lunes, 2 de julio de 2012

PRIMAVERA PRECOZ

Siendo sinceros, no pocas veces me da muchísma pereza enfrentarme a una nueva película de Yasujiro Ozu, sobre todo las que sobrepasan las dos horas casi y media. No es de los directores que más me conmueven, que más huella me dejan, y tengo serios problemas para distinguir en el recuerdo "Otoño tardío" , de "El sabor del sake", a "Primavera tardía" de "Principios del verano", bueno, a esas dos no tanto. Poco interés por las dificultades para casar a una hija, y no digamos ya si al lío estacional se añade nada más y nada menos que "Primavera precoz". Que las mudas además, como me pasa con Dreyer pero aún peor, me gustan mucho menos o ni me gustan, es algo que mejor dejo para otra ocasión (o ni eso, no es necesario hacerse sangre, ni que te la hagan).

La voluntad, eso sí, siempre merece la pena. Hay películas que dejan huella tiempo después de verlas, pasas por el visionado un poco de puntillas y empiezas a pensar en ellas tiempo después. Con Ozu me pasa al contrario, es un director en el que no suelo pensar casi nunca y cuyas películas disfruto enormemente al momento. También las hay que me gustan más, y "Cuentos de Tokio" me parece de la decena aproximadamente que habré visto su obra maestra y una de las más grandes de la historia del cine.

"Primavera precoz" está hecha de los retales de una vida cotidiana. Del paso de los años, de la vida, de los ascensos en una escala laboral que se antoja infinita y vacía, del tren, del viento, de lazos profundos y superficiales. Es una película mucho más melancólica que de costumbre, exagerada en eso, y con una extraña y acomodada moral (como sucede a veces con Ozu) donde parece que un mayor aburrimiento es la solución a los problemas y los riesgos, porque no acierto a atisbar "suficiente" ironía en las palabras finales de la esposa tranquilizada porque su marido ya pasa todo el tiempo leyendo.

Las hijas casaderas se han visto sustituidas por las infidelidades. Es una película admirable, muy bien construida y llevada, que probablemente se me acabe fundiendo con otros títulos de Ozu y en la que probablemente no piense demasiado en el futuro, pero me ha parecido un film bellísimo, como admirables y bellísimas son la mayoría de películas de Yasujiro. No se persevera porque sí.






No hay comentarios:

Publicar un comentario