Final de temporada. Despedimos momentáneamente la sección de cine con uno de los favoritos del blog. Eugène Green, que con ésta tiene por aquí todos los largos que ha hecho por el momento.
"La sapienza" es un film muy en su estilo, con personajes hipercultos, imágenes tranquilas y calmadas, como de otro mundo que está y no está en éste, y una frontalidad y estilización que no se parece a la opción de nadie en el cine contemporáneo.
Merece mis respetos la película de Green, pero también hay algo que se ha ido perdiendo en el camino. Su coherencia, su linealidad, su claridad son indiscutibles, pero película tras película corre el riesgo de empezar a moverse en esas arenas movedizas entre el sello propio y la parodia, como le sucede a Malick.
"La sapienza" hace varias veces el viaje de ida y vuelta entre ambas cosas. Funciona y no se equivoca, aunque aparece la duda de si Green, como él mismo le critica a sus personajes (que tienden a aprender a no ser tan engolados o a respetar dentro de su engolamiento la pureza de espíritu), en el fondo no deja de padecer ese mal, y a la vez que critica el vicio, no es que lo muestre, es que está hecha de esa carne, film bello y exageradamente pedante que abre unos interrogantes que sólo pueden ser contestados en otras películas futuras de un director que tocó techo en "Le monde vivant", en "Le pont des Arts" y sobre todo en la extrema y sublime "Una monja portuguesa" donde minuto a minuto podría estamparse violentamente contra la parodia y no lo hace, o al menos uno tuvo o quiso tener de ella una visión más cándida que de la presente. De la pasión inicial me ha aparecido un cierto cansancio de Green.
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