miércoles, 21 de agosto de 2013

BOB LE FLAMBEUR

El próximo sábado se cumplen 57 años del estreno en Francia de "Bob el jugador", el primer polar, si ya se podía llamar así, de Jean-Pierre Melville, el género que iba a hacerle célebre mundialmente.

Ese mismo verano se estrena "Atraco perfecto" en Estados Unidos, que suponemos que Melville no vería aún, bebiendo las dos más probablemente de John Huston y Melville en particular, por lo leído, de Jacques Becker.

No me gusta nada hablar sobre cómo trata el tiempo a las películas porque me parece un lugar común que para mí carece de mucho sentido, pero teniendo en cuenta la cantidad de precedentes y herederas que tiene "Bob" (sin ir más lejos las mejores películas de Melville), el espectador no acusa la saturación, sigue siendo una película poderosamente atractiva.

Comienza de forma extraordinaria convirtiendo Montmartre, Sacre Coeur y Pigalle en intrigantes escenarios, con algunos planos al final alucinantes de Sacre Coeur desde el apartamento de Bob, y aunque la acción y el foco de interés se traslada al casino de Deauville , ese deslumbramiento tenebroso desde el París más turístico marca la película desde los primeros compases.

Habría sido especialmente maravilloso verla en su estreno y sentir que quizás no hubo una generación anterior a la nouvelle vague, quizás esas cosas no existen, sino que el cine camina sólo hacia donde quiere, y "Bob le flambeur", con sus soterradas pasiones  y no tan soterradas pasiones, con el rostro de Roger Duchesne (arrestado acusado por colaborar con la Gestapo), ya caminaba hacia la ruptura con estilo, elegancia, personalidad, creatividad, e imaginación asombrosas (sería Henri Decae el encargado de fotografiar la emblemática "Los 400 golpes"). Y eso que creo que lo mejor estaba por llegar para Melville, aunque nunca un voz en off siendo tan abrumadoramente concisa fuese tan fatalista.









6 comentarios:

  1. Pues yo lo veo bien. En todos los sentidos. Enhorabuena, Sergio.

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  2. Una gran película, amigo mío, con sus precedentes y sus herederas. Particular, con su propio sello. A mí tampoco me gusta hablar del paso del tiempo aplicado a las películas: me parece una excusa homicida, cruel, sin sentimientos ni miramientos hacia este Arte que no se aplica en ningún otro. No hay derecho. Cada vez más estoy con los cinéfilos sensibles como tú y no con aquellos que no solo tratan de dictar gustos y tendencias sino etiquetas que no hacen ningún bien como las de que "este autor está pasado de moda" o "el tiempo ha maltratado esta película".

    Abrazos,
    Rafa.

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  3. Investigando investigando veo que Duchesne protagonizó a finales de los 30 una versión franco-alemana de "La tumba india", la tercera de la que tengo noticia tras las de Lang y May.

    Ay, Rafa, mis juicios van a seguir así, sin criterio férreo ni línea editorial. Cuando uno va siendo consciente de que jamás podrá "hacer los deberes" ni ver las películas "que debería ver" porque tiene millones de cosas que hacer más importantes, y no siempre más placenteras, no queda otra. Seguiré abriendo ciclos en este blog, anunciando películas para acto seguido cambiarlas por otras, o no. Como he hechos siempre. Hace tiempo anuncié una determinada frecuencia en las entradas, no voy a seguirla. ¿Sabes qué?, es una tontería, pero después de actualizar este blog siempre amanezco extrañamente contento, pensaba cerrarlo al llegar a cierto punto y abrir otra cosa, pero es que me satisface y me divierte horrores.

    Es verdad que quizás si pudiese ver una peli diaria desde hace décadas o algo así quizás si vertebrara alguna especie de disciplina, criterio cerrado o profesionalismo, pero nunca he podido. Hay un artículo muy largo, para cuando tengáis tiempo, pero que vale mucho la pena:

    http://www.miradas.net/2013/07/actualidad/opinion/sentir-demasiado-el-cine.html

    Gracias, Juan Carlos. Y Rafa, si te acuerdas etiquétame en facebook el 1 de septiembre para que me acuerde de linkearlo aquí.

    Abrazos a todos

    Sergio

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  4. Pues así hay que tomárselo, amigo. El cine es un placer, no algo autoimpuesto o que te impongan señalando cómo osas tener lagunas u oceános.

    No te preocupes: el uno de septiembre te etiqueto. Otra cosa es que te guste, jajaja. Podía haberlo hecho mucho antes, Sergio...

    Un fuerte abrazo,
    Rafa.

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  5. El polar o negro francés tenia algo especial que le alejaba del americano. Su tono fatalista y frió, basado mas en gestos y detalles que en el poder de la palabra.

    Ya que diálogos había, pero su fuerza era de estética callada y gestos contundentes. Tipos que no querían parecer duros, simplemente con verles moverse ya sabias que lo eran.

    No es lo mejor del genero esta película, pero como bien dices dio el pistoletazo de salida para lo que vendria después.

    De escoger alguna de este genero dentro de un genero. Sin duda el silencio de un hombre. Saludos y buen comentario

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  6. Sé poco de polar más allá de Melville, del que no sabría con qué película quedarme de las vistas. Un director de primera fila, siempre menos citado que los chicos de Cahiers que se pasaron a la dirección y formaron la alineación oficial de la nouvelle.

    Saludos y gracias

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