"A star is born" es una bonita historia original de William A.Wellman y Robert Carson que suma ya con ésta cuatro conocidas versiones más una quinta en formato televisivo de 1951 (de hecho si buscas en imdb casi todas las historias que existen tienen su versión en la televisión USA de los 50). No demasiadas historias creadas expresamente para el cine recorren casi cien años en versiones y ésta lo consigue por sus cualidades dramáticas estólidas.
Nuestra época ya tiene la suya, la iba a hacer Clint Eastwood pero recayó finalmente en su pupilo el actor Bradley Cooper, que se arroba hábilmente la dirección, el papel protagonista, muchísimos planos de su melena y ojos azules, parte del guion y parte de la producción, en un consciente one-man-show donde hasta la estrella de la música Lady Gaga parece por momentos una invitada.
Al margen de esta omnipresencia del american sniper la película tiene el suficiente tacto para no hacer polvo un material incombustible, la suficiente delicadeza como para no estar a la altura de un Wellmann y no digamos ya de un Cukor y su obra maestra pero sí para estar sin duda por encima de la fealdad cinematográfica del cine dramático de su industria y de la música de su tiempo. Raro es que no la protagonicen la pipiola de un talent show y el curtido ganador de una edición anterior. Cooper, aunque no sepa qué hacer con la cámara en las canciones, las deja escuchar, su película está solo bien pero tiene la rara cualidad de ser quizás la única versión que no representa el año en que está rodada, es casi un capricho personal con mayor clase de la esperada en un Hollywood a día de hoy y en líneas generales tan perdido, para un target más amplio y más generoso que el acostumbrado.
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