viernes, 4 de diciembre de 2015

IRRATIONAL MAN

En "Manhattan" los intelectuales pontificaban cenando en Elaine's sobre absurdos dilemas intelectuales. La gran diferencia entre aquel 1979 y éste 2015 es que Woody Allen ha pasado de contemplarlos con sorna a darle carta de naturaleza a esos dilemas y convertirlos sin sonrojo alguno en una película.

"Irrational man" comienza exponiendo con la tosquedad que se ha vuelto tristemente habitual en su cine el desencanto vital de un profesor de filosofía encarnado por Joaquim Phoenix. No se entiende por qué no de una vez por todas Allen no se planta delante de una cámara y empieza a pontificar sin descanso sobre lo divino y lo humano sin necesidad de tramar historia alguna, que es lo que le apetece desde hace un montón de tiempo.

La peripecia criminal aparece de la manera más arbitraria y caprichosa posible, a través de la escucha de una conversación ajena, a partir de la cual Phoenix decide emprender un proceso de catarsis personal  que más que irresponsable o inmoral es bastante increíble y sinceramente a mí personalmente se me antoja una estupidez. No se sabe por qué alguien que en el pasado ha ejercido tanta benefacción y está tan amargado, ahora resolviendo un sólo asunto adquiere una inédita perspectiva de la vida.

La película no es que no sea medianamente entretenida, pero la mutación del protagonista es demasiado exagerada y no deja de serlo por mucho que Allen no deje de intentar repetir y repetir lo mismo diálogo por diálogo, no beneficiándose nuevamente de otra interpretación melosa de Emma Stone como voluble universitaria veraniega prendada de un intelectual difícil.

Sensación de que Allen ya no piensa o ya no le interesa transmitir lo mismo que hace décadas sobre la vida. Sensación de que uno ha sido injusto con malos trabajos de los últimos 20 años, porque ha demostrado que los sabe hacer peores. Y sensación de que esto empieza a ser preocupante. Tras la ingeniosa "Midnight in Paris", que venía tras la nefasta "Conocerás al hombre de tus sueños", ha venido la aberrante "A Roma con amor", su única obra interesante "Blue Jasmine" (sustentada en buena parte en Cate Blanchett) y otra aberración como "Magia a la luz de la luna". "Irrational man" no es que sea tan mala, pero reincide en el desinterés que a veces parece sentir Allen por el cine, prendado de las bobaliconas conversaciones con ansias de trascendencia que todos tenemos en nuestras cenas y que suponemos que él debe tener en Elaine's. Enamorado de su propio vacío de intelectual burgués. El mismo que el nuestro. Sólo que nosotros no tenemos arrestos para hacer una película con él.

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4 comentarios:

  1. Hombre, yo con algo más de condescendencia interpreté la película como una de esas variaciones y matices que le gusta ofrecer a Allen alrededor de uno de esos temas que le obsesionan (en general sus incursiones románticas las considero así: nuevas angulaciones, perspectivas, reconsideraciones y revisiones acerca de lo romántico). Había oído de gente fiable cosas muy buenas de Irrational Man, pero no terminó de llenarme por algunos de los argumentos que apuntas. Entretenida, sí, interesante también, pero algo plana y obvia por momentos, con detalles un poco bruscos en otros. Creo que Allen ya ha estado aquí, con mucha más energía, con más profundidad y, como señalas, con más interés personal.

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  2. Se juntan dos problemas, que donde está no me interesa y que está allí con enorme pobreza de recursos.

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  3. Hombre, no sólo nos faltan arrestos, yo diría que algo más.
    Saludos.
    Luis S.

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  4. Nos faltan arrestos y nos sobra algo de vergüenza. Es obvio que Allen tiene un talento que nosotros no tenemos, pero a mi juicio no le hace justicia. Ay, la parábola de los talentos...Perdón por el retraso al contestar.

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