viernes, 25 de marzo de 2016

CASANOVA


En la eterna discusión entorno al Fellini pre y post "La dolce vita", no sólo me he inclinado por el post, sin desmerecer el pre, sino que creo entender cada vez mejor la importancia, la trascendencia de esa obra, incluso cuando a día de hoy películas como "La ciudad de las mujeres" o la muy chillona en su declamación y escenografía "Satyricón" me siguen resultando difíciles de transitar (de momento).

Y creo que va a ser contemplar por segunda vez un film tan hermoso como "Casanova" el que me acabará haciendo llegar a ellas, en un extraño camino como el que culmina el viaje de Michel hacia Jeanne en el "Pickpocket" de Bresson.

"Casanova" demuestra que el cine italiano podría haber vivido sin el Fellini de los 50, que podría haber tenido émulos, sustitutos, sucedáneos en ese rápido, avispado y poético dibujo neorrealista de aquella Italia.

Pero el Fellini que vino no tiene equivalencia de ningún tipo, ni previa ni posterior. Su originalidad, su creatividad, su inventiva, su magia, no pertenecen a ninguna corriente, no son asimilables a nada. El cine habría sido profundamente huérfano sin ellas.

Se puede analizar "Casanova" en términos de irregularidad, en términos de film largo y desequilibrado. No podría decir que no sea cierto. Pero son parámetros clasicistas que lo asimilan al primer Fellini, y ése no es el territorio donde "Casanova" crece con cada visionado, atrapa con sus poderosos tentáculos a la propia historia del cine, la empapa, se funde con ella, aunando, intercalando y haciendo indistinguible su brillante formalismo de su melancolía, su explosión de sueños e imaginación de su sorna y sentido del humor. Todo es uno, todos para uno, todos para Fellini.




4 comentarios:

  1. Es curioso, he visto hace muy poco esta película de Fellini. Y, queriendo odiarla desde el primer minuto (por su exceso, su frivolidad, su desequilibrio...), no he podido evitar admirarla. Eso sí, yo me quedo (si es que hay que elegir) con el Fellini de "La strada", "I vitelloni", "El jefe blanco", "Amarcord" y "Roma", sobre todo.

    ResponderEliminar
  2. En realidad todo es un inmenso y gratuito juego, no hay que elegir, claro, y el Fellini de "Amarcord" y "Roma" ni si quiera es el mismo que el de "La strada". En cierto cine la línea que separa la admiración del rechazo es muy fina, y eso me gusta, y es como tiene que ser.

    ResponderEliminar
  3. El cine de Fellini cambió mucho en la forma a partir de "La dolce vita" y, sobre todo, "Las tentaciones del doctor Antonio", pero creo que no demasiado en el contenido: ya hay en "La strada" un cierto aire de "desfile de monstruos", igual que en el fondo del cineasta tardío sigue vivo el moralista. En toda su obra alienta una combinación particular de esperpento y lirismo, que recuerda a la que siguió entre nosotros el escritor Francisco Ayala.
    Ninguna película de Fellini es despreciable pero algunas resultan indigestas, como dice Luis, por su complacencia en el exceso. Mis preferidas son "Las noches de Cabiria" y "Los clowns".
    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Qué curiosa, y qué estupenda es la presencia de Anita Ekberg en "Los clowns", si uno mira en perspectiva todo el recorrido hasta llegar a "Entrevista" es casi, bromeando un poco, como el "Boyhood" particular de Fellini (lo obvio sería Giulietta Massina, ya lo sé, pero las apariciones de la Ekberg son más ¿insólitas?).

    ResponderEliminar