O "El extraño caso de Don Manoel de Oliveira". Estoy viviendo un curioso descubrimiento, sería excesivo hablar de (re)descubrimiento, de Manoel de Oliveira en sus estrenos en cine. Hace un par de años "Singularidades de una chica rubia" me deparó una de las sesiones más memorables de los últimos años. Había visto una excelsa película, lejos de todos los tópicos que se le suponen a Oliveira.
Aunque, como tantos otros, no ha conseguido hacerse un hueco aún en mi programación de hd-dvd para (re)descubrirlo en toda su extensión, el festín ha continuado. "El extraño caso de Angélica" es una soberbia película, filmada con una exquisitez deslumbrante, una gracia en su entonación y un ritmo peculiar fuera de toda la medida y de toda posibilidad de directores menos dotados.
Incluso las conversaciones de los secundarios y los cantos de los cavadores encajan como un guante en el conjunto.
Escena por escena, plano a plano, con una historia mínima seduce, encanta y fascina, llevado por un Ricardo Trêpa en permanente estado de gracia y una Pilar López de Ayala testimonial pero exitosa. Una película enorme, de una madurez y de una inspiración estratosféricas.
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