"Salomón y la reina de Saba" (1959):Película conocida por su rodaje en España en el que murió Tyrone Power de un infarto, tuvo que ser sustituido por Yul Brynner, y supuso el último largometraje de ficción rodado por King Vidor (este mismo año hemos comentado esa pieza insólita de su encuentro con Wyeth).Creo que es una buena película, difícil meterla en el pelotón de obras maestras de Vidor, pero tampoco me parece en absoluto que es de las que puedan flojear o discutirse más. Creo que se ve muy bien pero no despega del todo porque cuando tratas problemas de otros siglos, como por ejemplo la lucha entre politeismo y monoteismo, o eres De Mille y le pones más gotas de cachondeo kitsch (aquí todo se reduce a una fiesta pagana con la Lollobrigida desbocada) o la película te queda demasiado seria. Es difícil sentirse conmovido por la conclusión que se impone, que solo hay un Dios y todo lo demás son tonterías, no porque no la compartas sino porque es un problema de otro siglo. Los detalles más jugosos quedan sepultados por su condición de estampita, esa doble cabeza intelectual y militar que se disputa el reino de Israel, las pasiones humanas o la sabiduría política, que resumen en el guion como la capacidad para distinguir entre la verdad y la mentira (y qué bien que se filmara para las antologías la decisión salomónica por antonomasia). Buenos mimbres para afectarnos o interesarnos siempre en segundo plano.
"La que paga el pato" (1928): En marzo del 28 Vidor estrena simultáneamente "The crowd", una de las obras maestras absolutas del mudo y de la Historia del Cine y este discreta pero hacendosa comedia hecha a mayor gloria de la comicidad de Marion Davies. En octubre estrenará con Marion Davies también "Show people", acerca del mundo del cine y de la comedia, una gran obra suya a la que esta película invita a volver. Lo de escribir y tomar notas de lo que se ve es la mar de productivo. "Show people", que tenía lejana, y la querencia que muestra por la comedia y por Marion Davies seguramente se entiene mucho mejor sabiendo que existe "The patsy".
"La luz brilló dos veces" (1951): Extraordinaria película, obra mayúscula, de ésas que me gustan tanto, con un argumento imposible e inverosímil, que da tantas vueltas y giros que me hace pensar durante todo el metraje que se trata de la pesadilla (o deseo) del condenado a muerte que abre la película. De hecho me sigo haciendo ilusiones con esa transparencia monstruosamente irreal que cierra la película. Cine en estado puro, precisamente hecho con el material de los sueños, como se hace el cine en estado puro.Grandiosas las presencias de Ruth Roman y Mercedes McCambridge.
No hay comentarios:
Publicar un comentario