Es como si Verhoeven hubiese rodado "L'avenir", que comentamos la semana pasada, cambiándole la tonalidad. En las dos Isabelle Huppert es abuela (mucho más decisiva como actriz en el film de Verhoeven que en el de Hansen-Love, aunque me guste más el film de Hansen-Love).
"Elle" es una peli divertida, esquiva contínuamente el film de revelaciones sorpresa para muy previsiblemente no ir a ninguna parte, a través de sus inagotables meandros. Como en algún lugar me chivaba abbascontadas tiene un toque del Buñuel de los 70 para mí muy sugestivo en su carácter de surrealismo episódico.
En su contra debo decir que no me motiva un segundo visionado, que las referencias a De Palma y sus correligionarios me parecen excesivas (por más que Tarik Ben Amar como productor cree buenos deseos) y que la película no me dejará poso por falta de planos y secuencias magnéticas, no por falta de contenido, que ciertamente tenerlo no lo tiene, o tiene menos del que quiere hacer ver.
Dos apuntes breves: en ambas películas la Huppert también es hija, y con madres medio locas e infantilizadas, y Edith Scob (su personaje) me parece más humano, creíble y "amable" que esa caricatura grotesca made in Verhoeven (¿la habrá sacado de Zulawski?).
ResponderEliminarEn un muestreo sociológico amateur e improvisado me he encontrado con que la peli tiene entre las mujeres en la cincuentena su núcleo duro de groupies absolutamente incondicionales.
Huppert es inevitablemente la gran musa actual de ese segmento.
ResponderEliminarSi, la Huppert tiene un atractivo especial, y para los cincuentones como yo puede que más. Pero lo ha tenido siempre. Serán amores cinéfilos y sueños húmedos.
ResponderEliminarElle me parece una película estupenda. Sin la Huppert no sabría decir lo que me parece. No conducir a ninguna parte, como dices, me parece lo más acertado de la peli.
Para mí entre las destacadas del 2016.
A mi ahora me parece magnífica pero la sigo recordando en "La puerta del cielo" también, donde curiosamente se llama "Ella". La de Verhoeven no me disgusta en absoluto, no comparto esa recepción majestuosa pero no será yo el que se cebe con ella.
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