EL HUEVO DE LA SERPIENTE

Se empareja en la memoria esta obra de Ingmar Bergman con "Isn't life wonderful" de Griffith. Además de estar ambientadas en la turbia Alemania de los años 20, son dos obras realizadas por grandes del cine no alemanes y grandes del cine no sólo en tránsito, viajando por Alemania, sino en una complicada coyuntura de sus carreras que pudo haberse resuelto de otra manera, no sé si mejor o peor. Bergman porque estaba metido en problemas con el fisco sueco, no sé yo de haber seguido el exilio, y Griffith de viaje por Europa y parece ser que tanteado para hacer el cine de Mussolini, tampoco sé cómo habría acabado eso, porque su carrera en USA no fue más allá del año 1931.

Cineastas en crisis, en tránsito, en una extraña tesitura que escogen la extraña y retorcida Alemania de los años 20. No se parecen ni se dejan de parecer a si mismos, Bergman directamente no se parece a lo más característico de si mismo, pero se muestra como un potentísimo narrador poco moroso o distraído, alguien con ganas de contar. Si acaso donde más falla la película es en ese fortísimo poder de evocación que acaba haciendo necesario más metraje (nunca tengo la certeza absoluta con Bergman pero creo que no tiene serie de tv). Sabe a poco porque tiene vetas de guión de las que habría apetecido mucho más.

Una desconcertante pesadilla, nada desdeñable, uno se alegra de que pudiese volver e hiciera cosas como "Sonata de otoño", uno de mis films favoritos, que vendría inmediatamente después, pero qué sería de los currículums de nuestros directores más queridos sin estas aventuras dislocadas e inauditas, no por fantástica, ambientada en un contexto pre o pro bélico o violento o de ciencia-ficción, que no era la primera vez (con la adorable Liv Ullmann haciendo de cabaretera), dislocada por naturaleza, de raza, aventuras sin las cuales quizás sus cimas ortodoxas no fuesen las mismas.