen no la he visto. Te refieres al tratamiento moral de la venganza, entiendo.
ResponderEliminarNo tiene nada de malo hacer una película con cierta ambigüedad moral a la americana. Yo lo que quería decir es que me sorprendía que esto la crítica, o al menos la que yo he leído, se la tomara al pairo. (Spoilers) A mí me parece, quizás ingenuamente, que en España de esta película solo se ha hablado de lo bien hecha que está, y lo que se parece a las yanquis. Y dejando de lado lo que cuenta y cómo lo cuenta. Entre la crítica no ha habido un solo momento para pararse a pensar y decir, "oiga, esta es como una de esas de Charles Bronson que tanto odiamos porque son muy de derechas". Es decir, les ha importado muy poco qué estaba contando la película porque estaba hecha "muy bien". Eso es lo que quería decir.
ResponderEliminarNo, si la ambigüedad moral es interesante, la cuestión es plantearse si las de Charles Bronson son "ambiguas" precisamente jeje. Tengo algún recuerdo bastante espeluznante de sus justicieros. Y mira qué cosas que "Tarde para la ira" en particular ni si quiera me parece que esté "tan bien hecha".
ResponderEliminarAnonymous, entendido y agradezco tu explicación.
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