lunes, 4 de junio de 2012

SHAME

La adicción al sexo parece estar gozando de un curioso revival en los últimos años. Si nos olvidamos de tonterías sobre ninfómanas escritoras o francesas reprimidas que un buen día descubren los placeres de la carne por accidente, podemos hasta recordar que una serie de televisión actual ("Californication") tiene como protagonista a un adicto al sexo (interpretado curiosamente por un adicto real). Esta moda pasajera es la culpable de que incluso Gwyneth Paltrow tenga previsto meterse en breve en la piel de una adicta.

La película que nos ocupa, "Shame", de Steve McQueen, aborda esta temática desde una perspectiva oscura, con intenciones de reflejar la destrucción interna del personaje. A priori la propuesta se presenta de gran interés, particularmente porque siendo el protagonista un hombre, tengo la impresión de que hemos eliminado de un plumazo el riesgo de multiplicar las escenas "polémicas" que en vez de llenar columnas en revistas de cine parecen pensadas para llenar columnas en periódicos y radios de temática generalista. ¿Se hubieran recreado más en las escenas gráficas y hubieran dejado más de lado el aspecto psicológico de haber sido una mujer la protagonista? Mi ideas es que sí. Imaginen "Shame" dirigida por Bigas Luna o por Tinto Brass. ¡Sería casi como si Mick Jagger compusiera una canción sobre lo malas que son las drogas!

Entrando en materia: Resulta que la mejor baza de Shame (su interés en alejarse de lo gráfico y centrarse en lo psicológico) es al mismo tiempo su mayor problema. Sin llegar a desvelar nada de la trama, admitiré que al final realmente no se aclara a dónde se quería llegar, ya que existen múltiples interpretaciones. Se nota una falta de decisión a la hora de plantar un mensaje potente en las narices del espectador. La autodestrucción del personaje parece únicamente limitada al tour de force de expresiones faciales de Michael Fassbender. Como retrato de personaje, Shame es genial. Como historia al uso con planteamiento, nudo y desenlace, se queda corta. Pierde demasiado tiempo en trucos estéticos (el número musical en el bar insufriblemente largo) o las carreras del personaje en chándal, tiempo que podría haber utilizado en darnos más información sobre por qué ocurre lo que ocurre. Incorporar una banda sonora elegíaca y una fotografía de tonos apagados no es suficiente.

Claro está, mi queja tiene validez asumiendo que Steve McQueen quería poner sobre la mesa una narrativa al uso. Si su intención era recortar un fragmento de la vida de un adicto al sexo y enseñarlo al público, le ha salido de perlas, pero el no ahondar lo suficiente en todo lo que rodea al protagonista, le ha merecido que incorpore su película a mi lista de films notablemente soporíferos.








5 comentarios:

  1. Una buen peli para un pase junto a The girl experience, de Sodebergh.

    Saludos
    Roy

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  2. Muchas gracias, de momento me es imposible escribir nada, lo que es igual a que me es imposible ver nada. Habrá otra entrada sobre "Shame" cuando la vea, como habrá otra, además de la que hay, sobre el Millenium de Fincher cuando la vea. Si tú también te animas con el Fincher habrá tres visiones sobre el tema, jeje...

    Igual paso "Shame" junto a la de Soderbergh, que es cortita y ambas estarán en filmin, mi actual proveedor.

    Saludos y gracias a todos por rondar y velar siempre en estas temporadas

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  3. Una buena peli que va mucho más allá de la polémica que la ha rodeado. Polémica con la que se pretendía atraer al público a las salas para que luego se dieran cuenta de que el escándalo no era para tando.
    La película va mucho más allá. Es más profunda y más dura. Ambos actores me han gustado mucho.
    Saludos.

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  4. Pues no, me temo que el Millenium de Fincher me lo voy a saltar de momento. Ya tuve suficiente con el truño de la trilogía danesa, y si consideramos que me he leído los libros, pues la verdad es que pese a que ver la misma historia repetida tres veces desde tres puntos de vista diferentes podría tener gracia, la idea se me hace cansina antes de empezar.

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  5. En mi caso mi interés por la historia de la que parte es de cero, ni hice amago de ver las anteriores, aunque tengo expectativas por lo que haya podido hacer David Fincher. Anuncio a los lectores que ayer vi el primer minuto y medio de la película de la Salander, antes de cerrar los ojos, por lo que lo de volver a ver una película y comentarla aún puede tardar un poco :-)

    Saludos

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