A Billy Wilder no le interesaban demasiado los musicales aunque sí que es cierto que recuerdo alguna escena en sus películas con una concepción fantástica del género, por ejemplo el "I'm through with love" de Marilyn Monroe en "Con faldas y a lo loco".Aquí incluso conserva algún momento musical en la algarabía festiva tras el golpe de suerte de Irma pero básicamente la película es un musical sin música que no se resiente de ello.
La obra era un músical francés de éxito que Peter Brook dirigirá en Londres y en Nueva York y que en Mexico llegará a hacer incluso Silvia Pinal, en su momento más alto de estrellato. Iba destinada a Marilyn Monroe pero tras la muerte de la actriz recae en Shirley MacLaine, reeditándose la pareja de "El apartamento".
Creo que otra vez hay que sacar a hombros a Billy Wilder como un verdadero clásico, no es que haya dejado de serlo nunca, pero en determinados momentos parece que no haber sido ni un estandarte del clasicismo norteamericano como Ford, Hawks o un renovador de las formas como Hitchcock o Lang le haya dejado entre dos aguas como un consumado guionista que lleva solo con eficacia el ingenio de sus guiones.
Pero eso no es así, "Irma la dulce" comparte con otras películas de Wilder ser una película sobre la fina línea que separa la energúmena honradez de la inmoralidad. Nestor acaba en un parpadeo de fiel aplicador de las leyes de la moral a proxeneta y desde ese tropiezo tontorrón saltan por los aires todas las leyes de verosimilitud a manos de la única moral posible que es la moral del amor.
"Irma la dulce" es una comedia extraordinaria de un humor absurdo que llegado a un determinado punto ya no tiene ningún sentido ni razón de ser pero difícilmente desde el realismo puede radiografiarse la condición humana como es capaz de hacerlo Wilder en esta enésima obra maestra suya donde Jack Lemmon está a la altura de los mejores cómicos de la Historia y Shirley MacLaine desde ese vestuario hortera y esa espalda perpetuamente desnuda expresa que el verdadero límite no está entre ser honrado o no cumplir las normas sino entre desear y estar enamorado y no estarlo.
- "tiene el parche en el otro ojo"
ResponderEliminar- Ya decía yo que había mucha niebla
O algo así era. Y aquello de "me salía más barato dejarme bigote que cambiarle el nombre al restaurante".
Qué maravilla. El caso es que me cuesta revisar películas de Wilder, creo que es porque fue uno de mis autores predilectos de mi despertar cinéfilo (es fácil que te encandile), y algunos títulos suyos (como este) los vi varias veces.
Has pasado de medio año de inactividad a entradas diarias, que no me da tiempo a seguir.
Feliz verano.
A mi me pasa lo mismo, forma parte de mi despertar cinéfilo y hay como una especie de miedo pero no hay prevención posible, toneladas de cine después, y sobre todo muchos tipos de cine después, yo creo que sigue siendo fantástico.
ResponderEliminarNo te preocupes, las entradas seguirán aquí para cuando tengas tiempo jaja. Feliz verano.