domingo, 4 de diciembre de 2011

UN AMERICANO EN PARÍS

Tiene buenos mimbres que hacían pensar en otro posible mejor resultado este fallido y pretencioso musical, uno de los más ambiciosos de Vincente Minnelli, pero no de los mejores.Quizás bastara con ver el nivel de perfección e integración dramática que adquiriría la unidad de Arthur Freed en los años siguientes, para darse cuenta de qué es lo que no funciona aquí.


Casi todos los números musicales están muy por debajo en fluidez e inspiración (no en forzada autoconciencia de genio, "ahora veréis, ahora veréis, os vais a enterar", en eso la peli es insuperable, como un Ciudadano Kane del género) de casi cualquier número de los años 50 en sus más afortunados títulos, no se integran bien en la trama, en especial verdaderos pegotes como el "Concerto en Fa" de Oscar Levant. Cabe destacar en ese sentido el absurdo, interminable y pedante ballet final de nada menos y nada más que 18 minutos, que imposibilita que la película acabe de desarrollarse con coherencia y  explotando sus posibilidades dramáticas, pues ha de cortarse de forma abrupta a los 90 minutos. En ese sentido se cortaron números musicales y bastantes escenas clarificadoras (según detalla Augusto M.Torres en su volumen en Cátedra sobre Minnelli), y de los que quedan sólo me parece estimable en su uso dramático el pas a deux entre Gene Kelly y Leslie Caron a las orillas del Senna, que culmina el "Our love is here to stay" que él canta cuando se conocen.

Los buenos mimbres a los que hacía referencia están en todo aquello que no desarrolla el guión de Alan Jay Lerner. Las peripecias de un pintor americano en París, dividido entre una mecenas y una dependienta francesa a punto de casarse podrían haber desembocado en uno de los talentosos melodramas de Vincente Minnelli. Pero ese guión no sólo no parece interesar a Kelly y a Minnelli, sino que además se llega al ridículo de comenzar la narración con tres puntos de vista a los que no vuelve a referirse en todo el metraje.


"Un americano en París" es un conjunto de números musicales aislados más concebidos como grandes retos artísticos que logrados como tales con un sentido, débilmente unidos por un guión descuidado rodado con prometedora elegancia. Al final no es el ni el melodrama seguidor de la senda de Mankiewicz que después hará Minnelli, ni la obra maestra del musical que después también hará Minnelli. Y es una pena, porque personajes como la mecena que interpreta Nina Foch suponen un avance en Hollywood, ni mujer virginal, ni comprometida en una relación que le resulta indiferente, una mujer adulta que arrastra un doloroso fracaso sentimental que intenta superar con un encadenado de amantes/protegidos. La promesa palpable y no imposible de un cine más adulto que parece que no interesó a ninguno de sus autores en ese momento, y que luego hará la división Freed en "Siempre hace buen tiempo" y Woody Allen 30 años después con la misma banda sonora.
















5 comentarios:

  1. La tenía por muy buena pero ya se ve que cada uno desarrolla sus gustos personales e igual la veo fijo para apreciarla desde mi punto de vista, a ver si comparto que podría ser más adulta en algunos temas y si es pretenciosa o lo que parece mucho la verdad, fallida. Aunque si hacemos caso a lo que se dice, Kelly era un perfeccionista que apuntaba al gusto de los grandes públicos. Saludos.

    Mario.

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  2. Ya es adulta, gracias a la escritura de Alan Jay Lerner y a la dirección de Minnelli. Lo que pasa es que Minnelli o Gene Kelly, ya que Vincente estaba pendiente de la salud de Judy Garland y de la salud de su matrimonio, prefieren montar un ladrillazo de 18 minutos y otros números discutibles, antes que conjuntar bien la película que tienen. Obviamente "Un americano en Paris" no es ninguna tontería, pero palidece a mi juicio al lado de "Cantando bajo la lluvia", "The band wagon", "Siempre hace buen tiempo" o incluso "Brigadoon".

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  3. Algunos de los reproches que le dedicas a este musical puede que tengan su aquel, pero otros los encuentro gratuitos porque son los mismos que se le podrían hacer a cualquier película si en lugar de "esa" película hubieran querido rodar "otra". Siguiendo tu método, a "CANTANDO BAJO LA LLUVIA" (para mí, la cumbre del musical) se le escapan muchos hilos que de haber tirado de ellos hubieran dado material para desarrollar algunos interesantes temas solo apuntados en el film de Donen & Kelly. Pero entonces hubiera sido otra película, tal vez "LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE SER ACTOR", o algo así.
    De acuerdo en que "UN AMERICANO EN PARÍS" no es el mejor musical de Minnelli y puede que estemos de acuerdo en que ese honor se lo lleva "THE BAND WAGON". Pero creo que la película que nos ocupa, con un espléndido Gene Kelly, es lo que quiso ser. Sólo eso.
    En cualquier caso, estamos ante uno de los musicales más famosos de la historia del cine, rodado en el apogeo del género, cuando la Metro tenía en su seno al dinámico y creativo productor Arthur Freed. Fascinante, alegre, colorista y casi perfecto en su estructura, el film llega a pecar, sin embargo, de un excesivo énfasis en lo "artístico" por el evidente intento por parte de Minnelli de emparentarlo visualmente con una serie de referencias pictóricas. Pero, vamos, que estas esquemáticas líneas intentan traducir en plan telegráfico lo que continúa transmitiéndome esta película cada vez que vuelvo sobre ella. ¿Cuántas veces la he visto...?
    Un saludo.

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  4. La diferencia es que "Cantando bajo la lluvia" desarrolla unos temas sí y probablemente otros no. "Un americano en París" no desarrolla nada porque no tiene materialmente tiempo. Probablemente ni los libretos de las pelis de Fred Astaire y Ginger Rogers fueran tan inanes. A 90 minutos quítale los números musicales, totalmente antinarrativos muchos de ellos y queda...prácticamente nada.

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  5. He borrado un comentario anónimo, que rezaba exactamente "¿Pretencioso y fallido? jajajaja, que maquina". Me planteo abrir un hilo en el tuenti sobre Un americano en Paris para satisfacer a este sector del público del blog, pero esperaré a que pasen los exámenes de selectividad.

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