8 de septiembre de 2006
Temo perder la perspectiva definitivamente con la obra
de esta hombre, porque una vez más, y habría que
calibrar si en las anteriores fue más o menos, me ha
encantado.
Esta historia sobre literatura dentro de la
literatura, sobre el poder mágico y profético de las
palabras, llena de sucesos estrambóticos en un marco
cotidiano (qué peligroso es comprar en una papeleria
un cuaderno azul si unos días atrás no has sido
suficientemente cortés en un bar de putas con el dueño
de la papeleria...un ejemplo de tantos...)...pues está
escrita con el poder hipnótico de siempre donde no
importan cuántas ideas y mini-historias dentro de una
mini-historia perfectísimamente encajadas nos quieran
colar. Las asimilamos, no se siente uno avasallado. Se
disfruta a tope.
17 de abril de 2000
Es verdad, que pena, que tristeza que ya se me haya acabado está novela antológica. Aunque la culpa es mía por haberla devorado con una compulsión y un apasionamiento que no recordaba desde aquel lejano noviembre de "Soy leyenda". Leer esta pieza redonda de Paul Auster se parece muy poco al tradicional acto de la lectura, es completamente diferente, es como tener al mismísimo Auster en el salón de tu casa contándote la historia y dejándote boquiabierto y tan incapaz de salir de tu salón como los protagonistas de la película "El ángel exterminador". Nunca se acaban sus bondades, su estructura narrativa es compleja, laberíntica, con efectos y múltiples sorpresas, pero no es un adorno como pasa tantas veces en el cine actual (como por ejemplo en ese "Sospechosos habituales" que comentaba el otro día), detrás de tan perfecta construcción se esconden unos personajes de gran riqueza y entidad, resultan muy vivos y creibles (Ben, Peter, Fanny, Maria, Lillian y toda la tropa de seres fascinantes habitarán mucho tiempo en mi inconsciente...). Se encuentra también una cautivadora e hipnótica reflexión sobre el azar, en su vertiente fatalista y en su vertiente más feliz, un panorama sobre la sociedad EEUU implacable, vamos, en definitiva que es una maravilla inagotable, y lo mejor: una vez descubierto, mi biblioteca pública está muy bien surtida de Austers.
31 de diciembre de 2003
una recomendación entusiasta y feliz,
añadirme a los comentarios positivos sobre "El libro
de las ilusiones" de Paul Auster, una entretenidísima
preciosidad de 300 páginas que en 24 horas ya me tiene
a las puertas de su final, algo muy raro en tiempos de
cierto, relativo atasco y desilusión lectora por mi
parte. Reseñar que no hay que ser especialmente amante
del cine mudo ni si quiera cinéfilo para disfrutar de
tan deliciosa y electrizante historia (aunque eso
pueda aumentar el placer).Yo me lo estoy leyendo en
catalán por lo que ahora mismo no sabría decir quién
lo edita en castellano. Subrayen la nota que ya
tomaran en su dia, puede ser una manera estupenda de
empezar el año.
Me sumo a los seguidores casi inconscientes de Paul Auster. En un embaucador, en el buen sentido de la palabra, que me engaña y me hipnotiza siempre con sus extrañas aventuras. Me recuerda lejanamente, porque me pasa lo mismo, con nuestro Julián Marías.
ResponderEliminarTotalmente desconocida para mí la obra de Julián Marías. Hace mucho tiempo que no leo a Asuter, pero ha sido divertido recopilar estas tres pequeñas reseñas escritas a lo largo de los años.
ResponderEliminar