No había tenido ocasión de escuchar al famoso tenor Jonas Kaufmann, que me ha gustado mucho aquí: su dicción francesa un poco oscura, pero la interpretación muy matizada, lenta e intensa. Gracias por compartirlo.
Uno de los cantantes más en boga de la actualidad operística. Hace quince días suspendió su recital en el Real por enfermedad. Lo descubrí en el reciente Werther del MET, yo iba a ver a mi admirada Elina Garanca, pero fue sustituida por su embarazo por Sophie Koch, que es la soprano que sale en el clip, ambos eso sí en la representación de París.
Lo que más me impresiona del aria y el motivo por la que le he traído aquí es por lo bien que se comunica con la novela de Goethe. Creo que ése es el gran tema que me gustaría que tuviese este blog, los vasos comunicantes entre las artes, tema desde luego que ni de lejos he empezado a desarrollar lo suficiente.
Un saludo, estoy contestando comentarios con enorme retraso pero contesto siempre.
Goethe dio un buen ejemplo de atención a todas las artes (con la notable excepción de la música, a la que era bastante insensible), entre otros saberes. Massenet siempre ha tenido fama de compositor segundón, y quizá es cierto que no alcanza la genialidad de las mejores obras de Bizet, Franck o Debussy, pero ¿por qué privarnos de tanta belleza? ¿Solo los genios tienen derecho a que los escuchemos?
Un saludo, y no te preocupes por los retrasos, que me parecen de poca magnitud teniendo en cuenta tu frenética actividad de lectura (como veo en las reseñas mensuales) y publicación.
Los retrasos son más bendita culpa de mis dos hijos pequeños y mi trabajo. Por la lectura ya me preguntaron y sinceramente se lee bastante y bastante rápido al amanecer, que es cuando leo. Esas cuatro-cinco novelas mensuales no requieren ningún esfuerzo extraordinario. No dedico mucho más tiempo que ése, o a otras horas el cerebro ya no funciona de la misma manera. Pierdo el tiempo con otras cosas muy banales cuando no estúpidas, como redes sociales, si no leería mucho más. Pero así está bien, porque si no uno acaba siendo "sublime" sin interrupción.
Las publicaciones están programadas con dos meses de antelación, y las películas de los viernes se me están acabando, eso sí que es un problema, jaja...
No había tenido ocasión de escuchar al famoso tenor Jonas Kaufmann, que me ha gustado mucho aquí: su dicción francesa un poco oscura, pero la interpretación muy matizada, lenta e intensa. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn saludo
Uno de los cantantes más en boga de la actualidad operística. Hace quince días suspendió su recital en el Real por enfermedad. Lo descubrí en el reciente Werther del MET, yo iba a ver a mi admirada Elina Garanca, pero fue sustituida por su embarazo por Sophie Koch, que es la soprano que sale en el clip, ambos eso sí en la representación de París.
ResponderEliminarLo que más me impresiona del aria y el motivo por la que le he traído aquí es por lo bien que se comunica con la novela de Goethe. Creo que ése es el gran tema que me gustaría que tuviese este blog, los vasos comunicantes entre las artes, tema desde luego que ni de lejos he empezado a desarrollar lo suficiente.
Un saludo, estoy contestando comentarios con enorme retraso pero contesto siempre.
Goethe dio un buen ejemplo de atención a todas las artes (con la notable excepción de la música, a la que era bastante insensible), entre otros saberes. Massenet siempre ha tenido fama de compositor segundón, y quizá es cierto que no alcanza la genialidad de las mejores obras de Bizet, Franck o Debussy, pero ¿por qué privarnos de tanta belleza? ¿Solo los genios tienen derecho a que los escuchemos?
ResponderEliminarUn saludo, y no te preocupes por los retrasos, que me parecen de poca magnitud teniendo en cuenta tu frenética actividad de lectura (como veo en las reseñas mensuales) y publicación.
Los retrasos son más bendita culpa de mis dos hijos pequeños y mi trabajo. Por la lectura ya me preguntaron y sinceramente se lee bastante y bastante rápido al amanecer, que es cuando leo. Esas cuatro-cinco novelas mensuales no requieren ningún esfuerzo extraordinario. No dedico mucho más tiempo que ése, o a otras horas el cerebro ya no funciona de la misma manera. Pierdo el tiempo con otras cosas muy banales cuando no estúpidas, como redes sociales, si no leería mucho más. Pero así está bien, porque si no uno acaba siendo "sublime" sin interrupción.
ResponderEliminarLas publicaciones están programadas con dos meses de antelación, y las películas de los viernes se me están acabando, eso sí que es un problema, jaja...
Un saludo y gracias por la atención prestada