Compruebo sin ansiedad y con expectante placer que sólo he visto 13 películas de Kenji Mizoguchi, uno de mis directores favoritos, a la altura de Ford, Bergman, Hawks, Murnau, Antonioni, Lang, Hitchcock, Rohmer, Dreyer... La alegría es algo que sólo te lo da la madurez, siempre tendré una nueva película de Mizoguchi por ver porque al ritmo que voy no me acabo su filmografía ni de blas antes de mi lejano final.
Compruebo con enorme alegría que del pack que compré hace algunos años aún no había visto "Los músicos de Gion". Vamos, como meterse un billete de 10 euros en los bolsillos para llevarse una sorpresa el día menos pensado. El caso es que cuando repaso mis dvds me da pereza porque me suenan a vistos, pero aún guardo en realidad una considerable cantidad de películas compradas sin ver, o vistas antes de ser compradas y necesitadas de un repaso.
Pues eso, un encuentro con un Mizoguchi que no había visto. De esas 13 películas no recuerdo haber visto ninguna tontería ni nada parecido a una película fallida. Tiene obras maestras y películas muy buenas, de las que provocan una falsa sensación de decepción, pero de hecho sólo decepcionan en comparación al pelotón de las obras maestras, pues cada una de las "decepcionantes" podría erigirse en la mejor película de casi cualquier año y en la mejor película de casi cualquier director.
"Los músicos de Gion" no parece pertenecer en principio al pelotón de las grandes obras maestras, se atisba la sensación de "falsa decepción", aunque te queda la duda a partir del sensacional crescendo dramático desde que la película te da ese crash avanzándose a "El silencio de los corderos". En la media hora final sedimentan y conmocionan todas las sensaciones que se habían estado tejiendo magistralmente durante el metraje, donde una geisha aprende su oficio casi como un bailarín de una película de Minnelli ensaya su obra.
Pues ya has visto más que yo fijo, no los he contado pero, así por alto, no creo que llegue a 10.Mizoguchi y su barrio mas tradicional, en todos los sentidos de kyoto, Gion. Yo he visto recientemente "Las hermanas de Gion", una historias sobre dos Geishas, una tradicional, capaz de enamorarse de un cliente, y la otra sabe a lo que está jugando.Aplicando la teoría de la hermana menor, hay una srie de intrigas y un final dramático. Aunque dicen que es su primera obra con todos sus rasgos bien marcados, tras abandonar todas las convenciones del teatro popular y ambientaciones en la era Meiji, se me hizo ligeramente pesada, aunque apenas pase de la hora, no sé si por lo mala que era la copia y lo mal que tenía el audio, no sé. Los músicos de Gion los tengo por ahí, desde hace tiempo, pero llevo unos días pensando en volver a ver El intendente Sansho y Los cuentos de la luna pálida, que me hecho con buenas versiones de ambas.
ResponderEliminarSergio, que soy yo, se me olvido elegir la identidad y salió el anónimo que llevo dentro.
ResponderEliminarRoy
De tu crónica-vivencia, Sergio, comparto tu consideración hacia Mizoguchi y el entusiasmo ante sus obras, pero discrepo en lo de evocar a tu lejano final. ¡Esas cosas ni se mencionan, amigo!
ResponderEliminarAbrazos,
Rafa.
Si "Cuentos de la luna pálida" es la versión criterion corre a verla. Como recién estrenada. "Las hermanas de Gion" no la he visto, pero no dudo que las tendrá pesadas, tiene muchas pelis, ¡sólo que las pesadas yo aún no las he visto!.
ResponderEliminarRafa, tu comentario es muy cálido y entrañable, sólo que yo iba más en la línea de Acege y aquello que tanta gracia me hacía que dijo alguna vez sobre aceptar que nunca podré convertirme en un Cinéfilo Verdadero que ha visto todo lo que hay que ver. Ahora que yo lo he aceptado con serenidad, juas, juas, juas...
Abrazos a los dos
Yo tampoco creo que llegue a los 10 mizoguchis, pero espero llegar a verlos todos en los próximos años, y mas si los edita criterion.
ResponderEliminarEs muy buena esa descripción de los "billetes de 10 euros" y del optimismo por descubrir aún tanto de cineastas que son ya para nosotros nuestros favoritos. A mí me pasa con Naruse. Como dicen aquello de "siempre habrá canciones para cantar" podemos decir que "siempre tendremos naruses que descubrir".
ResponderEliminarDe Naruse he visto bastantes menos, pero el entusiasmo es imperceptiblemente menor que con Mizoguchi. Y el próximo japonés que promete alegrías es Hiroshi Shimizu, del que no he visto nada.
ResponderEliminarSi, es la edición criterion, por eso lo comentaba.
ResponderEliminarSaludos.
Roy
la frase inicial te ha quedado muy 'miguel marías', eh...
ResponderEliminarsalud qué tarde es el cine
Yo ahora estoy acojonado con Sadao Yamanaka, pero si no me equivoco no hay más de tres películas suyas visibles.
ResponderEliminarHizo diez pero sólo se conservan tres por lo que se dice desde Japón, ya veremos si definitivamente.
ResponderEliminarPara mí, gustándome mucho "Kôchiyama Sôshun" y pareciéndome muy interesante "Tange Sazen yowa: Hyakuman ryo no tsubo", la película que lo pone en el mapa es la steinbeckiana (y siendo imposible que Steinbeck la viera para escribir "The grapes of wrath" habrá que decir eso de "antes de Steinbeck") "Ninjô kami fûsen", una de las máximas obras maestras de los 30 en ese país y en cualquier otro.
Con la salvedad, Goio, de que en mi caso 13 son pocas, me queda menos imponente.
ResponderEliminarque interesante se presenta la película.
ResponderEliminarTengo que ver a Mizoguchi, cuento con algunas películas suyas pero todavía lo tengo pospuesto, ya le daré vida a mi cinefilia hacia el cine japonés de su mano. El cine asiático me gusta mucho. Por lo que he leído suena interesante. Saludos.
ResponderEliminarMario.
David, Mario, otros tendrán una opinión distinta, pero yo os sugiero que comenceis por "Ugetsu monogatari", y si es en la copia de Criterion la experiencia puede ser máxima.
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