viernes, 15 de mayo de 2015

LA DALIA NEGRA+INTERLUDIO DE AMOR

Entrada 400.

Antes de apagarse las luces...

LA DALIA NEGRA

Ahora que James Ellroy inaugura un nuevo cuarteto con "Perfidia", que lleva dos meses en las estanterías de novedades y ya me estoy leyendo absolutamente arrebatado, era ocasión inmejorable para descubrir por lo menos la primera pieza del anterior, con la que parece ser que comparte personajes.

Como de tantos no sabía nada de Ellroy, y me ha parecido arrollador, esplendoroso, fascinante...

"La dalia negra" cuenta la investigación de un famoso crimen no resuelto que conmocionó al Hollywood de los años 40. Ellroy lo resuelve, pero como sabes la realidad no estás excesivamente pendiente de qué pasará y puedes atender y saborear la eléctrica definición y evolución de sus protagonistas. Ese obnubilante triángulo, tan epidérmico...

Tendrá que pasar el tiempo, pero Ellroy puede ser uno de los grandes novelistas de este tiempo.

Comprendo el enfado de sus fans con la película de Brian De Palma, pero no podía haber sido más consecuente, seleccionando y explotando lo que más podía interesar al universo que el director ya había desarrollado anteriormente. Una película completamente De Palma. Quien busque fidelidades a Ellroy sólo las podrá encontrar en un gris funcionario, y no lo digo por Curtis Hanson, del que también querré saber qué actitud adoptó. Yo tengo muchas ganas de revisar el De Palma, aún habiendo comprobado que no hace ningún tipo de justicia a la novela. Precisamente por eso.



Se apagan las luces...

INTERLUDIO DE AMOR

No soy muy aficionado a descubrir obras maestras ocultas. No me suelen parecer para tanto y tiendo a ser bastante amigo del consenso preexistente. Lo cual juzgo más como un hecho objetivo que como un defecto o una virtud.

Entre "Himno de batalla", que en su momento no me llamó la atención, y "Ángeles sin brillo", otra obra cumbre, Douglas Sirk filmó una película seguramente marchita y oculta por la escasa valoración de su pareja protagonista. Quién puede creer que Rossano Brazzi y June Allyson capitanean una de las obras más excelsas de Sirk.

Sin embargo, tomando una vez más una película de Stahl, y con una refinadísima e inspirada puesta en escena, Sirk construyó un fascinante melodrama cuya más feroz, más definitiva, más emocionante y más certera lectura la hiciera sin duda Rainer Werner Fassbinder, que incluso explica muy bien la sabia utilización de esa pareja. (El texto está en la página del amigo Rafa Morata sobre Fassbinder)





"Interlude (1956) es una película de difícil comprensión. De entrada, todo tiene un aire falso. La historia sucede en Munich, pero sabemos que esta ciudad no es así en la realidad. El Munich de Interludio de amor está fabricado con piezas de decorados monumentales: Königsplatz, Nymphenburg, Herkulessaal... Al cabo de un rato comprendemos que es el Munich que puede ver una norteamericana.

June Allyson viaja a Munich para conocer Europa. Lo que allí encuentra es un gran amor, el amor de su vida: Rossano Brazzi en el papel de un director de orquesta a lo Karajan. June Allyson es ligeramente diferente del tipo de heroínas de Sirk. Tiene un aire demasiado natural, demasiado sano. Demasiado alegre. Sin embargo, al final no se sentirá tan bien.

Rossano Brazzi nunca abandona su papel de director de orquesta, ni durante los más dulces y tiernos diálogos amorosos. Su forma de desplazarse revela una genial dirección de actores: siempre como un gallito, siempre con un aire teatral, incluso en los momentos de sinceridad. Brazzi interpreta su papel como habría que interpretar Musik de Wedekind. Brazzi tiene una mujer, Marianne Koch. Y para quien quiera comprender la visión del mundo de Sirk, este personaje tiene una importancia crucial. Marianne está enamorada de Brazzi. Él se ha casado con ella, y ella siempre ha sido feliz hasta que ha vivido con él y su amor la ha destruido. Se ha vuelto loca. Todos los personajes sirkianos tratan de realizar un ideal, satisfacer un violento deseo. El que obtiene todo lo que desea es destruido. ¿Esto significa que en nuestra sociedad sólo son aceptadas las personas que persiguen algo como el perro con la lengua fuera? En tanto se atienen a las reglas que les permiten ser útiles...

Cuando veo las películas de Douglas Sirk cada vez me convenzo más de que el amor es el mejor, el más insidioso y el más eficaz de los instrumentos de represión social. June Allyson se lleva con ella a Estados Unidos un menor gran amor. Pero tampoco serán felices juntos. Ella siempre soñará con su director de orquesta y él siempre verá rastros de sus deseos insatisfechos. De ahora en adelante, sólo les absorberá su trabajo, lo que a su vez naturalmente será explotado. Muy justo."

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