Esta entrada nace incompleta, de forma casi feliz, diría. Tenía que compartir su espacio con "La puerta del cielo" de Michael Cimino, formando un pack de ilustres fracasadas, pero en el último momento fui presa de uno de mis nada infrecuentes arrebatos del tipo "qué bonitas son las tardes de Navidad en Madrid, a la mierda el cine, la ciudad es nuestra", arrebato que contrastaba con mi grito semanas antes "La puerta del cielo, ¡salvadas las Navidades!".
Confesada esta esquizofrenia mía, en la que el cine es esa religión que uno está dispuesto a abandonar al primer chasquido de dedos que te da la vida, tardes de Navidad o mañanas de primavera, sólo me queda contar la extraordinaria experiencia que me ha supuesto volver a ver "Cleopatra" en blu-ray.
Con la ayuda de internet, creo que fue la tarde del 27 de marzo de 1994 cuando vi del tirón por primera vez la película. Absolutamente fascinado por la que entonces creí la mejor película de romanos que hubiese visto nunca. Seguro de estar oyendo textos de Shakespeare y Shaw. Lo leí en alguna parte, aunque luego no he podido contrastar suficientemente que esas fueran realmente sus fuentes de inspiración.
"Cleopatra" casi se lleva por delante a la Fox, a la que empezaría a recuperar George Lucas, pero sólo la película de Cimino resulta una catástrofe tan hermosa.
Los 44 millones de dólares, que tenían que ser 2, se ven a cada plano. Cada imagen es un masaje a la vista y al oído, nunca el mar se ha abierto tan bello hacia nosotros como se abre el de Alejandría. Y cada plano chorrea dólares y grandilocuente y disparatadamente demente belleza en una película consagrada a la hermosura y al intimismo de la palabra.
La palabra rige los dos grandes bloques de estas ya cuatro horas y media (los restauradores se acercan cada vez más a las seis originales), dos bloques regidos por las presencias de dos grandes personajes masculinos, incorporados de forma fulminante por un Rex Harrison completamente romano y César y un Richard Burton menos autoritario como actor y completamente devorado por una Elizabeth Taylor que es el alma de la película.
Elizabeth Taylor pasa de una carnal hermosura a una degradación física dentro de esa exhuberante carnalidad, casi doliente, y acorde a su tragedia, pocas actrices habrán dejado más en una película.
Y en su reposada y lírica oratoria, como sucedía en "Espartaco", Alex North aplica las notas musicales precisas. Suyo es el sonido y la poesía de aquellos tiempos.
Un precioso mastodonte, que cuanto más se agiganta más lo devora todo
hasta el temblor. La que ha sido, junto a "El fantasma y la señora Muir"
y "La condesa descalza" mi tercera favorita del colosal Joseph
L.Mankiewicz, que aunque no quisiera ni citarla, dejó, como Elizabeth
Taylor, lo mejor de si mismo en ella.
Feliz 2013 a todos de grandes y bellas empresas para todos, sin temor ninguno al fracaso, con todo el arrojo de títulos como el de Mankiewicz. ¡Hasta el año que viene!
De acuerdo con "The ghost and Mrs Muir" y esta como dos de las mejores de Mankiewicz.
ResponderEliminarComo tercera yo dudo entre "People will talk" y "The quiet American", pero esa que citas es también extraordinaria.
"Cleopatra" la pude ver en pantalla grande una única vez cuando tenía 12 años o así, doblada por supuesto, con descanso y rifa de un monopoly.
Con los años "Cleopatra" es cada vez más larga. Un año después de descubrirla yo, con cuatro horas, más larga de lo que se conocía, ya se presentaba en París una versión aún más larga. Es curioso eso de las películas mutantes, lo que se llamaría hoy en día un "work in progress", aunque no es evidentemente lo fundamental de la poesía de "Cleopatra".
ResponderEliminarGanaste el monopoly, queremos suponer...
No, no.
ResponderEliminarLe tocó al hijo de quien sacó la papeleta. Una casualidad, pensamos.
Esta Cleopatra es La Cleopatra. Todos pensamos en esa increíble belleza de Taylor cuando pensamos en este personaje.
ResponderEliminarEste tipo de películas tienen que ser impresioantes en pantalla grande. Todo a lo grande!
Grandísima pareja Burton-Taylor!!
De Mankiewicz es difícl quedarse con sólo un puñado de ellas porque tiene películas asombrosas como Eva al desnudo, La huella, Mujeres en Venecia...
Feliz Año!
A mí me parece excelente la versión de DeMille en el 34.
ResponderEliminar¡Feliz año, Manderly!
ResponderEliminar¿Habéis visto la versión con Vivien Leigh?
Extraño y simétrico fenómeno el de la "CLEOPATRA" de Mankiewicz a través del tiempo. La descomunal criatura nació con seis kilos lo que hacía inviable su desenvolvimiento en la vida normal. Inmediatamente fue ingresada en los "quirófanos" de aquel Hollywood y sometida a una dolorosísima operación que mutó y redujo su forma y tamaño originales para su presentación en sociedad. A partir de entonces, en su recorrido por las pantallas del mundo, su tamaño fue reduciéndose progresivamente hasta llegar a pesar tan sólo tres kilos y cien gramos (por ejemplo, en su estreno español de 1964).
ResponderEliminarDesde hace unos años a esta parte, milagrosamente, gracias a los cuidados dispensados, ha ido ganando peso y tamaño y si la cosa sigue así, pronto habrá recuperado la forma y las dimensiones de su parto.
Sea como fuere, la fastuosa edición en blu-ray a la que aludes y que ahora podemos disfrutar me ha producido (después de casi una veintena de visionados a lo largo de los años) un placer inenarrable; ha sido un luminoso "redescubrimiento". Tan luminoso, que he podido percibir "a simple vista" rinconcitos que durante mucho tiempo habían permanecido para mí eclipsados. En fin, su belleza funciona a varios niveles y ahora he podido (o creído) ser consciente de todos ellos.
Pese a todos los avatares sufridos, pese a ser repudiada por su padre ("Fue por mi parte un acto de prostitución plenamente asumido como tal", dijo en su día Mankiewicz), la primera parte de "CLEOPATRA" me parece un hito en la carrera del arte cinematográfico por alcanzar la plenitud.
Alguna cosilla más escribí en mi blog hace unos meses (si estás interesado, Sergio, una vez en Movie Movie pincha en "Joseph L. Mankiewicz" y serás transportado directamente a Alejandría.
Un feliz 2013 para ti también.
Teo, veo que en tu ficha están las referencias a Shakespeare y a Shaw. No en todas partes las encuentro, y creo que en los créditos de la película no están (si no estaba tan despistado). Muy interesante. ¡Feliz 2013!
ResponderEliminarNo puedo linkear tu entrada, pero se llega bien como dices.
¡Feliz noche!
Una película muy popular, archi conocida y pues no la he visto aun y lo digo con molestia pero así es, no soy mucho de cine clásico americano si se puede dar una excusa fácil, pero espero enmendar eso el año que esta llegando ya que es muy bueno e inevitable con tanta pasión que despierta alrededor (quizá por eso tercamente he buscado afuera, soy de espíritu rebelde ja! pero como ustedes dicen, ya va siendo hora de afrontarlo), y pues Mankiewicz es seguro. Hace como dos años adquirí el dvd de Cleopatra y mira que aun no lo he visto, que puedo hacer, lo veré claro, me encanta Taylor, aunque de vieja se volvió una freak de temer, verla en los clásicos es como ver algo de otro mundo, totalmente distinta, una gloria, bella, estupenda actriz, me encanta, me parece una diosa, son de esas mujeres que me atraen mucho. Y que este con Burton lo hace doblemente genial. Ya lo de las 4 horas es un reto que se disfruta. Al final te metes tanto en una historia que se pasan rápido, sino pues lo ves por partes tranquilo. Feliz 2013, que tu hogar se llene de bendiciones, y que en cada uva se haga realidad una meta o sueño en tu vida. Un abrazo.
ResponderEliminarQuien no sea muy de cine clásico americano yo le recomendaría atacar todo Hitchcock, Ford y Hawks para empezar. Otros me dirán con razón que hay otros cánones posibles, pero yo ese es el que conozco y con el que empecé, jaja...Feliz 2013, Mario, que disfrutes de la vida en toda su extensión.
ResponderEliminarHe visto de los tres, son muy buenos, tengo críticas de ellos en el blog, buena recomendación, revisaré toda su filmografía y abordaré mucho más a este cine que hay mucho y bueno, el año pasado lo evite en gran parte pero este ya esta asimilado, explotaré ese caudal tan rico que tiene. Y gracias. Tu canon es perfecto, aprecio tus buenas nociones de cine, y lo de mandar al diablo el cine a veces, pues yo hago igual, un día me emocionó y veo hasta 6 en un día, me madrugo, parezco loco, y otro pues veo una o me echo a dormir y no veo nada. El cine es pasión, emoción, si se vuelve una imposición no es igual, no es como debe ser, debe ser natural, con ambición pero siempre natural, lo digo humildemente. Un abrazo.
ResponderEliminarY tienes toda la razón, Mario. Y qué demonios, por lo que nos dejas ver en las redes eres un deportista entusiasta, excursionista y buen vividor. ¡Faltaría que el cine fuera para ti una obligación! ;-)
ResponderEliminarUn abrazo
Feliz año a Sergio y a todos los que leéis este blog.
ResponderEliminarA pesar de que Mankiewicz es un cineasta por el que cada vez siento menos aprecio (y me gustó muchísimo hace algunos años) mi devoción hacia Cleopatra no ha decaído, para mí sigue siendo su obra maestra y una de las mejores películas de los años 60: las interpretaciones perfectas de todos (incluyendo una sorprendente Elizabeth Taylor además bellísima y atractiva que no siempre son lo mismo), el tono melancólico y aroma mortuorio que la envuelve y que a mí me recuerda esencialmente Antonio y Cleopatra (mi Shakespeare preferido junto a La Tempestad) y algunos poemas inolvidables de Kavafis, la música, la fotografía (ojalá pueda verla algún día en una sala de cine debe ser una experiencia inefable, en el sentido que San Juan da a este adjetivo...), la media hora final es para mí tan inolvidable como los 45 primeros minutos de Centauros del desierto. Es sin duda una de las películas de mi vida, lo mismo mañana me regalo (por eso de los Reyes Magos y esas cosas) la edición de Blue Ray.
Aunque vivamos tiempos en los que derrochar el dinero resulta casi ofensivo no sólo comparto lo que dices de que los 44 millones se ven en cada plano sino que diría que nunca el dinero de una superproducción fue mejor empleado.
Roberto.
Sí, la verdad es que confieso que mientras escribía el comentario sobre los 44 millones de dólares que se ven a cada plano me estaba pareciendo una obscenidad ofensiva alabar eso, pero todos los que han visto "Cleopatra" me entienden perfectamente.
ResponderEliminar¡Feliz año!