domingo, 29 de marzo de 2015

LA FLOR DE MI SECRETO

No es fácil explicar que "La flor de mi secreto" no supone una ruptura de nada en el cine de Pedro Almodóvar. Que todo ya estaba desde el principio y simplemente fue evolucionando de una forma lógica, coherente, cada vez más alambicada y quizás ambiciosa, pero que nada cambió de la noche a la mañana.

Sí que es verdad que hay algo de inflexión en esta película, en su linealidad, en su blancura, en cierta candidez, en la falta de personajes contraculturales, que hace que algunos que éramos demasiado jóvenes (y demasiado viejos)  para sentirnos interesados por la contracultura decidamos acercarnos entonces a Almodóvar, y otros decidiesen repetir desde entonces el sonsonete de que les gustaba más cuando era gamberro

"La flor de mi secreto" no es una de las mejores películas de Almodóvar, pero es una emocionante y conmovedora parada en el camino (todavía es tan conmovedora como entonces) para sentar las bases de muchos logros posteriores. Almodóvar narra con la calidez de un Douglas Sirk, (quizás está más cerca de Stahl esta vez,por primitivismo), las fases de un desengaño amoroso. Y lo hace con absoluta fe en las reglas del género y de sinceridad y convencimiento en sus propios sentimientos, ideas y percepciones sobre el tema. Combinando humor, amor y desgarro con un arrojo y un despojo, con una sencillez y una concreción a la que en los brillantes años siguientes ya no querría volver a optar. "La flor de mi secreto" ya estaba hecha, y ahí sigue, como monumento a la creencia en el cine y en la vida que sólo se puede seguir viendo con los ojos del adolescente que a diario se recobra a si mismo para volverse a perder.







3 comentarios:

  1. Emocionante y más que justo comentario sobre una de las películas de Almodóvar que no se encuentran entre mis claras favoritas pese a que me gusta mucho y contiene las esencias del melodrama equilibrado y seco al que te refieres (me ha encantado esa percepción tan precisa de que se escora más a Stahl antes que a Sirk), pero que forma parte de ese período de transición necesario y muy atractivo de su obra en el que se encuentran joyas como "Tacones lejanos" o la incomprendida "Kika".

    Para mí siempre tendrá un significado muy especial: fue la última película que vi en uno de los cines de Ceuta que me vio crecer desde finales de los setenta hasta mediados de los noventa, cuando lo cerraron y fue demolido más de una década después. Era mi multicines favorito, en pleno centro de Ceuta, que antes fue una sola macrosala y tenía un ambiente mágico.

    En cuanto a "Macbeth" de Polanski (he borrado la entrada porque se trataba de una prueba: VLC me iba mal y deformaba las capturas en 16:9), te la recomiendo y te animo a que no demores la espera. Mañana, por cierto, vuelve a abrir las puertas mi fracasado Celuloide de paso, con leves, casi imperceptibles cambios y poco más.

    Un fuerte abrazo,
    Rafa.

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  2. Durante años parafraseábamos con algunos amigos con infinito sentido del humor hasta los más melodramáticos diálogos de "La flor de mi secreto". Ese tipo de cosas bastarían para considerarla una de sus mejores películas, pero habla en exclusiva la cabeza si digo que las tiene mejores.

    Me extrañaban mucho esos fotogramas con rayas negras, pero me aventuré a comentar igualmente. "Macbeth" tendrá clarísima cabida en mis sesiones de verano. La espero con los brazos abiertos. Esa pinta de Shakespeare y cine de los 70 con actores con fisonomía de los 70 la adivino extasiante...

    Un fuerte abrazo

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  3. Creo que el hecho de que no la consideremos una de sus mejores películas pero que marque tanto terreno dice mucho de "La flor de mi secreto" y revela que, quizás, es más importante de lo que podamos suponer...

    Fuerte abrazo.

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