viernes, 21 de agosto de 2020

PARIS, TEXAS

 Más allá del análisis de su estilo, de su filiación con el paisaje americano en lo dramático, en lo estético, en lo artístico, más allá de rastrear los logros de un Sam Shepard, de un Robby Müller, o de determinar qué mérito tiene aquí Wenders, que había acabado "Alicia en las ciudades" diez años antes con la necrológica de John Ford. Más allá de todo eso y al mismo tiempo gracias a todo eso, se consigue romper en esta película la barrera entre espectador y pantalla. Hay una conmovedora Verdad acerca de los personajes, de sus emociones, del vértigo y la violencia de la felicidad, del recuerdo de lo perdido, que se hacen carne en un reparto celestial con Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski y una pareja aparentemente menos relevante pero que aporta un contrapunto hermosísimo formada por unos igualmente conmovedores Dean Stockwell y Aurore Clement. Todos ellos me parece que están junto a nosotros de cuerpo y palabra presente. Qué logro es ése y qué igual da el papel que ocupe y deje de ocupar en la carrera de Wenders o si ganó la Palma de Oro. Esta película es de las vividas.

                                     

2 comentarios:

  1. Y esa banda sonora irrepetible de Ry Cooder que nos acompañó a los televidentes de Documentos TV durante años... ;-)

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  2. Ahí la conocí yo realmente, que no había visto entonces yo esta película :-)

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