...que yo veía de niño, en vhs, doblados y con el formato destrozado, cuando no sabía quién era John Ford, ni Ethan Edwards, ni me había parado a pensar en la puesta en escena, ni por qué la cuñada acariciaba el capote, hasta que me lo explicó Pumares. Esos westerns que ya no están en mi pódium (alguno porque hace siglos que no lo veo) pero que tanto me gustaron...¿Nostalgia?, qué va, la vida se ve mejor en blu-ray y en VOSE, nostalgia no, pero sí un cierto cariño. Quizás alguno se mantenga, aunque ciertos títulos siempre da miedo revisitarlos porque a menudo se convierten en inesperados bloques de plomo.
hmmm, de qué me suena esto?
ResponderEliminarsaludos
Es el futuro, que ya está aquí, conversaciones multimedia.
ResponderEliminarMe encanta: "La vida se me mejor en Blu-ray y en VOS". Te tomo la palabra. De los westerns que he revisitado -género, como sabes, que no me atrae demasiado pero que voy comprendiendo y aceptando más- no puedo con "Los siete magníficos". Plomo del pesado, en mi opinión ;-)
ResponderEliminarAbrazos!
Pero el western que tú estás revisitando, Rafa, sigue siendo de primera categoría. Creo que por ejemplo "Pasión de los fuertes" es terroríficamente superior a cualquiera de estas películas.
ResponderEliminarY ahora estoy con Mann, a mi edad, fíjate ;-)
ResponderEliminarEl ciclo Mann-Stewart también es harina de otro costal :-)
ResponderEliminarAbrazos
Adivinando tu juventud, entiendo que, efectivamente, no se puede tener nostalgia de lo que no se ha vivido en plenitud. Descubrir "CENTAUROS DEL DESIERTO", treinta años después de su estreno en el cine Callao de Madrid, a través de la reproducción de una granulosa copia VHS en un televisor de 20 pulgadas, contribuye a degradar y hacer "imperceptibles" las virtudes y la trágica grandeza de esa obra maestra de Ford (o de cualquier otra).
ResponderEliminarPor cierto, resulta chocante que esa breve, sugerente y muda secuencia a la que aludes de la cuñada de Nathan acariciando su esclavina, te la "explicara" Carlos Pumares (!)
Estoy de acuerdo en el gozoso carácter restituidor del sistema blu-ray. Combinado con una pantalla de 50 pulgadas, devuelve en gran medida las condiciones en que debe verse una película sin acudir a una sala de cine.
De los westerns que aparecen bajo tu texto, el único que se ha desmoronado (hace mucho tiempo) es "SOLO ANTE EL PELIGRO". Lo cierto es que nunca tragué con su enfático formalismo. Los otros, después de muchos visionados a lo largo de mi vida, siguen pareciéndome obras espléndidas, especialmente "RAÍCES PROFUNDAS".
"Centauros del desierto" ya era y sigue siendo maravillosa en vhs, dvd y pantalla de cine. La descubrí en vhs por cuestiones de edad, claro, pero nunca ha dejado de gustarme.
ResponderEliminarLa escena del capote, completamente cierto, se la oí narrar a Pumares antes de tener la oportunidad de ver la película.
No hay nada como la sala de cine, pero no es más fácil decirlo a los que tenemos acceso a ellas. La pantalla del televisor ha sido una salvación necesaria para el hambre de películas de calidad de los que no están o no hemos estado cerca de la metrópolis. Y daba igual en qué condiciones.
Voy a hacer una confesión por la que quizás merezca ir a la cárcel :-).Cuando tenía 11-12 años descubrí "Tres padrinos" (¡!) y oh, aberración salvaje y mayúscula "Brigadoon" en un pequeño televisor en blanco y negro. Luego reparé el desguisado, pero mi curiosidad y mi capacidad de fascinación no le hacían ascos a nada. Y films realizados en tan sobresalientes colores me hipnotizaron en tan míseras condiciones.
Un saludo
Sergio