lunes, 4 de septiembre de 2017

LOS VISITANTES

Hace hoy dos años comenzamos temporada con Elia Kazan y su maravillosa "Río salvaje" .Tenía el pálpito y el deseo de comenzar esta octava temporada de "El amor después del mediodía" con Elia Kazan también. Les confieso que tenía preparada "América, América", habiendo tenido acceso a una copia mejor que la que tenía en casa y contra la que me había estrellado varias veces. No va a poder ser. Dicho sea con la suficiente humildad he desertado por enésima vez, sé que tiene un reconocimiento maravilloso entre amigos y colegas de la más exquisita sensibilidad pero se me ha vuelto a hacer demasiado cuesta arriba para tener paciencia. Esta vez he visto casi la friolera de una hora de película. Y sinceramente creo que es suficiente, no recuerdo ninguna gran película tras una hora exasperándome, un empeño personal de Kazan, historia de su familia, seguramente demasiado realista y demasiado auténtico, enfático y pelma para mi gusto. Como siempre estoy dispuesto a reconocer que la culpa es fundamentalmente mía.

En fin, el caso es que persistía el capricho Kazan y vamos a abrir con "Los visitantes", que ésta sí me ha parecido una gran película.

Rodada en 16mm en 1972, contemporánea de "We can't go home again" de Nicholas Ray y de "Perros de paja" de Sam Peckinpah, con las que tienen sus concomitancias formales y conceptuales. Sobre una obra de su hijo Chris, Kazan rueda una película con una estructura argumental similar a la que luego exhibiría la celebérrima "Funny games" de Michael Haneke, con la que la comparación/oposición es de lo más pertinente.

La crítica celebró la descontextualización de la violencia de Haneke. Los desconocidos entran en la casa sin coartada, sin motivo y estallan porque sí. La violencia por la violencia, evidentemente eso existe en este mundo pero no sé yo si es lo más significativo y lo menos comprometido de abordar.

En cambio los visitors de Kazan tienen un motivo. Un motivo que alude a una guerra, a unos crímenes de guerra y a una presunta venganza (o no) con cuya expectativa juega la parte inquietante y terrorífica de un film que es más que ello.

"Los visitantes" habla de las cicatrices de una guerra pero también habla de una sociedad machista y enferma entregada antes, durante y después de cada conflicto (que se repiten periódicamente) al culto a la violencia. El personaje del padre que interpreta Patrick McVey es muy relevante al respecto, aportando los espectros de la II Guerra Mundial o Corea. Lo de Vietnam no era nada nuevo.

Los visitantes de la película son unos seres inquietantes, sin ninguna duda, pero al mismo tiempo no dejan de ser seres necesitados de cariño, quizás de un hogar, que incluso algún día fueron estudiantes brillantes pero que han sido descarrilados en ese culto a la violencia. Esto es una reflexión que puede hacer cualquier espectador porque Kazan no plantea en ningún momento que haya que tenerles algún tipo de compasión.

Bill, el protagonista, tampoco es un ser en blanco y negro. Insiste en que no participó en el crimen de guerra por nobleza, que fue la parálisis de la guerra, y cuando descubre algo crucial en la trama una vez más el culto a la violencia lo mediatiza como personaje.

Es subyugante ver como desde esos 16mm Kazan mimetiza los modos del cine de su tiempo, como intentó hacerlo también con "El compromiso", quizás de forma algo más forzada por querer hacerlo "a la europea".

"Los visitantes" me parece una gran película americana de los años 70, profundamente enraizada con su tiempo y su sociedad, de dramaturgia muy bien hilvanada, dando significación a cada detalle sin tener que llegar a la obra de teatro discursiva. Una admirable muestra de supervivencia de uno de los grandes cineastas del viejo Hollywood que supuso además el debut de un posteriormente famosísimo James Woods.

¡Adelante octava temporada!



2 comentarios:

  1. Pensaba que me había equivocado de blog!!!! Me gusta más el formato blog clásico que el otro de ventanas que tiene blogspot y que se le atraganta a muchos navegadores. Yo seguiré fielmente tus entradas aunque no comente nada. Se agradecen las recomendaciones musicales (ópera o lo que gustes).

    Por cierto, esta de Kazan no sabíaq ni que existiera

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  2. Muchísimas gracias, vuelta al formato clásico, sí.

    Yo con lo que tengo un serio problema es con los blogs de wordpress, imposible de entender

    Se agradece (casi podría decir que se siente) la atención y por supuesto no importa que no se comente nada si no surge sobre el tema en particular, los comentarios de cortesía son innecesarios, aquellos del tipo "gran entrada" o "estupendo post".

    De música lamento no estar suficientemente puesto para ampliar el abanico. Por lo que lo único que habrá por aquí será esa tercera temporada "simbólica" de ópera de este coliseo particular.

    Un saludo y gracias por esos renovados ánimos.

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