jueves, 23 de abril de 2020

MEKTOUB, MY LOVE:CANTO UNO

A este paso me voy a quedar sin cineastas de los que reirme. "Mektoub, my love:Canto uno" (Abdellatif Kechiche, 2017) es muchísimo menos de lo que las crónicas más incisivas me habían contado. Tiene en tres horazas solo una breve escena de sexo al inicio y cien veces menos planos de culos y tetas de los que dedica la sacrosanta y bendecida por Spielberg y Cannes "La vida de Adèle" a regodearse en su fantasía masculina heterosexual con coartada de Gran tema, que lo de la coartada es mucho peor que lo del regodeo, en su deshonestidad. Lo que más llama la atención es la capacidad del director para filmar prodigiosamente cuerpos no solo jóvenes sino felices, fue lo que me decidió a quedarme tras mi precavida mueca de sorna de "dale una oportunidad que sale en listas la mar de fiables". El rostro de Ophelie Bau ante la llegada de Amin. Kechiche filma caras de felicidad como hacía tiempo que no veía en el cine y filma la juventud y el verano, la luz de un pequeño pueblo y la alegría y las ganas de vivir de una forma formidable e hipnotizante. Que la alegría y las ganas de vivir no parecen considerarse Tema.Filma lo que solo está al alcance del Cine, que sigue sin estar reconocido como un arte visual porque a pesar de ser la anterior un éxito de público ésta ni se estrena y hay que cazarla clandestinamente.Fantástica.


No hay comentarios:

Publicar un comentario