En los últimos doce meses he visto bastantes películas de la filmografía de Josef Von Sternberg, que prácticamente salvo "El ángel azul", "Marruecos" y poquita cosa más me era desconocida. Van dos muestras más, y muchas no me quedan, "An american tragedy", "Crimen y castigo" y no mucho más, algo tras "The salvation hunters", algo al final...
LA ÚLTIMA ORDEN (The last command)
Como si fuera una emocionada relexión previa al cine que Von Sternberg va a practicar, sobre todo en el periodo Dietrich. Acaba de salir de dos películas con un aliento muy "hawksiano" marcado por el carácter de sus guiones (cierto que puestos en escena por él magistralmente), y aquí se marca casi una declaración de principios.
Al empezar uno teme que no vuele más allá de ser otro número del tan colosal como excesivo si se repite Emil Jannings, a medio camino entre "El último" y "El ángel azul", pero en el flash back ruso despega definitivamente en emoción e imaginación visual.
Evelyn Brent surge como una de las mejores presencias femeninas del cine de Sternberg, si es que eso puede discernirse ante tal competencia, y el tramo final, con su juego de espejos entre realidad y ficción es uno de los mejores cantos homenaje a la inmigración europea, y a la vida real que habían vivido, que con su autenticidad puso en pie la fantasía del cine americano.
EL EMBRUJO DE SHANGAI (The shangai gesture)
Lo visto en televisión hace años siempre me había parecido un aburrimiento, y de hecho me lo sigue pareciendo. Ahora puedo tener una noción más lúcida de que a Sternberg no podía interesarle en serio ese guión, sino el placer de filmar a Gene Tierney desarmantemente desmpampanante, ese casino (dicen que prostíbulo en la obra original), a Ona Munson de propietaria matriarca exótica y a Victor Mature de doctor árabe en el amor.
Es muy divertida esa imaginería entre sórdida y fantasiosa con la que refleja Shangai, pero para mi la película no funciona en algo elemental. Cuando no te interesa la historia a contar tienes que procurar que ésta no sea excesivamente mediocre, pesada o molesta. El guión de "El embrujo de Shangai", que se supone que procede de una jugosa obra teatral, se atasca y es verdaderamente muy poco grácil, tiene personajes desagradables (empezando por la propia Gene Tierney, de la que te podrías enamorar de no conocer ese carácter repelente) . Te queda el consuelo de agarrarte a las deliciosas imágenes (y bueno, a un final más resultón que toda la película junta), pero lamentablemente el conjunto se queda por debajo de la media de su director, siempre devoto de la imagen pero con más soportables, funcionales y lúdicos libretos.
Es muy divertida esa imaginería entre sórdida y fantasiosa con la que refleja Shangai, pero para mi la película no funciona en algo elemental. Cuando no te interesa la historia a contar tienes que procurar que ésta no sea excesivamente mediocre, pesada o molesta. El guión de "El embrujo de Shangai", que se supone que procede de una jugosa obra teatral, se atasca y es verdaderamente muy poco grácil, tiene personajes desagradables (empezando por la propia Gene Tierney, de la que te podrías enamorar de no conocer ese carácter repelente) . Te queda el consuelo de agarrarte a las deliciosas imágenes (y bueno, a un final más resultón que toda la película junta), pero lamentablemente el conjunto se queda por debajo de la media de su director, siempre devoto de la imagen pero con más soportables, funcionales y lúdicos libretos.
El mérito, y hasta el genio, cinematográfico de Von Stenberg ha estado más en la fuerza visual de sus películas que en el aspecto narrativo de las mismas. Algunas de sus películas son una colección (eso sí fascinante) de imágenes cautivadoras.
ResponderEliminarEste verano he revisionado del cineasta vienés "Los muelles de Nueva York". Extraordinario filme. Realmente extraordinario.
Salucines
"Los muelles de Nueva York" es una maravilla, de esa trilogía silente que ha editado Criterion no sabría con cuál quedarme, ¡con las tres!
ResponderEliminarSaludos