lunes, 20 de mayo de 2019

L'AMANT D'UN JOUR

Tras una docena de películas vistas la primera que veo en pantalla grande del director y la segunda que se estrena en España. Anécdota pura. La película me gusta mucho, me parece extraordinaria sin casi ninguna fisura, funcionando dramaturgia, reparto y puesta en escena con una perfección, una expresividad y una condensación de emociones y sentimientos en menos de 80 minutos increíblemente talentosa. La única duda me la despiertan los minutos posteriores a la sesión. 

Guardo opiniones parecidas de las anteriores "La jalousie" y "L'ombre des femmes" y me fastidia recordar tan poco de ellas, ya no detalles argumentales, ni si quiera emociones o sensaciones más definidas más allá de aquellas elogiosas opiniones. 

De la decena de películas anteriores también predominan, no totalmente, más el recuerdo de opiniones positivas que algo que convertir en patrimonio personal. Pero desde luego si no puedes hacerlo con tu propia mirada pide prestados los ojos de otro, horas antes de la sesión me deleito con todo lo que escribe Quim Casas en Dirigido sobre película y autor. No es la primera vez que me pasa con el binomio Garrel-Casas.


2 comentarios:

  1. Una confesión a propósito de esta película, porque ya son unas cuantas ocasiones en las que me ocurre y no le encuentro una explicación convincente: muchas veces no entiendo qué demonios les pasa a los protagonistas de algunas pelis francesas de autor; cuáles son sus angustias emocionales/intelectuales. Me recuerda a las quejas sobre la dicción de los actores españoles, es algo que va más allá de la casualidad y no sé si es problema mío o suyo. O si es problema en modo alguno. Porque, de hecho, le encontré encanto a L'amant d'un jour... sin terminar de encontrarme con los personajes.

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  2. Las películas francesas de autor en muchas ocasiones, aunque haya gente que no lo quiera reconocer, en el fondo son tan de ciencia-ficción como "2001", "Encuentros en la tercera fase" o "Interstellar". Los que llevamos una vida corriente y moliente y no enseñamos en la Sorbona no somos así, es imposible identificarse, pero son tan fascinantes...El mejor resumen de lo que comentamos está en ese plano de "Todos dicen I love you" en el que el personaje de Allen se pasea por París con una baguette bajo el brazo, cosa que en el cine francés no pasa casi nunca.

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