domingo, 22 de febrero de 2015

CORAZONADA

Recientemente al volver a ver "La puerta del cielo" me preguntaba yo por nuestra relación con las grandes películas fracasadas de la historia del cine, y nuestra mayor o menor mitificación del fracaso.

Tras "Cleopatra" y el film de Cimino "One from the heart" es quizás el tercer gran fracaso del cine USA contemporáneo.

La mitificación, justificada y sentida, de sus dos primeros padrinos y del film de Vietnam, extendida a "La conversación", hacen que a Coppola se le haya tratado, le hayamos tratado, con una dureza inusitada para alguien que ha entregado obras de esa categoría. Lo mismo sufriría con mayor o menor causa Ridley Scott tras rodar "Alien" y "Blade runner". Y es que nada ha habido más contraproducente que un éxito crítico demasiado hiperbólico en un par de obras para que te acabes dando la gran castaña.

En cuanto a "Corazonada", lo más preocupante no es que no se la decretara una gran película. A pesar de que hace veinte años ya me gustaba muchísimo, no estoy seguro acerca de si es o no una gran película. Lo malo es que siendo el cine un arte tan dependiente de la taquilla, la suerte de lo que intenta una película como "Corazonada" condiciona carreras de directores y el devenir de una década, del cine de un país o de todo un arte.

No importa si "Corazonada" es o no es una gran película, importa que sea tan difícil intentar lo que intenta: Crear imágenes, cuerpos en danza con los otros y consigo mismos, cantar con la luz, narrar con los decorados. Dar un paso (en falso o no) hacia donde otros no habían probado a darlo.

Los protagonistas de "Corazonada" se pelean como en "Amanecer" de Murnau y se alejan y se acercan mientras se acuestan con los irresistibles Raul Julia y Nasstassja Kinski. Son los estupendísimos y coppolianos Frederic Forrest y Teri Garr.

La película juega con los vaivenes de la vida cotidiana llenándolos de sueños y de resoluciones imposibles. Ha sobrevivido pero casi no lo cuenta. Será porque siempre vamos a la sala de cine a ver el último estreno intentando demostrar lo listos que somos y que a nosotros no nos la pegan. Y ni el argumento, ni los planteamientos, ni las intenciones de "Corazonada", como los de muchas de las mejores películas que se han hecho, aguantan esa aburridísima borrachera de sagacidad y de lucidez con la que demasiadas veces se va a ver las películas.















6 comentarios:

  1. En mi juventud cinéfila, tuve una obsesión extraña con Cotton Club, que llegué a ver en varias ocasiones, a aprenderme los diálogos, la banda sonora. Me atraía sin duda el artificio indisimulado, ese mundo de mentira que sólo existe en la pantalla que no intenta nunca parecer real.

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  2. "Cotton club", al contrario que "Corazonada", entonces no me impresionó pero ahora me dan ganas de revisarla. Por cierto, el visionado de "Corazonada", en contra de lo que solía suceder en este blog tiene ya algunas semanas. Y ayer por la noche vi "Magical girl", que va ya para finales de abril en el blog. Esta distancia va a ser una idea estupenda.

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  3. Estoy muy de acuerdo con lo que dices al final. El exceso de cinismo, la sensación de estar de vuelta de todo, impiden apreciar casi cualquier cosa; y cuando somos tan listos que no nos gusta nada de lo que hacen los demás... tendrían que empezar a sonar las alarmas. Corazonada la vi hace tanto (y además en TV) que no me atrevo a opinar sobre ella.

    Un saludo,

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  4. Un saludo Sergio y enhorabuena por la reseña de este, ahora olvidado por muchos, "descubrimiento" de Coppola. Un fuerte abrazo

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  5. ¡Un saludo, Juan Carlos!, aquí estoy otra vez tras tres días fuera de casa trabajando. El domingo más, o una de las que tengo programadas o "American sniper" de Eastwood, depende de cómo tenga el cuerpo mañana. Repasando la colección de lo que tengo escrito hay comentarios humildes y comentarios destructivos pero sin alardes de lucidez crítica, que cada vez me corresponden menos. Como se explica en la columna derecha este blog cambia a partir de septiembre, y vamos perfilando la nueva "línea editorial" a la par de nuevos tiempos, nuevas mentalidades y a la par que os sigo a todos vosotros.

    Juan Carlos, no sé si tenía algo tuyo sobre una colaboración. Mil perdones por la descortesía, el último mes ha sido físicamente terrible, dificilísimo, por culpa de mi escasa forma para afrontar estos ritmazos, de mi temperamento poco energético, nada preocupante. De todas formas anuncio aquí, porque no es la primera vez, que no puedo asumir nuevas colaboraciones en ninguna parte.

    Saludos a todos muy cansado pero con buen cuerpo tras pisar hoy los mismos lugares que Nicholson y Antonioni hace cuarenta años, casi he reproducido mi foto de perfil en google+, cambiándo a Jack por mi mismo

    Sergio

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  6. No te preocupes Sergio. Ni mucho menos eres descortés. Es más, entiendo tus motivos y que sepas que tienes siempre sitio al lado para cabalgar con nosotros,

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