Publicada en Cine Club Tourneur el 21 de enero de 2010
Gran película.
Philippe Garrel es un viejo dinosaurio del 68 que empezó de
vanguardista y se pasó en los 80 a un cine más narrativo y lineal. Un
hombre atormentado por la revolución que no pudo ser y padre del
omnipresente Louis, al que ha autilizado de alter ego y ciertamente
Philippe era de joven calcado a su hijo.
El hombre quizás necesitara el paso a la narración para exorcizar sus
fantasmas, los del 68, los de los suicidios de gente cercana a su vida
como Jean Eustache y Jean Seberg, y muy en particular de la muerte por
ataque al corazón de su pareja Nico (la cantante de la Velvet
Underground) mientras montaba en bicicleta en Ibiza.
Habiendo visto cinco o seis pelis suyas destacaría ésta última "La
frontera del alba", más estremecedora pensando que hace unos pocos
días la propia protagonista Laura Smet (recuerden La dama de honor de
Chabrol) ha intentado suicidarse al igual que en la ficción de esta
película. Si se permite la frivolidad quizás no sea de extrañar la
sobrecogedora intensidad de su interpretación de la autodestructiva
Carole.
Un peliculón romántico en blanco y negro desarmante, algo anacrónico
en su sesentayochismo, pero con elementos fantásticos muy logrados.
Tiene algo del espíritu de "Vertigo" y de los fantasmas de "Historia
de Marie y Julien".
Y me encanta también Clementine Poidatz que es la Barbara Bel Geddes
de esta historia...
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