viernes, 8 de julio de 2011

ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA

Ha habido algo mosqueante en la revisión de esta película de Sergio Leone en la gran pantalla de los Verdi. Suele ser una infalible mía y me ha gustado menos que de costumbre, no mucho menos, pero menos. Argh, no puede ser, no se me puede haber caído. Al principio lo he achacado a que no creo haberla visto del tirón hasta esta tarde y ese descansito, por mínimo que sea, siempre le ha ido bien a sus 220 minutazos. Al llegar a casa y buscar algunos de los fotogramas que más me gustan me he dado cuenta de otro factor: me gusta más mi copia de dvd que la que he visto en pantalla (¡horror, inesperado horror!, hasta me apetecería volver a verla ahora mismo en dvd de lo mucho que me gustan las imágenes que estoy viendo ahora mismo mientras escribo). El lunes me espera otra tarde enterita empleada viendo "El gatopardo", en la cartelera no consta HD ni ninguna etiqueta que me haga pensar que es una copia nueva, como lo hacen constar en los cines de París donde las reposiciones son tan habituales. Es más, informaciones bloggeras me hacen pensar lo contrario. El ciclo dice copias restauradas y yo pregunto "¿restauradas, cuándo?". Yo no he abandonado ni tengo intención ninguna de abandonar a la sala de cine definitivamente, por mucho que los imponderables me alejen de ella, sólo pido que la sala de cine no me abandone a mí. Y desde la estantería me mira el blu-ray de "El gatopardo".

Volviendo a Leone es admirable y emocionante su férrea ética nada moralista sobre vencedores y vencidos, su fatalismo gangsteril y su poética sobre el paso del tiempo. La narración puede hacerse larga o irregular según el día o la ocasión, pero la obra mantiene un sustrato dramático imbatible e imperturbable. Si algo te descubre la pantalla de cine es que no es tan ajena ni representa un ruptura tan enorme con otras obras de Leone, ya que efectúa un tratamiento de las escenas, en especial al inicio, en la búsqueda de Noddles, suspendiendo la acción.Tiene una innegable vocación de gran película americana, años 70, pero también una faceta inconsciente de spaghetti aplicado al gran relato mafioso digna de ser reflexionada. No será allí donde despunte. Sin duda el triángulo Robert de Niro-James Woods-Elizabeth MacGovern es el que te roba el corazón, una vez tras otra. El triángulo y la afortunada música de Ennio Morricone.











2 comentarios:

  1. Precioso comentario, entre esa férrea resistencia que demuestras ante esa supuesta leve caída en el primer párrafo y las virtudes que de forma tan apasionada señalas en el segundo.

    Una gran, enorme película. Hace unos días la reivindicaba Ángel Quintana, que le ha ocurrido un poco lo contrario que a ti: la ha redescubierto y elevado a los altares. Yo, desde que la descubrí un viernes noche en La 1 hace más de veinte años, caí rendido ante ella y ahí sigue (es muy raro que se me caiga -siquiera un ápice- una película o un autor que me haya impactado desde el primer encuentro).

    Un fuerte abrazo.

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  2. Ay, me ha faltado una cierta vibración sentida otras veces, pero yo no la doy por caída porque no, no me ha disgustado para nada y he disfrutado de todo aquello que siempre más me ha gustado pero el caso es que, aunque no pasa a menudo porque no es lógico, hay copias de cine que se ven peor que el dvd. Las imágenes que cuelgo, que me parecen preciosas y me tienen enamorado, no es lo que hemos visto esta tarde. La copia no estaba mal, es lo que por término medio suele verse en una filmoteca, pero no es digna de una sala de cine que:

    a) cobra la entrada más cara
    b) dispone de una pantalla enorme preparada para proyecciones digitales y la desaprovecha
    c) anuncia un ciclo de clásicos a bombo y platillo con copias restauradas
    d) nos ha regalado proyecciones para el recuerdo como la de "Lola Montes"

    No ha sido lo que me esperaba, pero creo que tiene muy poco que ver con Leone y más con una política de exhibición muy bienintencionada, audaz pero decepcionante en este caso. Hacen lo que pueden y mejor que ocupen la sala con esto que con la enésima francesada intragable.Lo de hoy me parece que era un material para la Filmoteca, los Verdi deberían entrar en la medida de sus posibilidades en el mercado de las restauraciones recientes(las que tienen entre 2 y 5 años y se han visto en los últimos Berlin y Cannes). Yo mismo les pedí "Las zapatillas rojas", que es la más renombrada pero no la única.

    Un fuerte abarzo

    Sergio

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