jueves, 24 de marzo de 2016

GERTRUD

Publicado el 7 de marzo del año 2000 en el Cine Club Tourneur

 Somos seres curiosos que nos gusta desvelar misterios. Es una tentación pueril pero humana. Y por tanto es inevitable la pregunta ¿que hay detrás de obras tan sobrenaturales
como Ésta?.

Es inútil querer llegar a una conclusión definitiva pero sí se
notan cosas en Dreyer que son comunes a tdos los maestros del cine. Lo pensé viendo "Misión de audaces" de John Ford, con ese maravillosa escena de la confesión en la taberna, donde todo lo importante pasaba dentro del plano. Los grandes confían en lo que pasa dentro del plano, en la emoción del movimiento de los actores, no necesitan una planificación compleja y elaboradísima para tansmitir la emoción, ni unas angulaciones extravagantes (aunque a Welles y a Eisenstein les daba resultado muchas veces).

La magia de este "danish from outer space" es que lleva esa confianza en el plano hasta el final, sabe que el cine es una intravenosa y coloca a los dos actores con suavidad, los hace hablar poco a poco, deja la cámara puesta, la va moviendo para que no se le escape las cosas que le interesan, intenta que la película vaya entrando sin prisa pero sin pausa. La vida de la película fluye DENTRO del plano , no en el montaje.

    Decir que "Gertud" es una obra maestra es una estupidez, (una obra maestra es "El sueño eterno" y "Gertud" no, ¿maestra de qué y a quién?) aunque querer decir algo también lo es. En la primera escena, en el primer cuarto de hora la película ya ha calado, ya hemos entrado dentro de ella.Su lentitud nos ha descagrgado las tensiones y nos ha abierto todos los sentidos, a partir de ahí el camino está abierto.El camino de estar, sentirse tranquilo, sin prisas, disfrutando dulcemente de esas luces blancas que adormecen y embellecen la escena hasta extremos hipnóticos, de ese despojo en el decorado de todo lo innecesario, de esos cambios de luz, de esa perfección, exactitud y artificiosidad emocionantes
   
Pero aún hay más, porque no sólo es una película hecha por un señor que entiende el cine, se ve también a un humanista, como Renoir. La vida fluye dentro de los planos, y fluye a lo largo y ancho de la película, sería incapaz de trazar o delimitar un tema, una enseñanza, una moraleja,aunque leyese que el propio Dreyer la entiende de alguna manera determinada; a la protagonista le suceden cosas, fruto de su apAsionamiento, de su egoismo, de sus errores, lo mágico es que uno no se siente llamado a sacar conclusiones, sólo a contemplar, a serenarse, a intentar entender un poquito mejor la vida en general, pero a través de ese continuo y suave fluir de movimientos, decisiones, grandezas y equivocaciones, es una película donde no se ven reglas ni conclusiones. Sólo una escena final tan triste como definitiva; la asunción serena de la soledad final tras una vida intensa.


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